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— ¡Hiciste lo correcto! — Golpeó la espalda de Kuroo. — No caigas en las manos de ese omega.
— Kenma no ha querido verme.. aunque su mamá siempre intenta convencerlo desde eso. — Ladeó su cabeza.
— Luego se le pasarán. Los omegas son realmente delicados y exagerados pero no les prestes atención, tu mandas hijo.
— Creo que tienes razón así que solo lo dejaré pasar.. Kenma debe estar exagerando. — Suspiró. — Solo lo reclamé como mi omega, es lo normal y solo se está haciendo el enojado, ugh. — Arrugó su nariz.
— Mañana ve a hablarle, no te puede estar ignorando por más de dos semanas ese.. maldito omega.
Kuroo luego de eso se alejó para poder ir a hacer su rutina de noche antes de dormir, mañana iría al colegio en busca de su omega y el no se negaría, el le haría caso. Luego de su rutina de noche simplemente se fue a acostar, sin tardar mucho en dormirse.
A la mañana siguiente se despertó y dió una ducha rápida para luego colocar su uniforme y bajar rápidamente a desayunar, hoy iría a buscar a Kenma a su casa para irse al colegio.
— ¡Adiós! — Tomó su mochila y salió de su casa.
Se dirigió a la casa de Kenma que no quedaba lejos, los separaba solamente una casa. Gracias a la confianza de la madre de Kenma, el tenia la llave de la casa por lo cual simplemente entró al lugar.
— Buenos días. — Hizo una pequeña reverencia.
— Buenos días, cariño. — La madre de Kemma sonrió con dulzura. — Kenma sigue durmiendo, ¿irás con el a la escuela?
— ¡Sí! no puede seguir ignorandome de esa forma. — Arrugó su nariz.
— Tienes razón y me disculpo en nombre de mi hijo.. tiene suerte de haber encontrado un alfa tan bueno como tú, no sé por que te ignora.
— Tiene razón .. mh, bueno iré por Kenma. — Sonrió levemente para así subir las escaleras, dirigiendose a la habitación del omega. — ¡Buenos días, Kenma!
Como habían dicho, Kenma seguía durmiendo. La escuela quedaba cerca por lo cual Kenma siempre intentaba dormir un poco más, aunque siempre Kuroo llegaba demasiado temprano para irse juntos. Kenma poco a poco fue despertando por escuchar aquella ruidosa voz, aunque al darse cuenta quien era cubrió su rostro.
— Kuroo vete, ya dije que no quiero verte. — Habló en un tono bajo.
— No me importa tu opinión, no puedes ignorar así a tu alfa.
— ¡L-Lo hiciste sin mi consentimiento! — Se levantó de la cama, aguantando las lágrimas.
— Callate y deja de ignorarme. — Kuroo ocupó su voz de mando.
La voz del alfa provocó un leve temblor en las piernas del omega, hubiera caído si no se hubiera afirmado del mueble que tenía a su lado.. su omega temía al igual que el, provocando que solamente le hiciera caso a Kuroo quedando como un omega sumiso.
