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Luego de que Sugawara saliera del baño, Kenma le ofreció un pequeño paquete de galletas para que comiera mientras hablaban entre ellos.
— Ay, no te he dicho mi nombre. — Rió con suavidad. — Soy Kozume Kenma.
— Un gusto y realmente gracias por todo lo que has hecho.. estaba asustado. — Suspiró.
— No hay de que, siempre hay que ayudarnos por lo menos entre nosotros ya que todos nos ignoran. — Bajó su mirada. — Entiendo un poco tu situación..
— ¿Tienes un alfa? — Acarició su cabello.
— Sip.. pero es.. — Se quedó callado y negó.
— Tranquilo, puedes hablarme. — Mostró una dulce sonrisa.
— Pues mi alfa me marcó en mi primer celo a pesar de haberle dicho que no quería pues era.. un niño. — Mordió la punta de su lengua. — Me alejó de todos mis amigos alfas, hasta ahora me golpea.. abusa de mí, me engaña, siempre me critica y convenció a mí papá sobre dejar de llevarme al psicólogo. — Poco a poco sus lágrimas comenzaron a caer. — Me provocó problemas alimenticios graves aparte de que suele criticar mi cabello por que está algo descuidado..
— Oh.. — Sugawara abrazó a Kenma para así suspirar, consolandolo un poco. — ¿Y le has dicho a tus padres algo cariño?
— Nop, ven a Kuroo como el alfa perfecto y siempre confiaron en el aparte de conocernos desde pequeños. — Frotó sus ojos. — Se que debería estar ayudandote pero aquí estoy.. disculpa.
— Debes desahogarte un poco, está bien hacerlo. — Besó su cabello con suavidad. — Es horrible tener que aguantar todos los maltratos y no poder hacer nada.. intentaremos cambiar eso, ¿sí? intentaré salvarte de los maltratos de ese alfa.
— ¡N-No! te puede hacer daño, no quiero.. no. — Negó repetidas veces. — Escapaste de tu alfa y te meterás en problemas nuevamente con otro, no es necesario.. puedo aguantar.
— Cariño. — Lo tomó de sus mejillas para luego mirarlo. — No hay que aguantar.. ¡hay que ser omegas fuertes! y yo sé que tu eres un omega fuerte que podrá superar todo, ¿sabes?
Sugawara estaba soltando inconsciente feromonas maternas pues no había pasado hace mucho que mataron a tu bebé y aparte que tuvo su aborto hace poco.. aún ese aire materno estaba dentro de Sugawara las cuales hacían sentir a Kenma seguro, no se sentía así desde que su mamá había muerto. Ambos eran dos omegas destrozados que se estaban consolando mutuamente aunque Sugawara quería proteger a Kenma, no quería que siguiera viviendo eso sabiendo lo horrible que era aunque a pesar del poco y nada tiempo que se llevaban conociendo, ambos ya se tenían un leve cariño.. ambos eran omegas dañados.
— ¿Quieres que cocinemos un poco de galletas? las galletas hacen felices a las personas y más si son con chocolate. — Picó la nariz de Kenma con suavidad.
