Un sentimiento de culpa.

#64.

La carta de Kouki fue entregada, para luego ser dejado solo en la habitación y así dar más tranquilidad al hombre.

— Mi pequeño.. 

Vió la carta la cual tenía un pequeño corazón que al lado decía "papá".

Ah.. papá, que difícil fue escribir esta carta pues.. eres la persona que me ha cuidado toda la vida, así que es triste tener que despedirme de usted.
Agradezco todo su esfuerzo, se que es difícil cuidar de mi, más siendo un omega..  se que ha sido difícil todo desde la muerte de mamá, también la extraño, ¡pero ahora ambos lo cuidaremos desde aquí! usted..  se ha esforzado muchísimo.
Todo lo que sucedió conmigo..  ¡juro que no fue mi culpa! por favor, si dicen que yo provoqué todo, ¡diles que no fue así, de verdad yo no quería! por favor, defiendeme.. haz ver que todo lo que hice, no fue por mi culpa..  lo juro, papá. Tengo y tuve miedo.. muchísimo miedo, pero también se que yo hice que nadie me ayudara, pero realmente quería ser salvado )= quería que alguien me ayudara a salir de ahí.. pero tenía miedo.
Bueno.. como últimas palabras! cuida a Sugawara.. se que se aman mucho, ¡y también a mi hermanito! los estaré cuidando desde aquí con mamá.. te amo, papá y adiós, nos vemos en otra vida o eso espero..  ♡

— Oh.. claro que no fue tu culpa, Kenma. Nunca la fue..

Abrazó aquel papel el cual estaba medianamente húmedo debido a las lágrimas que habían caído mientras leía las palabras que le había dejado su difunto hijo, aquellas palabras increíblemente dolorosas, que habían sentir ese dolor en su pecho con gran fuerza.
Leer el como Kenma escribía que nada fue su culpa, le partía el corazón. Sabia que nada era su culpa, la culpa nunca sería de la víctima, jamás podría ser la culpa de la víctima..  siempre era el agresor y en este caso, el agresor era Kuroo; el culpable de todo.

Había pasado un día desde la muerte de Kenma.. siempre pensó que el sería quien se iría primero, pero esta vez fue su hijo, su joven hijo había fallecido a causa de no poder soportar más el dolor que debió haber sentido aquel pobre cuerpo.

— Su funeral.. dios, no lo había pensado.

Kouki habló con Sugawara, quien estaba llegando recientemente a su lado para poder dar suaves caricias en su cabello y al menos con las dulces feromonas que producía, poder dar al menos una pequeña calma al alma del hombre.