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— Mañana saldremos al parque a comer muchos helados, mamá promete comprarte muchos regalitos

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— Mañana saldremos al parque a comer muchos helados, mamá promete comprarte muchos regalitos.

Sugawara estaba soñando, soñando con la última vez que vió a su cachorro.

— Mami se ha estado sintiendo mal, ¿sí? perdón por no pasar tiempo contigo. — Besó la cabeza del pequeño y sonrió.

— Dip. — Aquel niño mostró una gran sonrisa ante las palabras de su madre.

El niño no era alguien hablador, más que nada hacia pequeños ruidos aunque era normal, el pequeño se demostraba un poco más atrasado en el tema del hablar a diferencia de otros niños de su edad aunque a pesar de no ser muy hablador, sus emociones las demostraba con facilidad.
Sugawara seguía pasando el tiempo con su hijo en su sueño hasta que todo se tornó negro y luego al ver nuevamente, se encontraba en frente de su alfa e hijo.

— ¡Este maldito bebé me tiene harto! ¡intenté aguantarlo a pesar de no ser mío pero no puedo más! no quiero un cachorro de ti y otro alfa, tampoco quiero escuchar sus llantos luego del trabajo, ¡lo detesto! — Tomó al niño el cual lloraba con más fuerza.

El hecho de que los alfas al marcar a sus omegas esperaban que su omega tuviera únicamente cachorros de el y aunque obviamente habían casos donde el alfa aceptaba al niño a pesar de ser de otro alfa, habían otros que simplemente los mataban rompiendo el cuello del niño y era algo completamente legal aunque para hacer eso el alfa debía marcar primero al omega, si eso no sucedía antes podría llevar años de cárcel.. era ridículo.

Sugawara simplemente volvió a ver como su alfa mataba al pequeño niño que le traía felicidad, que despejaba su mente y que simplemente lo hacía feliz.. el era lo único bueno en su vida.

— Pequeño..

Fue lo último que escuchó, luego de eso se despertó llorando y asustado. Suga solía tener esos sueños constantemente y claramente los odiaba, quería dejar de ver la muerte de su niño una y otra y otra vez pues sentía su corazón hacerse pedazos.
Volteó su cabeza para ver a Kenma el cual se encontraba durmiendo de una forma tan pacífica, se veía tranquilo descansando de esa forma a lo cual Sugawara sonrió y acarició el cabello del omega con suavidad para evitar despertarlo.

– Ojalá mi hijo hubiera llegado a tu edad.. aún tenía momentos que pasar con el. — Se acomodó en la cama mientras sollozaba. — ¿Por qué? .. no estaba haciendo nada malo, solo lloraba. ¿Por qué me lo quitaron? yo.. quería ser feliz con el. — Su voz temblaba. — Amaría estar ahora con el, estar aquí contigo y el, de seguro le agradarías.. no era un niño que molestara, ¿sabes? era un niño muy hermoso el cual siempre dijeron que se parecía a mi mucho y siempre se demostraba muy feliz.. l-lo extraño tanto.

Volvió a acurrucarse al lado de Kenma para poder abrazarlo intentando calmar su llanto e imaginar que ahora estaba con su hijo hasta poder lograr quedarse dormido nuevamente.

Un sentimiento de culpa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora