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Kenma sentía que en cualquier momento su muñeca se rompería de la fuerza que estaba poniendo Kuroo en aquel lugar. El camino fue silencioso, solo se escuchaba el llanto de el omega y se sentían las feromonas de enojo del alfa. La gente que pasaba solo miraban las cosas con normalidad y pensaban que el omega había hecho algo mal entonces estaba bien lo que ocurría pues el omega debía estar en su lugar, el omega debería demostrar sumisión ante su alfa.
— ¡Fuera! — Kuroo empujó a su mamá la cual intentó ayudar a Kenma. — ¡Llevatela papá, que no moleste! este omega necesita su lección.
— Muevete mujer. — La empujó y tomó sus llaves.
Ambos salieron, el papá de Kuroo entendía que era necesario lo que posiblemente sucedería y como no quería escuchar los llantos junto a otros quejidos del omega así que decidió ir a un hotel o algo así, dejando solo a su hijo.
— ¿¡Que querías con ese alfa!? ¿¡que te follara!? ¡andas de puta entregada! — Tiró su cabello para así arrastrarlo hasta su habitación.
— Prometo no .. h-hacerlo nuevamente. — Intentó soltarse del agarre.
Al llegar Kuroo tiró a Kenma a la cama y comenzo a romper la ropa de el chico hasta dejarlo completamente desnudo.
— Eres mío Kenma, jamás te liberarás de mi. — Lo tomó del mentón para así mirarlo, teniendo una sonrisa formada en su rostro. — Maldito omega.. omega asqueroso.
Kenma no habló, solo lloraba mientras intentaba soltarse. No estaba siendo golpeado pero si abusado, no hubo lubricación natural tampoco de parte del omega por lo cual ardía demasiado y a la vez, sangraba pero a Kuroo no le importaba, solo le importaba darle una lección a Kenma para que no se acercara a algún otro alfa, para que no saliera sin el ni saliera sin su permiso.
— P-Por favor.. Kuroo. — Apretó las sábanas mientras lloraba.
— ¿Te encanta no? lo disfrutas, puta barata. — Río con suavidad para así comenzar a ahorcarlo. — ¡Admitelo! te encanta ser follado con rudeza, a todos los omegas le gusta ser utilizados.
— Si.. me encanta. — Su cuerpo temblaba, sentía que no podía más.
Al rato Kuroo terminó corriendose en el interior de Kenma y salió luego de el, tomandose un pequeño descanso para luego tirar al omega al piso y patear su estómago, debía darle una buena lección al chico.
" Hola señor, Kenma está conmigo en mi casa por si acaso "
" ¿Sí? muchas gracias por cuidar a mi hijo. "
" No hay de que, con todo gusto lo hago. "
Kuroo sonrió mientras acariciaba el cuerpo inconsciente de Kenma a su lado.
— Te amo tanto.. — Dejó un beso en su frente.
Kenma tenía sangre en sus labios y nariz, aparte de tener moretones por todo el cuerpo.. estaba destrozado.
