Jungkook regresaba de su cita en su auto, y si Samantha tan sólo no viviera del otro lado de la ciudad de Columbus... Tal vez Jungkook no se habría perdido en el camino, y tal vez su auto no se habría quedado sin gasolina. Ahora no sabía dónde estaba exactamente. Había varios lugares con letreros luminosos, y él tuvo que bajarse para poder conseguir combustible.
Caminaba con un galón por las calles, buscando una gasolinera cerca.
Estaba todo bien, no era la primera vez que le ocurría algo así, pero si era la primera vez que comenzaba a llover.
— ¿Sabes, Dios? ¡Jodete! —Gritó al cielo.
Buscó dónde refugiarse. No podía volver a su auto porque este se había quedado calles atrás y caminar hasta allá sólo lo haría mojarse más.
Se ocultó bajo el pequeño techo que sobresalía de uno de los bares. Se cruzó de brazos y se recargó contra la pared, esperaría a que la lluvia cesara.
Dos chicos bajaron de un auto, y corrieron para cruzar la calle. A Jungkook normalmente le daría igual todo mundo, pero ese chico había dicho:
— ¡Te digo que no nos pedirán identificación, vine aquí el sábado! —Dijo uno de ellos.¿Un bar que no pedía identificación? Genial.
Fue suficiente para que entrara detrás de ellos.
Tenía sesenta dólares en su billetera y una inmensas ganas de un trago para olvidar lo jodido que estaba quedarte sin gasolina, y encima, bajo la lluvia. Ah, y también pediría usar el teléfono para llamar a uno de sus amigos o alguien que le ayudara con su auto.
Al momento de entrar, Jungkook notó un ambiente muy raro en aquél lugar.
En primer lugar, no tenían el juego de fútbol pre-grabado que casi siempre ponían en otros bares. Segundo, la música ahí no era... usual. Tercero, había varios hombres y mujeres pero estos ni siquiera se ponían atención entre ellos, había varios pares dispersos por el lugar pero sólo hablaban entre mujeres o hombres con hombres, no al menos dónde estos se estuvieran tocando demasiado la rodilla o los hombros.
Jungkook se preguntó seriamente dónde demonios estaba. Pero al mirar a alrededor y tras encontrar a los chicos de hace un rato, dándose un beso en los labios, frente a muchas personas mientras bailaban una canción que él desconocía, lo supo de inmediato.
Primero se asustó, después su estómago se revolvió. Jamás en su vida se había encontrado en un lugar cómo ese. A pesar de que sabía bien que existían ese tipo de lugares porque un amigo de su padre, que era policía, le había tocado cerrar algunos de esos, él nunca había sabido como lucía uno. Siempre le había dicho que esa clase de lugares eran asquerosos y que la gente de ahí estaba enferma. Y cuando se dio cuenta de que aquellos chicos no eran los únicos en hacer eso, sino que había otras chicas que lo hacían, supo que estaba cometiendo una gran equivocación al estar ahí.
Dio media vuelta para volver por dónde había venido pero en el camino chocó con alguien al ir muy metido en sus asuntos.
La persona cayó al suelo junto con una bandeja de copas de cristal.
— ¡Oye! —le gritó el chico dándose la vuelta para recoger las copas rotas.
—Mierda. Lo siento —Jungkook se agachó para ayudar a aquella persona que parecía ser el camarero del bar.
—Puedo hacerlo sólo no es necesa-
Ambos se miraron y los ojos de Jungkook no pudieron abrirse más. Su expresión era casi cómica.
Jimin abrió y cerró su boca una y otra vez pero nada salía de ella. Era como si se hubiera quedado sin voz.
— ¿Jimin?
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Stand by Me
FanfictionJimin y Jungkook no podrían ser más diferentes. Ninguno de los dos se habría hablado de no ser porque Jungkook estaba a punto de reprobar química y Jimin era el único que podía ayudarlo. Una vez sus caminos se cruzaron ya no fue posible separarlos;...