Agosto, 1979. Columbus, Indiana.
Jungkook miró como los padres de sus compañeros iban llegando uno por uno.
Era el día de padres e hijos de los alumnos de cuarto de primaria, en su escuela hacían eso para fomentar "familias unidas". Se suponía que todos almorzaban junto a sus padres en el patio y luego hacían juegos para ganar premios. Jungkook se había levantado muy temprano en la mañana para hacer sándwiches de crema de maní y otros normales, porque a su padre no le gustaba los sándwiches de crema de maní. También había picado mucha fruta con su mamá el día anterior, y había echado sus jugos favoritos a la lonchera. Pero su padre no llegaba y sólo quedaban dos de sus compañeros, Alice, la niña era hija de un doctor, Jungkook lo sabía porque ese doctor lo había curado de la vez que se fracturó la pierna. Y también quedaba Jimin, quien, hasta donde Jungkook sabía, no tenía papá.
Jungkook miró el reloj que estaba sobre el pizarrón y se dio cuenta que su padre ya tenía cuarenta minutos de retraso, y el tiempo que podían pasar padres e hijos era de tres horas, no sabía si lo que quedaba, si su padre llegaba, era el tiempo suficiente como para comer todo lo que había guardado en su lonchera.
El papá de Alice llegó y su compañera se levantó sonriente con su lonchera rosa de princesas para ir con su padre que la tomó de la mano.
La maestra miró con pena a Jungkook y a Jimin, pero Jimin parecía más concentrado en terminar lo que sea que estuviera haciendo en su cuaderno.
—Seguro ya vienen, niños. El tráfico a esta hora es exorbitante —intentó consolarlos.
—¿Qué es exorbitante? —preguntó Jungkook, nunca había escuchado esa palabra en inglés.
—Que es mucho —le respondió Jimin, aún con su vista en el cuaderno.
Jungkook y Jimin estaban sentado a ambos extremos del salón, separados por cuatro filas de butacas. Ambos se sentaban en frente, Jungkook porque estaba más cercano a la puerta y así podía ser el primero en salir cuando tocaba la campana, Jimin porque no veía bien y usaba anteojos.
—¿Qué haces, Jimin? —le preguntó la maestra.
—Dibujo a Luke Skywalker —le respondió.
—¿Te gusta Star Wars? —Jungkook preguntó interesado.
—¿A quién no le gusta Star Wars? —Jimin alzó la vista de su cuaderno hacia Jungkook.
—Yo fui a ver esa película con mi mamá —le dijo Jungkook.
—A mí, mi hermano Chanyeol me llevó a verla el día del estreno —le dijo Jimin comenzando a sonreír.
Jungkook conocía al hermano de Jimin, no había nadie en Columbus que no lo hiciera, era como el orgullo de la ciudad, jugaba tan bien que Jungkook lo admiraba, siempre veía sus partidos universitarios en la televisión. Aunque Jimin no se parecía nada a su hermano.
—Minie —El mencionado Chanyeol estaba bajo el marco de la puerta, se veía agitado, como si hubiera corrido hasta llegar ahí.
—¡Chan, si viniste! —Jimin se levantó emocionado de su silla y fue hasta Chanyeol para abrazarlo. El joven lo cargó y lo abrazó.
Jungkook nunca había visto algo como eso, a él dejaron de cargarlo una vez cumplió los siete, pero Chanyeol cargaba a Jimin como si nada y lo abrazaba como si nada. Eso era tan raro.
—¿Trajiste lonchera? —Le preguntó Chanyeol a su hermano.
—Sí, Rosie dijo que debía traerla por si acaso. Está en mi silla —señaló.
ESTÁS LEYENDO
Stand by Me
FanfictionJimin y Jungkook no podrían ser más diferentes. Ninguno de los dos se habría hablado de no ser porque Jungkook estaba a punto de reprobar química y Jimin era el único que podía ayudarlo. Una vez sus caminos se cruzaron ya no fue posible separarlos;...