Capítulo 35

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16 de Julio, 1980.

Desde que tenía memoria, Yoongi siempre había sido amigo de Jimin, y Jimin siempre había sido su amigo. Tenían fotos de bebé dónde estaban juntos, y muchas veces compartieron ropa. Cuando iba de vacaciones a Columbus, Yoongi siempre se quedaba a dormir en la misma cama que Jimin, y eso lo momestaba porque Jimin se movía mucho y a veces lo abrazaba por la noche causando que Yoongi se muriera de calor.

No recuerda que fuera de otra forma. Ellos siempre estaban juntos en las vacaciones, jugando ajedrez y a veces viendo películas.

Eran amigos porque eran familia, no de sangre pero lo eran. Se habían criado juntos, y habían aprendido a enviarse cartas, aunque cuando estaban lejos no lo hacían muy a menudo porque era caro, al menos para un niño que su mesada costaba de un dólar.

Las vacaciones en Indiana eran divertidas, sobre todo cuando Chanyeol los llevaba de paseo. Ese día en específico, Chanyeol los llevó a pescar.

Chanyeol le mostró el pez que había capturado a Yoongi y Jimin, ambos niños abrieron mucho sus ojos cuando el pescado se movió, todavía vivo.

—¡Está sufriendo! —Le dijo Jimin, al ver cómo el pescado dejaba salir un ligero chorro de sangre por dónde se atravesaba el anzuelo. Señaló el lago— Regresalo al agua o morirá.

—No puedo hacer eso, es nuestra comida —le dijo Chanyeol, echando el pescado a la cubeta dónde estaban los otros dos.

—¡No quiero comer un ser vivo que sufre!

—Pero es tonto —le dijo Yoongi a Jimin—. Si no quería morir entonces no debió tomar la carnada sospechosa en el ansuelo.

Jimin iba a decir algo pero entonces se quedó callado dándole la razón a Yoongi.

—Bien dicho —Chanyeol le revolvió el cabello a Yoongi.

Yoongi y Jimin no podían ser más diferentes, físicamente, no se parecían en nada. Emocionalmente, menos. Jimin era un niño sentimental y dulce, Yoongi era frío y parecía no gustarle la gente. Pero extrañamente, ellos eran una buena combinación.

—¿Qué te pasó en las manos? —Le preguntó Yoongi a Jimin cuando estaban comiendo en la sala ya que los más grandes estaban en el comedor.

Jimin tenía las manos raspadas, y Yoongi se preguntaba porqué, si era cierto que Jimin era torpe, pero no entendía porque siempre estaba lastimado.

—Caí de la bicicleta —le respondió Jimin.

—Cierto, eso también explica el color morado de tu cachete.

—Fue una caída fea.

Yoongi se le quedó viendo. Al final, Jimin miró al suelo.

—Un niño me pegó y me empujó en la escuela —terminó por confesarle.

—A mi también me molestaba un niño mayor —le dijo Yoongi—. Me vengué metiéndole un renacuajo a su mochila.

—¿Nadie te descubrió? —Le preguntó bastante sorprendido.

—No, soy un buen chico, nadie sospecha de los buenos chicos.

Jimin aprendió algo nuevo ese día.

—¿Y el chico se asustó?

—Se hizo pipí en los pantalones —Yoongi contó con tal orgullo.

—Rosé dice que la venganza no es buena.

—Es buena si te vengas de personas malas. Hace que no guardes rencor.

—Eso no me parece bueno...

—No es una venganza que sea drástica, sólo es una venganza ligera. Pero te hace feliz.

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