Mayo, 1986.
Olivia estaba a punto de graduarse de la secundaria cuando la prueba de embarazo dio positivo. Hizo dos más, y esas dos mostraron el mismo resultado.
—Dijiste que no pasaría nada —le dijo ella en voz baja a Noah—. Tú dijiste que la primera vez no sucedía nada.
Los dos estaban en la casa del chico, en su habitación.
Noah veía las pruebas mientras él estaba sentado en la cama.
—Debes abortar, debes hacerlo ahora que estás a tiempo —dijo él, levantándose.
—¿Qué?
—Ese bebé no tiene dos meses todavía, si abortas a hora será mucho más sencillo.
Momo se abrazó a su misma, sus manos aferrándose a cada costado de su abdomen apenas algo hinchado.
—No tengo el dinero para el aborto —ella negó con la cabeza.
—Yo lo pagaré —aseguró él—. Debemos hacerlo pronto.
Ella lo miró en silencio, cubriendo su vientre con los brazos.
De pronto era tan extraño escuchar la palabra 'abortar' cuando apenas unos meses ella no sabía nada con respecto a la sexualidad. Su hermana Rosé solo le había explicado que era importante usar condón si es que ella iba a tener intimidad con alguien porque ella ya menstruaba, y si menstruaba podía tener bebés. Jamás le explicó todo lo demás, sobre las pastillas anticonceptivas y el hecho de que incluso una vez sin condón podía hacer que ella quedara embarazada. Noah era su novio y la primera persona con la que había hecho el amor. Confiaba en él hasta el punto de creer que "la primera vez sin condón no sucede nada".Ella estaba a solo dos meses de ir a la universidad en Illinois, si ella tenía un bebé eso podía verse afectado, podría causar que ella se quedara en Columbus.
Sin embargo, había algo que le hacía pensar que no importaría, que ella podría quedarse y tener una nueva vida. Pensó en si misma sosteniendo una pequeña mano y sujetando en sus brazos un pequeño cuerpo cálido y delicado. Había algo que le hizo sentir que no estaría del todo mal tener un bebé.Aun así, ella estaba casi muerta de miedo.
Ella regresó de la casa de Noah en su auto y estacionó el carro a un lado del de Rosé. Se quedó unos segundos dentro del coche y del silencio de la noche. Entonces, lentamente, puso su mano sobre su vientre aún plano.
Al salir del coche y entrar a casa, escuchó desde la entrada la voz de su hermana.
—Tengo trecientos dólares en el fondo de ahorros. Sé que no es mucho aún pero podemos sacar algo de dinero si entro a trabajar turnos dobles en la peluquería..., tal vez consiga un trabajo en los fines de semana.
Momo se acercó a la puerta de la cocina y se recargó en la pared de al lado para escuchar mejor. Miró por la ventanilla circular de la puerta a su hermana sobar su frente con la yema de sus dedos de la mano derecha y con la otra sostenía el teléfono. Rosé estaba sentada a un lado de la mesa y había una libreta en la que estaban anotados números.
—¿Qué me dices de la cuenta para la universidad de Jimin? Serán sólo quinientos dólares, podemos recuperar ese dinero en dos meses. ¿Aún no te han dado el préstamo? —hizo una mueca al escuchar la respuesta— Chan, Olivia entra a la universidad en dos meses, aún tenemos que pagar el dormitorio y el fondo de la cafetería —suspiró pesadamente—. Creo que la señora Wayne necesita ayuda en su tienda, escuché que paga cuatro dólares la hora, si trabajo siete horas, los fines de semana podré conseguir cincuenta y seis dólares, y al terminar el mes tendremos doscientos veinticuatro dólares. Es suficientemente bueno para nosotros. Intenta que tu jefe te dé el préstamo.

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Stand by Me
FanfictionJimin y Jungkook no podrían ser más diferentes. Ninguno de los dos se habría hablado de no ser porque Jungkook estaba a punto de reprobar química y Jimin era el único que podía ayudarlo. Una vez sus caminos se cruzaron ya no fue posible separarlos;...