Jimin y Jungkook no podrían ser más diferentes. Ninguno de los dos se habría hablado de no ser porque Jungkook estaba a punto de reprobar química y Jimin era el único que podía ayudarlo.
Una vez sus caminos se cruzaron ya no fue posible separarlos;...
<< El tiempo nos vuelve sentimentales. Quizás, al final es debido a eso por lo que sufrimos>>.
-Call me by your Name.
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01 de noviembre, 1989. Columbus, Indiana.
Sentir fue el regalo más grande que se le pudo dar al ser humano, poder experimentar el amor estaba en ello. A veces había dolor y llanto, pero el verdadero amor, el amor que se recuerda toda la vida y sigue inmortalizado con el paso del tiempo es aquel que te hace sentir ligero incluso si tienes el mundo sobre tus hombros. Te convierte en alguien cariñoso. Capaz de hacerte sentir cálido en pleno invierno, y que hace que tu alma incompleta y rota se vea hermosa aún lastimada. No intenta ser lo más importante de tu vida, sólo intenta que te sientas amado y valorado en un mundo donde al 99.9% de las personas no les importas. Eso era el amor.
Yoongi lo había entendido, porque si a Yoongi le preguntaran cual ha sido su mejor mañana, él diría que era esa misma, con la cabeza de Taehyung sobre su pecho, abrazándolo por completo con brazos y piernas. Con parte del cabello azabache acariciándole la barbilla.
Se encontró sonriente y cálido, lo amaba. Ese sentimiento de despertar abrazado por tu hogar, uno que te amaba.
Sus dedos encontraron su lugar entre los cabellos de Taehyung, los cuales acarició con cariño por un rato hasta que Taehyung se removió, anunciando al mundo que ya iba a despertar.
Y lo hizo luego de un minuto.
—Buenos días, cariño —saludó Taehyung con su voz adormilada.
A Yoongi le gustaba estar enamorado.
Porque al despertar esa mañana ni siquiera pensó que el sexo era lo más importante para hacer que Taehyung se quedara en la cama con él, por supuesto, les encantaba el sexo, pero estar enamorado significaba más que la lujuria y pasión. Ellos dos sólo se dedicaron a estar echados en la cama y ver televisión mientras Taehyung lo abrazaba y demostraba cierta comodidad al escuchar los latidos del corazón de Yoongi.
En ese instante, Yoongi comprendió a Jimin y Jungkook. Encontró fascinante como se sentía el tipo más afortunado del mundo mientras veía televisión abrazado de su chico, porque era algo simple, pero era su chico el que lo hacía increíble.
Para la media tarde, cuando sus estómagos pedían alimento, Taehyung se ofreció a ir por él.
—Okay, déjame recordar —se detuvo en la puerta para guardar su billetera—. Un burrito vegetariano con doble de salsa picante y un refresco Pepsi con mucho hielo.
Yoongi asintió desde la cama.
—Entonces regreso en veinte minutos o media hora —informó.
