Stand by Me

Capítulo 21

«Alexander se acercó lo suficiente como para que sus labios rozaran las comisuras de los labios de Oliver, con sus manos trazó el contorno de la mandíbula del que era el amor de su vida.
Se sentía tan bendecido de poder tocarlo, de poder respirar su aroma y sentir el cielo entre sus manos. Lo amaba. Fui testigo de su primer beso de amor, uno de los más inocentes y dolorosos porque era la primera vez que pasaba, y porque era el descubrimiento de que todos aquellos sentimientos que intentó ocultar por años, seguían ahí, aferrandolo a su mejor amigo, a la persona que estuvo ahí para él, al único hombre al que amaría por mucho tiempo y al que le estaba entregando su alma.»

—Por favor dime que terminan juntos —miró a un lado suyo a Jimin.

—¿Mm?

—Alexander y Oliver, ¿terminan juntos?

—La última vez me dijiste que no querías que te dijera nada sobre los demás libros si aún no los habías leído —le contesta Jimin, acariciando el pelaje de Mimi.

—Sí, pero esto es importante —golpeó suavemente la portada del segundo libro—. Necesito saber que se quedarán juntos.

Jimin quién ya iba en el tercer libro, se encogió de hombros.

—No lo sé, no los mencionan en el tercero y eso que ya voy por la mitad.

Jungkook se deja caer en el pasto con un griñido de frustración.

—Hasta el momento son mi pareja secundaria favorita, ¿qué le cuesta a Erin dejarlos juntos?

—También me pregunté lo mismo cuando terminé de leer el segundo libro. Quiero decir, Oliver es mi personaje favorito, es adorable. El mejor personaje.

—¿De qué hablas? Alexander es el mejor, además, también juega fútbol.

—Meh, muy divertido, sí. Sin embargo, creo que le falta demostrar más sus sentimientos, ¿Cómo iba Oliver a saber que le gustaba a Alexander si este lo trataba muy mal?

—Alexander creció en una familia que no tendía a demostrar su afecto ni cariño, y eran los años treinta, ¿cómo tendría oportunidad de hablarle a solas siquiera?

—Sigo creyendo que era un idiota demasiado narcisista.

—Pero si Erin incluso notaba como Alexander veía a Oliver, como si fuera el amor de su vida, sólo que Alexander no lo sabía todavía.

—Es diferente. ¿Cómo Oliver iba a notarlo si cada que quería acercarse a Alexander este se alejaba cada vez más?

—¿Y qué me dices de Oliver? Él tampoco dijo nada con respecto a sus sentimientos.

—Pero era más sensible, incluso le dió sus guantes a Alexander cuando éste tenía frío en el bote.

—Pues Alexander en la mitad del libro le dijo a Oliver que lo amaba por medio de acciones. ¡Le regaló un violín! ¿Sabes lo caro que están los violines?

—Eso no justifica lo que le hizo a Oliver en la fiesta, invitarlo para después ir con Mónica. Nah. ¡Eso es de patanes!

—¡Estaba confundido!

—¡Pero hizo llorar a Oliver!

—¡Pero después lo consoló abrazándolo y pidiéndole perdón!

—¡Eso no es suficiente!

Mimi maulló para llamar la atención de los dos y anunciar que se había despertado.

—Oh, lo siento —se disculpó el rubio.

—¿Ya ves lo que causaste?

—¿Yo?

—¿Quién fue el que gritó primero?