Jimin y Jungkook no podrían ser más diferentes. Ninguno de los dos se habría hablado de no ser porque Jungkook estaba a punto de reprobar química y Jimin era el único que podía ayudarlo.
Una vez sus caminos se cruzaron ya no fue posible separarlos;...
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20 de octubre, 1989.
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Una vez que se tiene sexo, era imposible vivir sin él más de un mes. O así era para Jungkook.
Se estaba volviendo loco. Su mano no era suficiente, sus fantasías eran suficientes para hacer una película porno. Aunque, no era la primera vez que Jungkook tenía una abstinencia.
Cuando comenzó su relación con Jimin, fueron seis largos meses para que volver a tener sexo. Había estado bien el primer mes, el segundo comenzó a masturbarse, el tercero se dijo que frotarse contra Jimin no estaba mal. Le gustaba el sexo con ropa, aunque no era como el sexo real que adoraba. Para el cuarto mes ya estaba nervioso y tenso, anhelando el día en que él y Jimin pudieran hacer más que sólo frotarse. Y para el quinto creía que se iba a volver loco.
Pero cuando por fin lo hicieron, se sintió cómo el paraíso en la tierra. Y no dejaron de hacerlo. En los buenos tiempos, Jimin y Jungkook tenían sexo casi todos los días, el máximo de rondas habían sido cinco, el mínimo una, y el común eran dos rondas más juegos previos.
Jungkook y Jimin tenían aproximadamente dos meses sin nada, ni un sólo movimiento e indicios de hacerlo.
Habían pasado de tener el verano más increíble lleno de sexo desenfrenado y pasional, el mejor que Jungkook había experimentado en su corta vida, a ya no tener nada.
Y cuando intentaba ir más allá en los besos con Jimin, este simplemente se alejaba y ponía una excusa. Lo cual desesperaba a Jungkook, pero fingía estar bien para no verse como un lunático adicto al sexo y al cuerpo de su novio. Aunque era así.
¿Podían culparlo? Jungkook creía que no. Tenía razones para ser adicto a tener sexo con su novio. La primera, Jimin podría ser delgado, pero tenía un trasero de infarto, grande, suave y blando, acompañado de unos muslos rellenos gracias a que siempre andaba en bicicleta. Casi todo Jimin tenía tonalidades rosadas o café claro, su piel siempre olía bien, era blanca y brillante, y la mejor parte, era que estaba libre de vello corporal.
Jungkook no tenía nada en contra del vello corporal, pero prefería que no lo tuviera, incluso él creía en la depilación. Él mismo depilaba sus axilas y el vello púbico, no había rastro de vello facial en él y no lo habría nunca.
