1978. Los Altos Hills, California.
Taehyung lloró, cubriendo sus ojos mientras la música retumbaba en sus oídos. No entendía que era lo que estaban haciendo ahí, no quería estar ahí tampoco.
Pero su padre opinaba diferente. Quitándole las manos del rostro, el hombre le pegó una fuerte bofetada y lo tomó del mentón para que viera hacia el frente.
—¡¿Qué a acaso quieres ser un maldito maricón?! —apretó su mentón con fuerza, lastimando a su hijo—. Esto es lo que disfrutan los malditos hombres.
La mujer que se iba desvistiendo, desvió la mirada de la escena. Se suponía que los niños no podían entrar al burdel, pero aquél hombre le había pagado una enorme suma de dinero por hacer aquello.
Taehyung gimoteó del dolor, pero sobretodo del miedo.
Él sólo había cometido un error, había besado a su amigo en los labios por haber jugado a 'la casita'. Y su padre los había visto, lo había azotado tan fuerte con el cinturón gritándole lo enfermo que estaba, y luego lo había arrastrado a ese lugar que olía mal, y dónde habían muchas mujeres sin ropa.
Quería irse, pero las piernas le dolían por lo fuerte que lo había azotado su padre, el cuero de su cinturón le había hecho heridas en las piernas, y sus shorts estaban manchados con la sangre de las mismas heridas que su padre no se molestó en revisar si era demasiado grave.
Supo que a Hoseok lo habían castigado por lo que habían hecho ellos dos, y por más que la madre de su amigo intentó explicarle a su padre que lo que habían hecho era un juego de niños, el señor Kim sólo lo golpeó y después lo subió en el auto, gritándole que no permitiría que su hijo fuera un enfermo. Y lo había arrastrado hasta ahí.
—Yo te curaré —le había dicho—. No permitiré que arruines tu vida. No serás una decepción.
Esa era la primera vez que Taehyung conoció el cuerpo de una mujer; cómo eran los pechos de una, como era su vagina, como se veían las expresiones lacivas y los gimoteos.
Estuvo dos horas en un burdel, con su padre abofeteandolo cada que quería apartar la mirada. Viendo como su padre se emborrachaba y comenzaba a tocar a esas mujeres.
Tenía sólo ocho años.
Y cuando llegó a casa, vomitó por minutos hasta que su madre, con el pijama puesto y recién despertada en medio de la noche, lo encontró en aquél estado, y le sobó la espalda, preguntándole que era lo que tenía, que era lo que lo había enfermado.
Ella lo tomó en brazos y lo cargó, bajando las escaleras con cuidado, y dándole besos en la mejilla con cariño.
—Sonha, creo que Taehyung está enfermo —le dijo preocupada a su esposo—. Tiene fiebre y...
—Sólo está fingiendo —dijo el hombre, encendiendo la televisión—. Exagera.
—No lo creo. Él realmente está enfermo. Necesito que nos lleves al hospital y-
—No dejaré que mi hijo se vuelva un maricón —la interrumpió—. Sólo está exagerando porque hoy lo convertí en un verdadero hombre. Llévalo a su habitación, y déjalo ahí.
Taehyung abrazó con fuerza el cuello de su madre, sintiendo ganas de llorar de nuevo al recordar lo que había pasado horas antes. Yejin frunció el ceño ante aquél comportamiento de su hijo. Taehyung temblaba entre sus brazos y parecía querer sollozar.
Miró rápidamente a su esposo.
—¿Qué fue lo que le hiciste? —Preguntó sin poder contener su rabia.
ESTÁS LEYENDO
Stand by Me
FanfictionJimin y Jungkook no podrían ser más diferentes. Ninguno de los dos se habría hablado de no ser porque Jungkook estaba a punto de reprobar química y Jimin era el único que podía ayudarlo. Una vez sus caminos se cruzaron ya no fue posible separarlos;...