Jimin y Jungkook no podrían ser más diferentes. Ninguno de los dos se habría hablado de no ser porque Jungkook estaba a punto de reprobar química y Jimin era el único que podía ayudarlo.
Una vez sus caminos se cruzaron ya no fue posible separarlos;...
Hello gente. De donde soy sigue siendo Halloween y acabo de salir del trabajo, así que aquí va su regalito Halloweenesco.
Este es el segundo especial que les prometí, pero no quería publicarlo junto con el anterior debido a que son dos moods muuuuuuuuy distintos. Pero espero lo disfruten.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
31 de octubre, 1989. Columbus, Indiana.
Si a Jungkook le hubieran dicho que algún vería a Taehyung y Yoongi juntos, llevandose bien, él se reiría. Si a Jungkook le hubieran dicho que alguna vez vería un beso entre Taehyung y Yoongi, se reiría hasta que le doliera el abdomen y luego vomitaría. Pero en ese momento, mientras veía un beso que no era actuado, sino, lucía hasta tierno, no sabía con exactitud como moverse.
Taehyung tenía tomado de la cara a Yoongi y su boca esta sobre la de él.
—Santo Dios, deberías ver tu cara —se burló Jimin, que volviendo a la realidad, Jungkook lo tenía abrazado por los hombros.
—¿Qué carajos están viendo mis ojos? —Preguntó—, ¿Y por qué tú no estás igual de sorprendido como yo?
En ese momento, Jimin desvió la mirada. Ahí Jungkook supo la verdad.
—Ya lo sabías —dijo.
Se sintió algo ofendido que Jimin no le hubiera dicho nada.
—Ellos me confiaron el secreto —lo miró con culpa.
—¿Y no fuiste capaz de decirme?
—No era mi secreto para esparcirlo —le dijo.
—Pero soy tu novio.
—Pero ellos no querían que tú lo supieras.
Jungkook se quedó callado y volvió la vista hacia Taehyung y Yoongi. No sólo estaba ofendido porque Jimin no le hubiera dicho esa gran noticia, también lo estaba con Taehyung por no confiar en él.
—¿Estás enojado conmigo? —Le preguntó Jimin.
—Lo estoy —se sinceró—. ¿Desde cuando nos guardamos secretos?
Jimin se quedó en silencio y bajó la mirada con lo que parecía arrepentimiento.
—Pero... —Jungkook habló—, podría dejar de estarlo.
—¿Podrías?
—Aún no me has dado mi obsequio de Halloween, ricitos —recordó—. Ya sabes: "dulce o truco".
—¿Dulce o truco? —Una sonrisa comenzó a expandirse en sus labios— ¿Estás intentando manipularme?
Jungkook le puso una mano en su cara.
—Yo siempre te digo que es lo que pasa en mi vida y en mi mente, no guardo secretos, ricitos, y tú me has guardado uno a mí.
Había una sola cosa que Jungkook deseaba de Jimin en ese momento. Y al ver el brillo en los ojos de Jimin, supo que lo había conseguido.
