Jimin y Jungkook no podrían ser más diferentes. Ninguno de los dos se habría hablado de no ser porque Jungkook estaba a punto de reprobar química y Jimin era el único que podía ayudarlo.
Una vez sus caminos se cruzaron ya no fue posible separarlos;...
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1971. Columbus, Indiana.
Sulgi tomó de la mano a Rosé y Chanyeol, los llevó por un extenso corredor y luego, llegaron a una sala, habían dos hombres más ahí, viendo por un gran ventanal hacia un cuarto.
Sulgi los animó a acercarse hacia el ventanal, se paró detrás de ellos, inclinandose un poco a la altura de ambos y señaló hacia una de las incubadoras.
—Ese que está ahí es su hermanito—habló con suavidad.
—¿Ese es Jimin? —Chanyeol frunció el ceño.
—Es muy pequeño —murmuró Rosé.
—Eso es porque es un bebé, tonta.
Rosé le sacó la lengua y volvió a ver hacia el frente. Pegando ambas manos al cristal, se acercó más. Sus hermanas menores, Momo y Soojin habían nacido un poco más grandes, ellas eran muy regordetas y lloronas. Jimin, al contrario, era pequeño, también era regordete pero no tanto como sus hermanas o los otros bebés, y tenía un poco más de cabello que los otros bebés, eran delgados mechones de cabello rubio.
—¿Por qué es tan pequeño? —Terminó preguntándole a Sulgi.
—Es porque nació mucho antes que otros bebés —le explicó—, es pequeño por el momento ya que es prematuro, pero al pasar de los años se hará mucho más alto.
—¿Cómo Chanyeol? —Rosé señaló a su hermano.
Chanyeol media un metro sesenta y cuatro a sus once años, era, hasta el momento, el niño más alto de su clase.
—Sí, como Chanyeol —arrugó un poco la nariz mientras sonreía.
Dicho niño, estaba viendo a su hermano menor, siempre había querido un hermano hombre porque ya eran muchas niñas y no quería ser el único responsable de cuidarlas, pero la cosa estaba en que no sabía si Jimin lo seguiría, era realmente pequeño, muy chico. Y al parecer dormía mucho a pesar del ruido que hacían otros bebés al llorar. Jimin estaba tranquilo durmiendo en la incubadora.
—Ahora deben de cuidar de él, ¿de acuerdo? Su papá ya no está, así que Jimin necesitará que cuiden mucho de él, después de todo, es el más pequeño de todos ustedes —Sulgi apretó los hombros de ambos hermanos—. ¿No es muy lindo?
—Está muy rosa —Chanyeol frunció el ceño.
—Y su cara es arrugada —comentó Rosé. Luego se encogió de hombros— Tal vez se haga más bonito con el tiempo.
—Es niño, los niños no somos bonitos, somos guapos.
—No tiene nada de malo llamar a un bebé bonito —lo miró molesta—, a lo mejor estás celoso porque nadie te llamó bonito cuando eras bebé.
—Pues tú eras muy fea cuando naciste —le dijo Chanyeol en respuesta.
—Ya basta de pelear ustedes dos. Son hermanos, no deberían de llevarse de esa manera —los regañó Sulgi.
