CAPITULO 3

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Apenas llegue a Roma hace un par de horas y ya tengo que soportar a  él imbécil de mi hermano que acaba de hacer salir corriendo a una pobre muchachita por la vergüenza. 

-Para esto me trajiste aquí para enseñarme el coño más apretado en Roma - dije con fastidio- Madura  Leon de una puta vez - Me dirigí a la puerta del museo caminando tranquilamente con las manos en los bolsillos- 

-Hay hermanito eras más divertido cuando no estabas a la cabeza de la familia- Se posiciona a mi lado - 

- Come dije debes madurar- Subo al auto y el me imita subiendo al suyo. Conduzco hasta un embarcadero abandonado en donde arreglamos los problemas de la familia, dentro encontramos a Benjamín uno de los hombres que lleva más años trabajando con nosotros, se encuentra atado a un brazo de grúa, cubierto de sangre y completamente desnudo- 

Me tomo mi tiempo en sacarme el saco y dejarlo bien acomodado sobre unas cajas, me remango la camisa hasta los codos y le hago señas a uno de los hombres para que lo bajen a mi altura. Mi hermano Leon se mantenía detrás de mí con el rostro descompuesto, s i el maldito nunca tuvo estomago par esto.

El hombre queda a mi altura y el miedo se refleja en sus ojos. El hombre frente a mí  ha trabajado para mi familia por más de veinte años, fue muy astuto o muy tonto en creer que podía robarme con su medio hermano. Ellos han estado sacando mercancía para venderla en el mercado negro. No hemos encontrado a su socio y esa es la única razon por la que aun respira.  

-O Benjamín que mal te ves -  Uno de mis hombres me deja una silla para que me sienta cómodo- 

-Perdone señor, le juro que le devolveré todo - Lloriquea, es increíble ver a un hombre que causaba pavor hace solo unos días verse como un marica-

- ¿Cómo lo harás tu socio se llevó todas las ganancias por lo que tengo entendido o me equivoco?- Dije con toda tranquilidad- 

-Yo lo encontrare señor, solo perdóneme la vida, lo juro - 

-Eras un hombre fiel a la familia - Chasqueo la lengua - Ágamos algo solo por el tiempo que has trabajado para nosotros, no te matare si me dices donde esta Jorge- Su mirada brillo con esperanza- 

- Creta, señor un familiar me informo que estaba allí - Sonreí con maldad - 

- Bien echo Benjamín, te daré una muerte rápida aunque muy dolosa- Su rostro palideció- 

-¡Pero usted me dijo que no me mataría!- Grito en desesperación-

-Y yo no lo are, serán ellos - Señale a mis hombres - ya vijo tebya vie adou- Dije en ruso ( te veo en el infierno)-

El brazo de la grúa se elevó, sobre un gran  contenedor con ácido, mientras me colocaba el saco el brazo comenzó a bajar lentamente y se detuvo cuando el líquido llego a su cuello. Me quede para disfrutar del espectáculo, mientras mi hermano tuvo que salir haciendo arcadas fuera del lugar. Le faltaba estomago para esto, cuando dio su ultimo jadeo salí para hacer los preparativos iría a Creta por el ultimo traidor. 

Horas después me encontraba en el aeropuerto con mis dos amigos Federico y Terris  ellos eran mi sombra  y mis hombres de confianza. Y para completar  una colorada que no había sido invitada caminaba a nuestra dirección con maleta en mano . 

-¿Qué haces aquí?- La hermana de menor de Federico sonreía como todo un ángel una lástima que esta chiquilla era más bien un demonio- 

- Leon me dijo que se iban a Creta y yo quiero conocer el lugar por eso voy con ustedes- No dio tiempo a replica-

- Lucia ¿Qué crees que haces?- Federico se encrespo, mientras Terris y yo mirábamos la próxima discusión a venir-  

Como siempre el demonio gano y aquí estábamos todos esperando el despegue, Lucia era como nuestra hermana pequeña la queríamos mucho y la cuidábamos más pero no se confundan la chica con sus diecinueve años era tan peligrosa y letal como cualquiera de nosotros.  Después de la muerte de su madre Fede se hiso cargo de su hermana de tan solo nueve años, ella se crio con nosotros, entre armas , balas y sangre. No podíamos pedir que fuera un dulce dama después de eso. Su entrenamiento comenzó a los diez años pedido por ella misma y se destacó entre muchos. Pero para nosotros ella aún era la pequeña niña  que corría detrás de nosotros para que jugáramos con ella.

Llegamos a la isla dos horas después y nos hospedamos en una de las  tantas casas que teníamos en el continente, cuando todos estaban instalados tome una caja de cigarros, mi arma  y salí a caminar.

 Recorrí las calles de la cuidad mientras reunía información sobre Jorge, por ser un lugar chico no me costó mucho saber dónde podía encontrarlo, mañana en la mañana lo cazaría.

Una sincera carcajada llamo mi atención mire hacia donde venia el dulce sonido. En un balcón una joven mujer conversaba por teléfono muy animada, su sonrisa era hermosa, ella conversaba mientras se apoyaba en la baranda del balcón miraba hacia el mar. Sus gestos me tenían hipnotizado, se mordía el labio, ponía su cabello por detrás de la oreja y como un idiota no perdía ningún movimiento. Llevaba puesto una remera  larga de color neutral, sus piernas largas me despertaron ganas de estar entre ellas. Maldición era un pecado andante la condenada ¿Acaso no sabía al peligro que se exponía de esa manera?       

Ella corto la llamada y como si sintiera mi presencia  comenzó a observar el lugar, de un momento a otro quedo mirando en mi dirección torció su cabeza y me sonrió, inconscientemente también le sonreí aunque podía asegurar que no podría verme. Entro y cerró las cortinas como un balde de agua fría volví a la realidad ¿Quién eres bonita? Tendría que solucionar rápido mis asuntos y averiguarlo.   

Lucia en portada

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