CAPITULO 7

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Gabriela

Mientras nos aprontábamos para una noche loca de esa que Chan y yo sabemos disfrutar al máximo, la puerta fue tocada con suaves golpes. Chan abrió la puerta, mientras Sofia una Colombiana compañera de nuestro grupo de estudio, entraba con un lindo vestido floreado.  

La había invitado hoy cuando volvimos de la salida, ya que parecía que la chica no encajaba muy bien con el equipo de estudio que le había tocado, siempre estaba sola mientras sus compañeros parecían más del tipo que se enfocaban más en los libros en su tiempo libres ella salía a caminar y recorrer la isla. 

-¿Lista para la noche? - pregunté 

-Si, pero guay Gabriela, te vez ..... -puso la mano en su mentón como buscando las palabras- 

-¿Sésil? -Dije juguetona-

- Estas en llamas chica- Chan y yo nos carcajeamos por la impresión de la chica- 

-Parece que esta pequeña va a salir de cazaría- dijo mi amigo con una sonrisa de lado- 

-Es la idea, necesito un chico esta noche - Hice un caída de ojos

-No tengas duda que hoy podrás elegir a gusto- Dijo Sofia con gracia-  

-Bien vamos entonces bellezas- Como todo un caballero nos abrió la puerta para salir, mi amigo podía ser todo un caballero cuando quería-

Llegamos a una disco pequeña nos acomodamos en una mesas y comenzamos a beber como maniáticos, mi resistencia a la bebida era muy buena al igual que la de Chan pero no sabía cómo era la de Sofia por esa razon la tome de la mano para despegarla de la botella la verdad no quería cargar con un borracho la noche .

Cinco minutos después Sofia y yo movíamos las caderas entre risas y burlas en la pista mientras Chan tenía una rubia casi desnuda en sus piernas. El casanova de mi amigo tenía un imán para las zorras sin duda alguna, mientras yo no había visto nada que me llamara la atención, alguno que otro se me había acercado pero los espantaba. 

Chan se acercó moviendo las caderas me susurro que se iría a la casa de la chica y que no lo esperara, pero como siempre estaría atento a su celular por si se me ofrecía algo. Salió de la pista como entro bailando, tomo a la rubia de las caderas y se perdió.  

Seguimos bailando, un hombre tomo a Sofia y comenzó a bailar con ella. Unas manos se posaron en mi cintura seguí con el ritmo mientras de apoco me di la vuelta para ver al desconocido, me encontré con unos ojos azules como el  mar, un rostro esculpido por los mismísimos dioses, le sonreí . Me di vuelta esperando encontrar algún defecto, pero qué diablos estaba buenísimo. Me mordí el labio pensando de lo bien que lo iba a pasar esta noche, porque este adonis no se me escapaba.       

-Vamos a un lugar más privado- No pregunté fue más bien una orden- 

-Vamos a mi casa- negué mientras lo sacaba de la pista. Salimos y sin esperar lo tome de la nuca y lo bese, no hubo resistencia al contrario sus manos se aferraron a mi  posesivamente-

-Hay un hotel a media cuadra ¿Vamos?- dije apenas me separe -

-Vamos- 

Entramos a la recesión y yo pedí una habitación y pague no le di tiempo a que sacara la billetera el me miraba atónico. No es la primera vez que un hombre queda así por mi forma de manejar estas situaciones, es algo que no entienden pero a mí no me gusta que me paguen el hotel ni la comida no se es algo mío.    

Cuando abrí la puerta  y entramos me colgué de el con mis piernas enrolladas en sus caderas y mis manos en su nuca, los besos eran ardientes. Sus manos me sujetaban con fuerza sabía que tendría marcas mañana, me baje para desprender su pantalón me gustaba volver loco a mis parejas sexuales lo más posible, metí la mano en su bóxer y tome su erecto amigo y por dios no era para nada pequeño, no deje de mirarlo mientras  subía mi mano de arriba a abajo. Su respiración se aceleraba mientras yo sin soltarlo lo llevaba al borde de la cama, apenas la parte trasera de sus piernas chocaron con ella baje su pantalón, bóxer   y lo senté.   

Me puse entre sus piernas, mientras el sacaba sus zapatos y pantalón . Puse su miembro en mi boca tomándolo por sorpresa, palabras en un idioma que no conocí salieron de su labios entre gemidos. Aumente el ritmó, sabía que se acercaba a su final y pocos segundos después mi boca se llenaba de su semen.   

-¿Eres un ángel o un demonio?- Dijo con la cabeza aun recostada hacia atrás por la sensación del orgasmo-  

-Soy lo que tú quieras que sea, aunque las alas no me van muy bien en cambio el rojo y los cuernos me quedan genial- Él se enfocó en mí, ya me encontraba parada en frente de él bajando mi vestido- 

-Pues que así sea - su mirada era más oscura de lo que recordaba, me acerqué lentamente muy lentamente mientras mi vestido quedaba en el suelo-

Me senté sobre el colocando una pierna a cada lado de su cuerpo mientras devoraba su boca, mientras aprovechaba para desprender su camisa. Sus manos acariciaban mis muslos y yo repartí besos por su cuello.   

Lo empuje a la cama y deje que se acomodara en ella conmigo aun sobre él, sus manos recorrían mis pechos aun sobre el brasee y yo daba leves movimientos de caderas sobre su miembro . Jugué con él para llevarlo al límite, me gustaba mantener el control .  

-Deja de torturarme- su voz ronca me erizo la piel- 

-Te dije que las alas no era lo mío - recorrí su pecho con mi lengua-   

-Eres una pervertida ¿Pero sabes qué ? Yo lo soy aún más- En algún momento termine de bajo de el  con mis muñecas sujetadas en su mano, a su completa merced  esto se estaba poniendo interesante - Ya te deje jugar ahora me toca a mi-  

EL Diario de AnalíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora