Capitulo 57

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Adrián

Me encontraba en mi oficina con un humor de los mil demonios, tenía que encontrar una forma de deshacerme del cuervo sin llamar la atención de Gabriela. Había visto lo suficiente para saber que el representaba un peligro real para mí.  

Aun podía ver en mi mente sus miradas conectadas con necesidad, el anhelo y la paz que trasmitían al estar juntos. En un ataque de ira arroje todo lo que se encontraba sobre el escritorio, bajo la mirada de mis dos amigos.    

Lucia se asomaba por la puerta con el temor en los ojos. Federico siendo el hermano protector que siempre fue le paso una mano por los hombros de manera tranquilizadora.

-¿Por qué la llevaste?- Mi voz salió más tosca de lo que quería-  

-Adrián sé que estas enojado pero escúchame primero- Me apoye en el escritorio y cruce mis brazos de manera intimidante- Gabriela entro en pánico cuando vio el vestido de novia... no sabría decir si se fue un ataque de ansiedad o qué, pero parecía que no lograba respirar y me asuste ... se me ocurrió que ver a su hermano podría ayudarla. .. Lo menos que imagen era encontrare apuntándole y a estos dos golpeados ...- Lo último lo susurro sin mirarme más avergonzada que otra cosa- 

-No vuelvas a tomar una decisión referida a Gabriela, sin consultarme antes- Medite antes de seguir hablando, no quería ser duro con ella también- En especial en su estado, hay que mantenerla lo más lejos de esos dos por lo menos hasta que se adapté a su nueva realidad... ¿Como esta ella ahora?- 

-Hum como decirlo, fastidiada, preocupada y muy molesta . Me pedio que la dejara descansar aunque se perfectamente que no lo ara- Asentí dándole a entender que entendía-

-Iré a verla- La voz de Federico me detuvo- 

-Adrián, tenle paciencia - 

-Ya he tenido suficiente paciencia, es momento que deje de comportarse como una maldita malcriada y acepte lo que le toco- Volví a retomar mi camino sin decir más-

Antes de entrar me mentalice con lo que me iba a encontrar dentro, me preparaba para una batalla o para la mismísima guerra dentro de esa habitación pero nunca espere lo que vería. Frente a el ventanal con los últimos rayos de luz que entraban por la ventana en forma vertical, se encontraba la imagen más hermosa que había visto en mi toda mi vida.  

Gabriela tenía el vestido de novia puesto, decir que parecía un ángel era poco, como una pintura de lo irreal. Su facciones siempre fueron finas y delicadas pero jamás se habían podido apreciar a tan magnitud. Ella me miro atreves del reflejo del vidrio.

-¿Como me veo?- Voltio - Lucia perece saber mis medidas mejor que yo- Algo era diferente en ella, su voz más suave con una pisca de tristeza tal vez -

-Te vez bellísima- Me acerque esperando el rechazo de su parte pero para mi asombro ella no intento huir como solía-  

Coloque mi mano en su mejilla y la acaricie. Con mi dedo recorrí sus labios, me encontraba embrujado por ella- Tan hermosa - Susurre cerca de su labios- Tan mía- La tome en un beso lento pero con un poco de posesividad , recorrí su rostro con besos, baje por su cuello lambiendo todo a mi paso quería poseerla en ese momento, quería marcarla como completamente mía.    

La necesitaba y ella no oponía resistencia, se dejaba tocar. La di vuelta para bajar el cierre del vestido sin dejar de besar su cuello, deslice el cierre con toda paciencia mientras mis dedos acariciaban su espalda, el vestido callo como cascada al suelo dejándola solo con una tanguita blanca en su cuerpo.    

Ella intento tapar sus pechos y antes que lo hiciera la tome de la muñeca evitándolo. Aun de espaldas tome su peson en mis dedos para darle pequeños pellizcos, logrando que gimiera y recostó su cabeza en mi pecho disfrutando del contacto que le daba. 

- A la cama- Ordene y sin más obedeció, acostándose boca arriba en el medio de ella. Me desvestí mientras me la comía con la mirada- Abre tus pierna- La duda cruzo por su rostro, no pensaba darle espacio a el arrepentimiento en lo especial por lo duro que me tenía-Tome sus rodillas y me encargue de abrirla completamente.- Mírame - Había notado que esta ultimas veces ella cerraba sus ojos cuando la follaba pero hoy quería que me viera hacérselo- 

Corrí sus braguitas a un lado y metí un dedo en su interior, ella arqueo la espalda y yo tome su pecho en mi mano para llevar mi boca de nuevo a su pezón erecto, mientras otro dedo entraba en ella moviéndose en forma rítmica, quería hacerla tocar el cielo. Sus caderas hacían círculos exigiendo más.   

Tome mi miembro en mi en mi mano para llevarlo a su entrada y mi hundí en ella de manera desesperada. El cuarto pronto se llenó de gemidos de parte de ella y gruñidos de la mía. Estar en su interior era el maldito paraíso. Dejo de importarme que no me mirara y mantuviera sus hermosos ojos cerrados mientras lo disfrutara como lo estaba haciendo.    

Casi una hora después seguía encima de ella temblando por los espasmos después de la última eyaculación, sus piernas enredadas en mis caderas me alentaban a continuar. Sus labios estaban rojos e hinchados por los besos, su pelo desparramado por la almohada le daba un toque de inocencia, respiraba entre cortado , ella se convertiría en mi maldita adición. No podía ser más hermosa.     

Me moví a su lado y la atraje a mí. No recordaba haber disfrutado a una mujer después de follarla, ni siquiera a ella. El silencio se instaló entre nosotros , no era incomodo pero yo quería saber que pasaba por su mente.  

-¿En qué piensas?  Y no mientas, di o pregunta lo que quieras- Ella se recostó a la cabecera tapado sus senos con la sabana- 

-Lucia dijo que mañana nos casamos- Intento disimular la molestia en su voz pero fracaso- 

-Te dije que te convertiría en mi mujer en todo los sentidos, mañana a la noche, te convertirás legalmente y ante los ojos de dios en mi mujer - Su mirada se perdió entre la ventana y las cortinas- 

-¿Por la iglesia también?- Asentí-

-Acaso no eres religiosa, eso no importa mi familia estará presente y para ellos es más importante los botos matrimoniales ante dios, que los civiles- Sonreí de costado cuando note como se mordió el interior de su mejilla para no dar un insulto-

- ¿Puedo pedir algo? Si es que tengo alguna voz , en mi boda por supuesto- 

-Pide lo que este a mi alcance te lo daré y lo que no lo esté lo consiguiere-

-Si lo está, quiero que mi hermano sea quien me entregue - 

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