CAPITULO 37

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-Mierda- Fue lo único que pude balbucear al ser empujada por Eduardo fuera del alcance de un Leon furioso mientras Aldo aún se encontraba tirado en el suelo con la nariz y boca con sangre.

Con manos temblosas pensé en marcarle a Chan pero no sabía si era lo mejor en este momento así que me aleje unos pasos mientras Leon era arrojado a las botellas detrás de la barra, con toda ferocidad. Aldo no llego a incorporarse del todo cuando Eduardo ya le estaba dando una patada en las costillas como si fuera un balón de futbol y solo pude pensar en esa comparación porque rodo como una pelota hasta llegar a la pared. 

Un Leon se estaba levantando con varios cortes y gran esfuerzo apoyado en la barra, no duro mucho cuando un puño aterrizo en su rostro. Fue tanta mi conmoción que me apoye en la barra para ver al pobre desmayado en el suelo jaja tome mi celular y sin pensarlo le hice una foto. 

Aun sobre la barra fui tomada por la cintura y sacada del lugar. Estaba eufórica y sonreía como una idiota sin notar que estaba sobre el hombro de mi amigo.

-Ya vámonos o te juro que volveré y los matare- Eduardo estaba enojado y yo no entendía por qué- 

-¿Qué te parece si me bajas?- Dije con tono alegre -

-No, cuando estemos seguros-

-Pero si los dejaste inconscientes, ya bájame cavernícola- Chille por la palmada brusca que recibí en mi trasero-

-Quédate quieta, ellos siempre tienen a sus gorilas cerca- O eso no lo tenía en cuenta -

Por suerte la camioneta no estaba muy lejos aunque a la gente a nuestro alrededor no parecía molestarle ver a un hombre cargando a un frágil mujer cómo saco de papa por las calles, era cómico de donde lo vieras. Ya sentados en el vehículo decidí comenzar una conversación. 

-¿Por qué estas tan enojado? -

-Todo estaría bien si ese idiota no te hubiera querido ordenar como si fueras su propiedad- No encontraba palabras para esa respuesta en este momento-  

-Hum- Fue lo único que dije y me dedique a mirar la noche caer por la hermosa Roma- 

Al llegar a lo que era el hogar de Eduardo todo estaba en oscuridad absoluta lo tome de la camisa para no perderlo de vista y terminar estrellándome contra alguna pared sin previo aviso. El en cambio se movía con la agilidad de un gato en la penumbra del lugar.  

No podía descifrar por completo a este hombre, bueno en realidad no era buena con ninguno de su especie sin ser por Chan, a él si lo podía leer como la palma de mi mano. Eduardo parecía tener muchas personalidades y me era imposible saber cuál de todas era la verdadera. Era el tipo sésil que parecía comerse al mundo con toda la seguridad. O era el chico extrovertido y alegre que parecía que todo le daba igual. Pero no olvidemos al animal feroz que conocí en el club bajo la lluvia de balas y el de hoy en el bar, ese que no tenía restricciones para acabar con la vida de otro sin titubear. En realidad ninguno me molestaba o tal vez un poco el Sr. sonrisas por el hecho que ese era el que me parecía más falso de todos.  

-¿Cuál de todos eres?- Pregunte en voz alta sin darme cuenta -

-¿Que?-

-Bueno cual de todos los Eduardo que conozco eres tú ¿Cuál es el real?- Aun en esa oscuridad pude ver una pequeña sonrisa juguetona y cuando menos lo pensé estaba siendo acorralada como un pequeño ratón contra una columna del lugar.

Sus movimientos eran lentes como si no tratara de asustarme de más, sentía una de sus manos acariciar mi cintura y su respiración en mi oído era tranquila como la de un depredador antes de saltar sobre su presa y maldecí por la simple razon de que mi cuerpo racionaba a cada movimiento que el hacía.   

Como era posible que con tan poco el me calentare así, sin mencionar en el lugar que estábamos. 

-¿Cuál de todos te gusta más? Susurro y dejo un corto beso en mi cuello- Seré el que tú quieras que sea, el que más necesites- Mi entrepierna palpito y como no si esa voz ronca estaba cargada de deseo !! Oh santa mierda¡¡- 

Su luenga se deslizo desde mi cuello a mi mentón, su mano se coló dentro de mi pantalón para comenzar a acariciarme justo en mi botón de placer. 

-¿Te gusta esto cachorra?- Solo pude gemir ya que su boca se apodero de la mía, con un beso de pación y lujuria -   

Cerré los ojos y solo disfruté su toque, cuando uno de sus dedos ingreso en mi me retorcí de placer sin importarme nada más a nuestro alrededor. Tome su cabello entre mis dedos con la necesidad de agarrarme de algo con urgencia sabía que un orgasmo se aproximaba, todo mi cuerpo lo gritaba. 

-Dime cachorra ¿Qué es lo que quieres? Pídelo y te lo daré-  

-Fo.. follame ..- 

No tuve que decir más, el bajo mis pantalones y me dio la vuelta. Puso mis manos juntas sobre la columna y presionó con su mano las mías, me tomo de la cintura dejando mi trasero más expuesto a él . Sentí su miembro sin barrera acariciar mi trasero y llegar a mi vagina para hundirse en ella . Gemí fuerte por la dura intromisión tan profunda y rápida que me dejo sin aire por unos segundos, sus estocadas eran fuertes y rápidas.    

El primer orgasmo fue fulminante pero no paro ni un segundo para asimilarlo, el siguió tomando todo lo que pudo de mí.  

Retiro su mano de las mías y bajo la intensidad de su estocadas, gire la cabeza para verlo y encontrar la razon de eso.

-Tu solo disfruta y no hagas ruido tengo que atender - La pantalla de su celular brillaba y gracias a esa única luz podía notar sus ojos cerrados y sus dientes apretados -

- Dime jefazo - Me tense e intente incorporarme pero su mano en mi cadera paso a agarrar mi cabello para mantenerme en mi lugar y para confirmar que no me moviera me dio una profunda estocada llevándome más hacia él , tuve que ahogar un grito - Gabi se está bañando cuando salga le aviso- Seguía entrando y saliendo de mi con agilidad - Claro si tranquilo yo me encargo- Corto y volvió a su ritmo rápido-  

-Córrete para mi cachorra - No tuvo que decirlo dos beses para que yo obedeciera- Carajo cachorra - Salió rápido de mi para arrojar su semen en algún lugar del suelo-  

Yo simplemente no podía moverme, mis piernas temblaban, mi respiración era agitada pero para que negarlo había tenido uno de los mejores polvos de mi vida. Y si no fuera porque estábamos rodeados de oscuridad mi sonrisa sería más que ovia antes sus ojos.

El me subió los pantalones mientras yo aun no me movía y deposito un beso en mi boca antes de cargarme rumbo al ascensor .

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