EL Diario de Analía

CAPITULO 21

Adrián

Seguía marcando su número  cada hora, puse gente para buscarla y a otra a  investigarla a fondo, nada me daba resultados. Habían pasado dos días desde que alguien se infiltro en mi casa y ataco a Terry, dos malditos días que ella junto a es asiático habían desaparecido sin dejar rastro y nada era coincidencia, si antes tenía duda con ese tipo ya no. No sabía quién diablos era pero no era alguien ordinario. 

Tenía claro que para abandonar la isla tendrían que haber abordado el ferry pero por alguna razon sus nombres no estaban en los registros así que era lógico que hubieran usado nombres falsos y  para eso  llevaría tiempo en descubrir para donde partieron.

Había mandado a toda mi gente en su búsqueda le puse precio a su cabeza aunque suena como la mierda, ella no se me escaparía con facilidad. Por su puesto que nadie podía tocarla por lo menos a ella, él era otro tema.

Estaba tan enfadado que ni mis amigos, casi familia no se atrevían a hablarme más de lo necesario y mi hermano no mejoraba las cosas ya que parece que tuvo que comprar algunas autoridades para limpiar el desastre que cometió con una chiquilla en Roma, por supuesto que uso nuestro apellido para ello. Él estaba acabando con mi paciencia. 

Hoy mismo partiríamos con rumbo a Roma solo Federico y  yo , los demás irían directo a Rusia para no descuidar los negocios. Tenía que darle una lección al bastardo chico  ya le había dejado mucha libertad. 

Terry y Lucia entraron al despacho con maleta en mano, levante la vista de los papeles sin ninguna emoción y pude apreciar el nerviosismo de Lucia -Solo veníamos a despedirnos- Terry hablo -

-Adiós nos vemos en algunas semanas- Los dos asintieron y se marcharon- 

Doce horas después estábamos en el aeropuerto de Roma rumbo a la mansión, agradecía que Federico seguía sin hablar más de lo necesario. Sin sorprenderme encontré al bastardo de mi hermano desplomado en el sillón de la sala, me quite el bolso que llevaba en mis hombros, la chaqueta y me remangue la camisa. Sin previo aviso me lance sobre el para comenzar a golpearlo sin piedad. Cada golpe era tan  satisfactorio para mí que me lamente cuando tuve que detenerme porque el imbécil quedo inconsciente.

Federico que aún se encontraba parado en el mismo lugar me miraba sin expresión alguna y solo se movió para alcanzarme un trapo que le pidió a unos de los guardias que habían llegado por los gritos de Leon. Limpie mis puños que se encontraban aun bañados de sangre y les di la orden a los guardias de llevar a mi hermano al cuarto de castigos, que no se le diera ni agua, ni comida por cinco días. 

-Se que estas enojado, también se el riesgo que conlleva para la familia que tu hermano este usando el apellido, el dinero y el miedo que causa tu nombre en su favor y para asuntos personales- Federico camino hacia el bar y sirvió dos vasos de whisky, me extendió uno y lo tome sin dudarlo ya que lo necesitaba- Pero creo que esto no lo ayudara a sentar cabeza y temo que algunos de los ancianos de la familia te compliquen un poco por esto ¿Tú me entiendes?-

-Lo haga, ese maldito lema "La familia no es algo importante, lo es todo"- Lo repetí como un mantra ya que desde niño me repetían constantemente- Pero realmente me importa una mierda ese idiota tiene que aprender la lesión- Federico solo suspiro - 

-Bien me encargare de que nadie habrá la boca, solo para prevenir discusiones innecesarias- solo asentí - 

Sin perder tiempo me dirigí al despacho para revisar los correos electrónicos, grande fue mi sorpresa al encontrar gran cantidad de correos  rechazando mi oferta económica  por encontrar a Gabriela. 

- ¡¡Pero que mierda!!- Federico entraba en ese momento quedándose muy quieto por mi furiosa reacción- Mira esto - Le hable mientras le señalaba la pantalla de la portátil-

Él se acercó rápidamente y comenzó a inspeccionar cada correo de rechazo con cuidado, su cara mostraba asombro y algunas muecas que no podía descifrar. 

- Adrián, tú y yo sabemos que esto no es normal - Seguía leyendo- Espera ¿Has leído este?-  Volví a sentarme frente a la computadora -   

En resumen decía que no podía tomar el caso porque había recibido una amenaza directa contra él y su familia si lo hacía. He incluso le habían mandado fotos de su niña saliendo del colegió y de su esposa esperando un taxi.   

- Parece que hay alguien con los huevos bien puestos para intentar meterse conmigo- 

-Alguien con muchos contactos - 

Tome el teléfono y no dude en llamar a Yeral Ramos, parecía que él era el único valiente que se animaba a decirme directamente la verdad y no me daba escusas vagas como los otros. Se podía decir que el hombre era de confianza ya que había trabajado con él en el pasado y nunca me había fallado, era excelente buscando gente pero mejor aun desapareciéndola a pesar de eso tenía un historial limpio de delitos. 

Hable con él, pero no sabía quién podía estar de tras de esto. El mismo intento rastrearlo pero no tuvo éxito, en cambio recibió un informe con algunos de sus trabajos y otra amenaza por meterse donde no debía y prometiéndole que otra intromisión de su parte entregaría esa información a la interpol. 

Federico que había escuchado la conversación estaba atónico a mi lado y al decir verdad yo estaba igual.

-Esto no tiene sentido, ella no es alguien de cuidado. Tiene una familia normal no hay nada que la involucre con gente del poder - Federico analizaba más para el que para mí-

-Entonces debe ser que alguien la protege desde las sombras-  examine-

-¿El chino o coriano? O lo que sea- 

-Posiblemente, no veo otra opción - Otro mensaje llego a mi correo , lo abrí esperando alguna otra negativa de los rastreadores. Grande fue mi sorpresa- 

No debería estar buscando problemas Sr  Vólkov, cuando uno indaga en donde no lo llaman o en su caso busca gente que no lo busca a usted, las cosas pueden salírsele de las manos. Déjelo por la paz, recuerde que no hay nadie inmortal y la vida es algo muy valiosa para perderla por una mujer, aunque esa mujer sea encantadora como lo es Gabriela.

Atte. El cuervo