Gabriela
¿Aldo?- De todas las personas en el mundo a él fue al único que nunca espere ver en mi noche bodas. Mire la botella con reproche, tal vez estaba tan borracha y ya alucinaba-
-Sorprendida - Se recostó sobre el marco de la puerta mientras daba una rápida mirada a toda la habitación- No creo que tanto como yo, al ver a la novia- No podía describir su mirada, tal vez lo más cercano que podía predecir era incredulidad. Parecía debatirse en preguntar ¿Que carajos hacia ahí? Y yo esperaba de todo corazon que no lo hiciera, porque en mi estado podía llegar a delatarme con facilidad-
-No deberías estar aquí- Pensé en tratar en ponerme de pie pero sabía que no podría así que para que esforzarme -
-Tu tampoco- Comencé a reírme de una manera descontrolada realmente me era gracioso-
-Creme cuando te digo que por si mi fuera, estaría lo más lejos de este lugar - El me miraba más que confundido, trataba de leerme con poco éxito -
- Solo pídemelo y te sacare de aquí - Perdí todo la diversión en ese mismo instante. ¿Qué rayos tramaba? Un momento de lucides parpadeo en mi interior, pero solo fue un momento-
-¿Que te aria pensar que yo dejaría un infierno para ir a otro? Aunque no esté en mi mejor momento se en dónde estoy metida y conozco perfectamente la posiciones que tanto tu como Adrián ocupan en la mafia - Por un momento creí que Aldo me miraba diferente a todas esas chiquillas que solía engañar, pero con su última declaración confirmaba que no- Por esa simple razon elijo con que diablo me quedo - Su seño se frunció-
-Segura que es por eso, o por que tu marido - Esas últimas palabras salieron con asco de su boca- Tiene al cuervo y a tu hermano encarcelados ...- Me pare como un resorte -
-Largo .. -
-Déjame ayudarte-
-Lárgate o comenzare a gritar -
-Ya la escuchaste- Esa voz hacía que los bellos de mi espalda se erizarán, pude apreciar como Aldo se ponía rígido por un momento para luego volver a una posición tranquila y despreocupada. -
- Adrián ¿Por qué tan a la defensiva? Solo paseaba por aquí y quise saludar a la novia- Adrián entro a la habitación para posicionarme en sus brazos como el posesivo cavernícola que era-
- Ya que saludaste puedes retirarte-
-Por supuesto, solo recuerda que tenemos un trato- Adrián se tensó - Vendré por el cuervo la próxima semana, Ah y felicidades por su boda- Me separe del como si quemara, lo mire con odio puro-
-Apenas Aldo se retiró él fue a cerrar la puerta - No hagas un escándalo, puedo explicártelo -
- Explicar, que tienes que explicar, se los vas a entregar, maldito cretino, teníamos un trato-
- Era él o tu hermano, alguien tiene que pagar por tu pequeña venganza- Cerré tanto los puños que podía sentir las uñas clavarse en mi palmas- Lo mejor era decir que Analía Sosa contrato al cuervo para ese trabajo-
-Sobre mi cadáver- Grite histérica, salí corriendo de la habitación y grite Aldo a todo pulmón. Las manos de Adrián me rodearon para callarme me tapo la boca mientras yo forcejeaba. Lo mordí y volví a llamarlo, el pasillo se llenó de mis gritos.
-Me necesitabas Gabriela - Aldo apareció en el pasillo, mirando la situación con molestia -
- Ten cuidado de lo que digas si aprecias la vida de Chan- Susurro en mi oído-
-Los que les paso a ti y a Leon - El agarre en mi cintura fue doloroso - Fui yo, no el cuervo -
-¡¡ Cállate Gabriela!! - Fui estampada contra la pared con ferocidad, el aire en mis pulmones salió completamente expulsado, pero no pensaba callarme-
- Yo contrate gente para cobrarme todo lo que le hicieron a mi hermana- Adrián me tomo del cabello logrando un grito de mi parte-
-Lo sé - Aldo sujeto la mano de Adrián para que me soltara- Lo sé todo pero alguien tiene que tomar responsable frente a la familia -
-Entonces seré yo -
- Eres fiel a los tuyos, es un gran cualidad- Me sonrió- Felicidades Adrián has elegido una gran compañera -Se dio la vuelta y se alejó por el pasillo, intente perseguirlo pero Adrián, no me permitió -
Me arrastro de nuevo a la habitación y yo no intente detenerlo. Mi cerebro era un lio, él sabía que yo era la culpable y no le importaba. Podía escuchar los gritos de mi marido a mi lado, pero yo no escuchaba lo que decía. Sentí el golpe en mi mejilla y no me importo.
Yo firme su condena de muerte, Eduardo iba a ser entregado a la mafia italiana por mi culpa. Todo era mi culpa.
Sentí mi cuerpo ser colocado en la cama...
Sentí como me tocaba, acariciaba y no sentí nada parecía estar en otro lugar...
Sentí como se movía sobre mí y ya no me importaba ...
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Adrián
Desperté al sentir la claridad en mis parpados. Recordé todo lo ocurrido anoche y mire a la mujer a mi lado, ella dormía alejada de mí. Era cautivante verla desnuda apenas cubierta con una sábana de ceda, su cabello desparramado por la almohada, era hermosa y no importaba los cardenales morados que había dejado en todo su cuerpo la noche anterior, igualmente se veía de esa forma.
Hubiera preferido, que no se enterada del acuerdo con las familias pero el maldito italiano no podía mantener la boca cerrada. Él había descubierto todo y acudido a mí con un trato casi aceptable. Lo de casi era porque en el acuerdo estaba incluida mi mujer.
Los italianos tenían esa maldita costumbre de vendetta en la sangre y no podía negarme si quería evitar una guerra entre familias. Le entregaría al cuervo y una noche a Gabriela, ella era una Volkon ahora y tenía que sacrificarse por el bien de la familia aunque no me gustara.
Era eso o entregarla para ser castigada por todos esos animales, eso significaría no volver a verla y no estaba dispuesto a perderla. Además serviría para que ella se diera cuenta que yo era el único que podría defenderla en el futuro.
Pase mi mano con suabes caricias por su espalda desnuda e inmediatamente sentí la excitación apoderarse de mi cuerpo, la deseaba a tal punto que poco me importaba si ella lo quería o no. Retire la sabana de su cuerpo y me monte sobre ella que aún estaba de espaldas y la penetre con salvajismo.
Solo recibí de ella un gemido de dolor pero no me importo solo quería llenarla de mí. Como la noche anterior ella no demostró nada y dejo que hiciera con su cuerpo a mi antojo.
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EL Diario de Analía
Romans¿ Que serias capaz de hacer por tu hermana ? Pues Gabriela seria capas de todo por ella, nadie lastima a su hermana y sale de rosas, pero cuidado si levantas una venganza contra los príncipes de las mafias más peligrosas en el mundo.