CAPITULO 4

468 40 7
                                    

Gabriela 

Estábamos en lo que parecía un bar pero con música más parecido a un pop tal vez, el ambiente era de alegría, la gente a nuestro alrededor bebía y sonreía. Yo estaba muy emocionada tomando una bebida típica del lugar llamada Ouzo, llevaba unos cuatro o cinco copas tal vez y mi humor era excelente, me hacía mucha gracia ver como Chan coqueteaba con una rubia que se encontraba en la barra.     

-¡Ve por ella galán!- Dije con exagera felicidad - 

-Temo dejarte sola y que termines haciendo una de las tuyas- Lo mire espantada- Has tomado un poco de más -¿Como si aquello fuera una novedad? Rodé los ojos-  

- Pero que dices estoy perfectamente bien, además no puedes perder esa oportunidad mira esa belleza griega- Me mordí el labio como si fuera una lesbiana, cosa que lo hizo  carcajear- Vamos ve, yo voy al baño y ya vuelvo- Salí moviendo mis caderas al compás de la música-

Cuando volví del baño se encontraba enrollado con la mujer, era rápido para los mandados mi querido amigo. Yo baile con un moreno un rato pero realmente nada que me llamara la atención, así que después de un rato le mande un mensaje a Chan que probablemente se estaba tirando a la rubia en el baño del lugar .  

-No te cortes por mí, me regreso al hotel te veo más tarde y  usa condón- Sabia que no le justaría que volviera sola pero solo estaba a dos cuadras. Mi amigo podía ser muy sobreprotector a veces. 

Comencé a caminar por las calles de piedras todo estaba tranquilo,  pero a una cuadra de llegar un grito femenino llamo mi atención, camine hacia el callejón de donde venia el grito y no podía asimilar lo que veía una chica luchaba a puño limpio con seis hombres mientras su mano sangraba.  Sin previo aviso corri hacia ella y me lance a la espalda de un sujeto para golpearlo, gracias a Chan sabia artes marciales aunque no era tan buena como el, me revolvía.         

Fui lanzada al suelo por el sujeto con mucha brusquedad mientras la chica levantaba las manos, mire hacia donde miraba y pude ver a un de ellos apuntándole con un arma.

-Tenemos dos zorritas por el precio de una, Jorge estará contento- Nos miramos con la chica - 

-No sé quién carajo es Jorge pero nadie golpea a mi amiga- Chan estaba parado detrás de ellos con las manos en su chaqueta de cuero y mostraba una tranquilidad preocupante, su mirada parecía de un depredador, nunca había visto eso en él,  o bueno tal vez una vez cuando un veterano quiso manosearme en Puerto Rico- 

Todo ocurrió muy rápido, sabía que mi amigo era muy bueno en artes marciales pero, para mi sorpresa  "Chaqui Chan" quedaba en ridículo a su lado. Cuando volví a la realidad los hombres estaban inconscientes en el piso mientras Chan estaba sereno. Mire a la chica que sujetaba su mano con una mueca de dolor, me acerqué rápidamente a ella  y me saque un pañuelo que llevaba atado en mi cuello para envolver la herida.   

-¿Estas bien? -Pregunte mientras mi amigo me levantaba-

-Si gracias les debo una- La chica se comía a mi amigo con la mirada - 

- Estamos en el hotel de aquí nomas ven con nosotros para curar bien esa mano- La duda corío por sus ojos y luego miro un celular en el suelo estaba hecho añicos- Podrás llamar por teléfono desde allí si quieres- Ella asintió y camino con nosotros.- 

Llegamos al hotel cure su mano aunque le recomendé que fuera al hospital ya que el corte era muy profundo, probablemente necesitaría puntos. Ella uso el teléfono y llamo a su hermano según ella, lo que me extrañaba era ver como Chan la miraba con desconfianza. Y la razon principal era que el solo miraba a las mujeres con descaro.

-Por cierto mi nombre es Lucia- Extendió la mano sana y la tome- 

-Gabriela y el antipático de allí - Señale a mi amigo que estaba apoyado en la pared - Es Chan-

- Gracias a los dos - Me dio una sonrisa sincera- ¿Puedo hacer una pregunta sin ofender ? - Miro a Chan- 

-Si creo - conteste-

-¿Todos los chinos pelean así?- Pregunto como una niña pequeña y si la mirabas lo parecía con su largo cabello rojo, era igual que una muñequita-

-Corianos - dijimos al mismo tiempo-

-Y no - Contesto Chan fastidiado - Yo estudie artes marciales - Su boca se abrió sin decir nada-

-Yo quiero aprender, lo que hiciste fue genial - Su emoción iba en aumento- Jamás vi algo igual - carraspee, por la cara de mi amigo la chica lo estaba irritando -

- Bueno ve a una escuela de karate y listo - Interrumpí con una sonrisa la contestación grosera que él le iba a dar seguramente mi amigo- 

Los diez minutos más largos de mi vida fueron mientras esperábamos que su hermano viniera por ella, las preguntas salían de ella como cascada una tras otra, por suerte un golpe en la puerta paro su paran cheo, porque Chan estaba a punto de lanzarse por la ventana al igual que yo. Ella corío hacia la puerta la abrió y se lanzó a los brazos de un guapo morocho.

-Hay hermanito tuve tanto miedo- El hombre estaba asombrado por la actitud de la chica, mientras Chan , observaba la situación con ojo de águila ¿Qué era lo que me estaba perdiendo?- Ellos son Gabriela y Chan me salvaron de esos delincuentes-     

-Biennn - La duda en su voz era evidente - Tuviste suerte de encontrar gente tan buena para que te ayudara - Extendió su mano y la sujete, en cambio mi amigo solo asintió desde su posición- Bueno es tarde  vamos a casa, nuevamente muchas gracias por ayudar a mi hermana- Salieron y cerré la puerta-  

-¿Qué noche? - suspire - Ahora me vas a decir que te sucede- El solo levanto los hombros con desinterés -

-No deberías haberte ido sola en primer lugar y segundo que estabas pensando en enfrentarte a esos sujetos por defender a alguien que no conoces- Se tiro en la cama -

-¿Que hubieras echo tu? La pobre estaba herida y asustada- Me recosté a su lado-

-Yo sé cómo defenderme ¿Qué hubiera pasado si yo no hubiera llegado? -

- Lo siento creo que me deje llevar - 

-Pues un día vas a salir lastimada por impulsiva- Preferí no decir más nada, realmente estaba enojado- Y algo más, esa chica no es lo que aparenta mantente alejada - no dije nada respecto a ese comentario-

EL Diario de AnalíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora