CAPITULO 42

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Eduardo y yo íbamos camino a unas bodegas cerca del puerto, Chan conducía detrás de nosotros. Leon y Aldo estaban rastreando el celular que yo cargaba, sin saber que venían directamente a una emboscada. Solo faltaba dos horas para el amanecer, debíamos apurarnos. 

- ¿Estas segura que quieres ser tu quien lo haga? Sabes que el Jefazo y yo no tendríamos problemas con eso- 

-Lo sé, pero esto es algo que debó hacerlo yo. Sonara estúpido pero siento que se lo debo a mi hermana, además no es que lo piense en matar solo les daré una lección-  

-Está bien, pero ten presente que si en algún momento sientes que no puedes sola debes pedir ayuda- Me acaricio el pelo sin despegar la vista del camino- Y para que lo sepas, no le debes nada a Analía eres una buena hermana-  

-Gracias Edu- Lo en volví en un abrazo y le di un beso en la mejilla - 

Llegamos a la bodega y escondimos los vehículos yo debía esconderme mientras ellos se ocupaban de  las visitas.

No paso más de diez minutos cuando dos vehículos más llegaron, al parecer traían refuerzos y era lo previsto así que solo fui a esconderme no sin antes pedirles a mis chicos que tuvieran cuidado. 

Realmente después de un rato comencé a preocuparme no se escuchaba un solo ruido, la oscuridad ya no era  total y me encontraba tentada de salir a ver qué era lo que pasaba. Pero no lo hice, ellos me lo habían pedido mientras organizábamos todo. Si yo me exponía sabía que solo los pondría en peligro a ellos, así que comiéndome las uñas como estaba me tenía que aguantar.   

Los minutos pasaron y pude escuchar unos pasos acercándose,  luego tres golpes en la puerta que indicaban que eran ellos. Di las gracias internamente y abrí la puerta lanzándome a los brazos de Chan. 

-¿Están bien?- Dije pegada a su pecho, no me había percatado de lo nerviosa que estaba hasta ese momento-

-Todo salió perfecto, solo trajeron cinco hombres con ellos. Apenas se separaron los dejamos fuera de combate uno por uno. Tenemos a los dos idiotas en una de las oficinas como los querías- No podía ver claramente el rostro de mi hermano pero si notaba un hilo de sangre en la comisura de los labios-

-Te lastimaron, dijiste que todo había ido bien - Suspiro molesto-

-No fueron ellos, el idiota de Eduardo me confundió y me golpeo- Aprete los labios para no escupir una carcajada- No te atrevas a reírte - Levante las manos en defensiva aun tentada por lo cómico de la situación-

No dijo más nada, solo me tomo de la mano y me llevo con él. Habían unas cuatro oficinas en todo el edificio nos habíamos tomado el día de ayer para poder ambientar tres de ellas, una para cada uno de ellos y la otra para nuestro uso personal.     

-¿Estas segura de poder con esto ? Sabes que yo me puedo encargar por ti- Lo mire raro-

-Acaso tu y Eduardo se han puesto de acuerdo para convencerme- Levanto una ceja interrogativa-  Tranquilo solo voy a jugar un poquito -

Entre a la habitación, me volví a recoger mi pelo bajo la gorra y me coloque el tapabocas y los lentes. Eduardo estaba sentado frente a unas computadoras portátiles, afinando las imágenes en donde se encontraban los dos principitos. Chan se aprontaba con una vestimenta muy similar a la mía solo que el llevaba guantes como de motociclista.   

-¿Con cuál empezamos?- No tenía que pensarlo mucho la verdad - 

-Ágamos llorar al chico malo para quebrar al bueno-

-Leon entonces - Afirmo Chan, los dos caminamos rumbo a la primera oficina -

El nombrado se encontraba con la mitad del cuerpo apoyado en una mesa metálica que estaba sujetada al suelo con unos gruesos tornillos. Solo tenía unos bóxer puestos, sus piernas abiertas cada una de ellas encadenadas a las patas de la mesa. Sus manos amaradas hacia adelante, los ojos vendados y su boca amordazada. 

-Sácale la mordaza su amigo debe escuchar sus gritos- Al escuchar mi voz el maldito se retorcía lo poco que podía, que no era mucho por cierto- Alguien está ansioso-

-Eso parece - Se burlo mi hermano- 

Leon comenzó a amenazar e insultar apenas su boca quedo descubierta, camine con tranquilidad  hacia un bolso que tenia de todo un poco , saque un cuchillo y  una picana eléctrica.  

-Puedes irte - Chan me miro con duda en los ojos y asintió no muy convencido-

Use el cuchillo para rasgarle la ropa interior, mientras en mi cabeza el relato de mi hermana era analizado palabra por palabra.

-Pero mira que tenemos aquí- Me posicione de manera que no podía verme- El gran Leon-

-¡¿Quién eres perra te voy a matar?¡- Bufe-

-Es increíble que a pesar de en la posición que te encuentras aun te atrevas a insultarme- Carcajee- ¿Pero qué se puede esperar de un violador cobarde como tú?

-¿Cuánto quieres?- 

-¿Que sucede guapo ya te entro miedito- Me burle de el - No quiero dinero solo quiero justicia - Lo tomo por el cabello con fuerza y sostuve su cabeza hacia atrás en una posición dolorosa para su cuello- Quiero que sientas lo mismo que alguna de las chicas que tú y tu amigo utilizaron, sintieron-Solté con tal violencia su cabeza que su nariz se estrelló contra la mesa metálica y un sangrado nasal no tardo en adornar su rostro-

- Maldita hija de puta- Gruño

Sonreí con malicia debajo de la máscara y tome la picana eléctrica subiéndole la potencia al máximo- Discúlpate - Dije con voz suabe mientras acercaba el aparatito a sus testículos, pero no le di tiempo hacerlo cuando aprete el botoncito haciendo que gritara como una nena. 

Diez minutos después no solo pedía disculpas aparte suplicaba y lloraba a mares- No se supone que los mafiosos son machos de pecho peludo- Seguí torturándolo con la picana por la espalda, piernas y nalgas - Que decepcionante -  

Fui de nuevo al bolso y esta vez tome un aparatito más grande, Eduardo me había tomado la palabra cuando le pedí que consiguiera un vibrador XXXG, diablos por un momento sentí pena por él, esto iba a doler. 

Sin previo aviso, le  introduje el gran aparato en su ano sin ningún tipo de remordimiento su grito fue espantoso y grotesco ......

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