CAPITULO 12

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Volví a sentarme en la mesada, sabía que Adrián había estado pendiente de toda mi conversación y no fue disimulado en ello.

-Era tu amigo, Lucia me hablo de él, estaba impresionada por su estilo de pelea- 

-Así que Lucia te ayudo a sacarme de mi hotel hoy - No se había dado cuenta que ese comentario lo había delatado -

-Si - Contesto de forma descarada- Anoche ella también estaba en el bar yo no te conocía pero ella y Federico si-

-Ya veo eres hábil - Sonrió con picardía- 

Un plato con pasta y salsa boloñesa apareció frente a mis ojos, no espere un segundo para probar esa delicia bajo la atenta mirada del hombre.

-Mmm.. Ya puedes casarte esto esta delicioso - Una carcajada adorable de su parte fue la respuesta-

- Me alegro que te guste, pero no sé si es por el hambre que te cargas o porque realmente esta rico-

-Las dos cosas, no me acostumbro a las comidas de aquí. De dónde vengo a pesar de ser una zona costera la comidas que denominan no es precisamente el pescado o mariscos como aquí , soy carnívora necesito carne roja para sobrevivir - Toda su atención estaba sobre mi-

-¿De dónde eres?- 

-Uruguay un país pequeño -

-Al este de argentina ¿Verdad?- Asentí porque tenía lo boca llena- ¿Y qué haces tan lejos de casa?- 

-Soy historiadora, después de recibirme yo y mi amigo tomamos una beca extra de estudio. Viajamos por algunos lugares, hacemos informes referentes a cómo ha cambiado las culturas y sus procesos en general. Esas informaciones son enviadas a las universidades para su mayor estudio-    

-Eso es grandioso-

-Si lo es, conocemos grandes lugares y nos pagan por ello -  Le sonreí, aun no entendía por qué me sentía tan cómoda con el - ¿Y tú?- 

-No hay mucho que contar, soy ruso y mantengo el negocio familiar a raya- Levante una ceja por la poca información que me daba-

-No es justo yo te conté muchas cosas y tu nada- acuse -

-Bien, mi padre falleció hace un año , mi madre mucho antes . Me crie con los chicos ya viste, menos a Terris, son mi familia. Tengo un hermano menor que es un dolor de cabeza -  

-Ahora entiendo por qué tu y la roja no se parecen en nada- reímos-

-¿La roja?- sonrió- No sé si le agradaría el apodo ella es hermana de  Federico y la pequeña del grupo-  

-Bueno si Lucia, es agradable pero muy curiosa-

-Si lo es y tú le causas más curiosidad que nadie, probablemente es porque siempre está rodeada de hombres y no tiene amigas -

-La entiendo yo siempre estoy con Chan, es un hermano para mi aunque suele ser un poco sobre protector pero no lo culpo yo soy como la tormenta y el la calma nos complementamos bien-

-Ya veo ¿Y tu familia?-

-Mi madre está en casa y tengo una hermana dos años más pequeña somos unidas -

-Ya veo - Retiro el plato frente de mí que se encontraba ya vacío- Realmente tenías hambre-

-¿Y a ti que te trae por esta isla de ensueño?- Dejo el plato sobre el fregadero y se acercó , me tomo de las caderas -

-Descansar un poco del trabajo - Comenzó a darme cortos besos por el cuello, no tarde mucho en sentir una agradable corriente entre mis piernas- 

Una de sus manos se movió por debajo de su camisa y comenzó un recorrido por mi abdomen hasta llegar a mi ceno sin dejar de besarme y lamberme . Supe que estaba perdida cuando pellizcó mi peson ya he recto y gemí descaradamente.

-¿Cuál es mi nombre?- Dijo mientras sus lambidas se convertían en mordidas- 

-Aa ..Adrián- 

-Ese es el nombre que gritaras cuando entre en ti- Decir que la camisa fue arrancada de mí no era precisamente incorrecto los botones salieron disparados por toda la cocina . 

Me sujeto del cabello sin dejar de presionar sus caderas  contra su cuerpo y me recostó en una mesa que no estaba muy lejos . Todo mi torso  estaba  sobre la mesa mientras el sostenía mi nuca contra ella para que no pudiera levantarme, sus manos acarician el contorno de mi trasero y en cada intento de levantarme recibía una palmada en las nalgas en advertencia de que no lo intentada.  

Comenzó a masturbarle con dos dedos dentro de mí, las sensaciones eran muy contradictorias en mi cabeza por un lado disfrutaba el hombre dominante que estaba a mi espalda pero por otro lada no me gustaba ser una sumisa y todo se espumo en el momento que entro en mi rápido y duro.    

No sé cuánto llevaba sobre esa mesa pero ya había  contado dos orgasmos de mi parte y seguía contando. Cada vez que llegaba a término gritaba su nombre algo que parecía satisfacerlo de una manera inmensamente ridícula. !Hombres¡

Cuando termino conmigo no podía levantarme de esa mesa y juro que lo intente pero mis piernas temblaban . Sin esperar un segundo intento me tomo estilo princesa y me llevó hacia la habitación me encontraba extrañamente agotada, nunca había tenido tanto sexo en un solo día o mejor dicho en todo un año. 

Me recostó con mucha cuidado sobre la cama y cuando volví en si ya era de noche. Abrí mis ojos con pereza, me había quedado dormida y detrás de mí se encontraba el responsable de ello. Intente levantarme Chan me mataría fue mi primer pensamiento, pero un agarre en mi cadera evito cualquier tipo de movimiento. 

-Quieta - la voz ronca se escuchó en toda la habitación-

-Nada de eso, debo irme- Suspiro con fuerza - 

-Ok te llevo- Nos levantamos y comenzamos a vestirnos, esto para mí era de más extraño, así que trataría de terminarlo lo antes posible-  

Bajamos la escalera y todas las miradas cayeron sobre nosotros. Una sonriente Lucia, un pícaro Federico y otro que no conocía que miraba con una pisca de sospecha, sonreí y di las buenas noches saliendo por la puerta sin tiempo a alguna pregunta o comentario innecesario en especial del lado de la roja.

Cuando llegamos frente al hotel, él se bajó y me abrió la puerta del coche mi cabeza empezó a maquinar ¿Qué le decía? ¿Fue un placer ? ¿Gracias por todo? No tuve tiempo para ello ya que me beso y hablo tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar-

-Nos vemos mañana a las doce en la cafetería de la esquina, no me hagas venir por ti- Subió al coche y se marchó, genial. Este hombre era tan sésil como descarado me acababa de dar una orden sin ni siquiera darme tiempo a una réplica-

Mire por el rabillo del hombro una figura que fumaba en la oscuridad sin perderse de detalle los acontecimientos, Chan.

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