CAPITULO 39

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Apenas llego Chan con mi hermana la cubrimos con las cobijas y la recostamos en mi cama. Los chicos se fueron a la sala mientras yo me recosté a su lado y acaricie su cabello como si fuera una niña. Chan me explicó que el ordeno que la sedaran para evitar que ella tuviera una crisis en la salida del lugar y que despertaría en cuatro o cinco horas más tardar. 

No sé en qué momento me quede dormida pero cuando abrí mis ojos me encontré con los suyos aguados a poca distancia de  mi rostro. Ella me miraba como si fuera algo natural y para nosotras lo era siempre despertábamos así en el pasado. Levante mi mano para acariciar su mejilla y ella pareció racionar como si no se hubiera dado cuenta que era real lo que veía. 

-Eres real- Puso su mano sobre la mía y la primera lagrima callo - ¿Estás aquí?- Lo dijo con tanta angustia que sentí como mi corazon se encogía-

-Soy real estoy contigo, estas a salvo hermanita- Metió su cabeza en mi pecho y lloro, lloro como jamás la había escuchado asarlo- 

-Lo siento- Decía una y otra vez entre hipos y lágrimas yo solo acariciaba su cabello con calma-

Deje que se desahogara todo lo que pudiese, mientras yo daba pequeños suspiros. Yo era la fuerte y no debía desmoronarme frente a ella, solo podía consolarla porque era eso lo que necesitaba, ya vendrían los regaños cuando se encontrara con mi querida madre. Cuando pareció que entendió la situación real me abrazo como si jamás fuera a soltarme.

-Gabi ¡¡ Lo siento soy tan idiota yo .. yo..-

-Tú no eres ninguna idiota solo ingenua y eso no es ningún pecado- Hable suave pero con seguridad- 

-Tú no sabes lo que hice yo soy un desastre- Tome su rostro en mis manos para que me mirara-

-Lo sé todo, leí tu diario y quiero que me escuches muy bien . No es tu culpa es verdad que no hiciste las cosos del todo bien pero nada te preparo para lo que tenían planeado esos dos tipos - Suspire, no quería ser dura con ella pero tampoco  podía consolarla toda la vida, ella tenía que aprender de sus errores y dejar de lamentarse por ellos- Mi hermana no se va a dejar vencer por esto, así que ahora vas a dejar de llorar que ya no eres una cría y vas a darte una buena ducha mientras yo voy a ir a buscarte algo para comer - 

-Gabi...- Bajo su cabeza -

-Analía, levanta la cabeza -Ella obedeció- No quiero volver a verte  así nunca más, has vivido una pesadilla es verdad pero debes aprender que si te caes te vuelves a levantar con más fuerza ¿Entiendes?-  

-No soy tan fuerte- Susurro pero yo la escuche claramente-

-Es verdad pero nadie nace fuerte, la vida nos hace así. Y tú- la señale - Tienes muchos motivos para hacerte muy fuerte, esto recién comienza ¿O acaso piensas que solo te dieron el alta en esa clínica? -

-¿No fue así?- Se veía intrigada mientras por primera vez analizaba la habitación-

-No, no lo fue te sacamos a la fuerza. Pero te contare todo mientras comemos, por el ruido de tu estomago creo que tus tripas se están comiendo unas a otras - Ella se tocó el estómago y sonrió apenas en una mueca- 

-Te extrañe revoltosa- 

-Lo sé, ahora mueve tu trasero- Señale el baño - Enseguida estoy contigo-  

Sali con rumbo a la cocina, Chan está parado con una taza en las manos y Eduardo estirado en el sillón. Fui directo a mi hermano y me aprete en su pecho con la necesidad de ser consolada por él, sus brazos me rodearon con calidez. 

-Parece que ya despertó - Asentí en su pecho sin despegarme de el - He bonita tranquila lo peor ya paso- 

-Tú crees perdón pero tengo mis dudas- Me separe de él y levante mi cabeza para mirarle- 

-Tu tranquila yo nervioso - Me reí de lo tonto que podía llegar a ser cuando quería- Solo sigue el plan y mañana Analía estará disfrutando con tu madre en Argentina- 

-Tengo que hablar con mama también - 

-No ya me encargue. Ella ya está instalada en una cabaña rodeada de naturaleza focas y pingüinos, está encantada- Carcajee porque en el fondo sabía que era verdad. Mi madre era de esas personas que le gustaba todo lo nuevo, lugares, cosas y personas. -   

Prepare un desayuno completo y volví al cuarto. Aprecie a mi hermana ya vestida y pude notar lo delgada que se encontraba, su piel y cabello ya no eran brillantes como antes. Una triste mirada era ahora lo que más resaltaba en su cara de muñeca.

-¿Como te sientes?- Coloco el gran desayuno frente a ella- 

-Ahora que estoy contigo estoy bien - Sonreí cariñosa como solía ser siempre con ella- Pero vamos Gabi, sé que tienes miles de preguntas para mi así que escúpelo de una vez-

-No son tantas, recuerda que leí tu diario... Sabes que nunca me metí en tu intimidad pero tuve que hacerlo para ayudarte-

-No me interesa que lo hallas leído eres mi hermana aunque amito que siento vergüenza por lo que escribí allí, debes pensar que soy una cualquiera- Antes de que agachara nuevamente la cabeza la detuve-

-Alto ahí renacuaja, no bajes la cabeza y escúchame bien. No eres una cualquiera, te dejaste engañar por dos expertos en seducción eso le puede pasar a cualquiera-  

-A ti no te hubiera pasado- 

-Estas de coña, acaso te olvidas que casi me plantan en el altar- Odiaba tocar ese tema- Solo que como te dije antes me levante y con más fuerza decidí comerme el mundo- Pero ahora quiero saber ¿Qué fue lo que paso en tu apartamento el día que me llamaste?-

-Te contare pero primero dime ¿Como esta mama?- Esquivando mi pregunta sabría que la conversación iba a llevar su tiempo-

-Ella ya está en un pueblo de Tierra del Fuego en Argentina y lo está disfrutando- Se atoro con un pedazo de tostada -¿Estas bien?- Asintió roja -

-¿Y que hace ella allí?-

-Esperándote- Podía ver una clara confusión en su rostro- Antes de todo déjame contarte lo que yo sé de tus dos amigos y como vamos a proceder de ahora en adelante....

Cuando termine de redáctale todo lo sucedido incluyendo mis delis con Adrián en creta, el horror en su cara era demasiado evidente.

-Te toca ¿Que paso ese día? -

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