CAPITULO 36

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Camine en dirección a los baños sin darle ni una mirada a el par de mafiosos, sentía sus miradas sobre mi. Sabia casi con seguridad que Aldo me seguiría sin dudar, así que pretendí que iba realmente al baño y me tome mi tiempo en el espejo del lugar. Grande fue mi sorpresa cuando salí por la puerta y en vez de ver al chico educado y gentil como lobo vestido de cordero, me encontré con el mismísimo lobo.    

Si, si Leon se encontraba cerrándome el paso, con una mirada intensa y una sonrisa moja bragas. No podía creerlo ¿Acoso estos idiotas pensaban jugar conmigo el mismo juego que jugaron con mi hermana? Ajaa pobre ovejas descarriadas. Me cruce de brazos y levante una ceja interrogativa se suponía que no lo conocía ¿no?  

-Permiso- Mi voz era suave casi, casi como una inocente y tímida chica,- 

- Mi amigo no mentía cuando decía que eras una mujer exquisita- Podía asegurar que mis ojos se volvieron afilados y peligrosos, me acerqué tanto a el que se sorprendió- 

-OH, Así que exquisita, creo que tu amigo no es muy bueno describiendo mujeres- Lo estaba retando !!O si cariño, que den a ti y al otro idiota - O tal vez son demasiado mediocres como para dar un buen cumplido a una mujer - Puse mi mano en mi mentón simulando pensar- No ya se ustedes están acostumbrados a pequeñas mocosas con pocas neuronas- Estaba perplejo la sonrisa  de zancarrón había desaparecido de su rostro tan rápido como llego- 

-Ahora vamos a ser de cuenta que tu intento patético de conquista no paso y te vas a mover de mi camino como todo un caballero, a menos que no te interesé tener descendencia- Volví a sonreírle como una niña-

Apenes se apartó pase por su lado con la cabeza en alto y sintiéndome genial. A diferencia de cuando entre, esta vez le di una mirada de desprecio y superioridad a Aldo  me miro sorprendido por mi cambio. Seguramente el idiota uno, le hablo de mi al idiota dos  y los dos pensaron que podrían divertirse un poco conmigo al igual que con Analía y algunas más, me enferman.

Apenas volví a sentarme en la barra Eduardo me veía con una sonrisa amplia y no se contuvo en hablar divertido.

-!!Eres la puta ama¡¡- Lo mire como si fuera un marciano, era imposible que hubiera escuchado la conversación - Mira tu celular- Metí la mano en el bolsillo para encontrar la llamada en curso con el Sr sonrisas ¿En qué momento? ¿Cómo?-

-Eres un fastidio- Resople molesta, mientras él se carcajeaba ruidosamente-

Mire por el espejo y encontré a un Aldo confundido y a un Leon enojado por la risa de mi acompañante. Seguro estaban deduciendo que le estaba contando a el patético intento de seducción. 

-Vámonos de aquí - 

-Ni lo sueñes cachorra ahora que sacudiste el avispero quiero ver que tan feroces son sus aguijones- Su voz sonó peligrosa y para qué negarlo, muy sésil también-

-¿Dónde quedo eso de que no me pusiera en peligro y bla, bla, bla?- 

-Eso fue antes de que animaras las cosas- Rodé los ojos, era como un niño - 

-Nadia- Mierda me concentré tanto en Eduardo y sus burlas que deje de vigilarlo por el espejo -

-¿Nadia? ¿Desde cuándo te llamas así?- Iva a matarlo, Eduardo estaba metiendo el dedo en la llaga y escarbaba para sacarme de mis casillas-

-Cállate idiota- Mire al hombre que me había llamado por mi nombre falso- Aldo ¿En que puedo ayudarte?- Mi tono de voz era seco- 

Él estaba más que sorprendido mientras mi acompañante no cabía con tanta diversión en su ser.

-Podemos hablar unos minutos a solas, creo que mi amigo te incomodo y te debó una disculpa-  

-O  lo siento campeón esta belleza me pertenece hoy, si quieres una cita tendrás que sacar fecha y hora-  Mi boca se abrió por la sorpresa y mi mente gritaba !!Despabila tonta o esto se puede poner feo¡¡-

-Lo siento Aldo pero hoy estoy realmente ocupada - Él no me miro en ningún momento en cambio si las miradas mataran yo estaría vestida de luto frente a una lápida que diría "Aquí vivió y a aquí murió el Sr sonrisas"-

En el momento que Eduardo le sonrío con superioridad a Aldo el tomo la iniciativa de parrarse muy cerca de el con un aura intimidante, mi acompañante no tardo demasiado en igualarlo en altura y pasar a un feroz y peligroso hombre. Divise a Leon en llegar de apoyo por detrás de su amigo.

-Sera mejor que calmen sus  testosteronas de machos alfas señores, por si no lo han notado estamos en un lugar público -No había manera de que estos dos se dejaran de mirar desafiantemente, maldición- 

-Mejor dile a tu amiguito que no se meta donde no lo llaman- Leon no podía mantener su puta boca callada- 

-Ese es tu error a diferencia de ustedes, a él sí lo llame yo y los únicos que están de más son ustedes- Mi rencor crecía mientras recordaba las palabras escritas por mi hermana en ese diario maldito y fije mi mirada llena de odio hacia Leon- Así que lo mejor es sacar sus traseros de mi vista- 

Mis palabras lograron hacer que Aldo retirara la mirada  amenazadora de Eduardo y callera sobre mi con extrañeza y realmente lo entendía yo me había presentado ante el como una señorita educada y  prolija pero en este momento me mostraba todo lo contrario. 

-Edu, recuerda que tenemos un compromiso no estamos para perder el tiempo con estupideces- 

-Tu siempre arruinando la divorcian GA-BRIE- LA- Si el idiota dijo mi nombre con tanta claridad que era imposible que Aldo no se diera cuenta que le había mentido descaradamente- Pero tienes razon tenemos cosas más importantes que hacer-

Tome mi bolso y el brazo de Eduardo quería salir de ahí de forma rápida, pero apenas emprendí el camino fui tomada con brusquedad del brazo por Aldo.

-Tú, no te mueves de aquí hasta que yo te lo diga - Sus palabras fueron frías pero no tan duras como el puño que llego a su rostro como un relámpago -

-Mierda -

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