Gabriela
Me encontraba de bajo del agua artificial pensando con un sonrisa estúpida de lo bien que lo había pasado con ese hombre. Y mentiría si digiera que había una pisca de arrepentimiento en mí !!Ni mierda¡¡ Todo lo contrario quería más y el parecía saberlo, como lo sabía, bueno él estaba en la puerta del baño con una mirada descarada sobre mi cuerpo.
-Deja de mirarme así Eduardo o no respondo- Mejor dicho no quería responder, el no espero ni un segundo para entrar en el baño trancando la puerta detrás de el-
-Eres muy sucia cachorra - Se acercaba como el depredador que era mientras yo solo me lambia los labios con ansiedad- Diablos cachorra , pensé que no podías ponerme más duro pero acabas de comprobar que me equivoque -
Se desnudo en segundos pero esta vez no deje que me acorralara como acostumbraba, al contrario esta vez fui yo quien lo presione contra las paredes frías de la ducha y sin ningún tipo de pudor tomo su miembro en mis manos mientras me arrodillaba.
Lo metí en mi boca sin dejar que mi lengua jugara en todo su grosor , mientras daba profundas y rítmicas estocadas. Sus gemidos y gruñidos llenaban todo el lugar, cada vez más fuertes en un claro indicador que pronto se correrá.
-Me voy- Me dice como avisándome que saliera y lo único que produce es que yo aceleré mi ritmo para recibirlo, poco después siento el salado sabor corre por mi boca. Su mirada está en mí, cuando trago todo lo que tiene para darme -
Parecía que había despertado al demonio en él, solo sentí como me levantaba y me besaba ferozmente mientras una de sus manos pellizcaba mi pezón. Cuando me levanto del suelo enrollé mis piernas en sus caderas y sin aviso previo la primera penetración en mi fue salvaje.
Esto era el paraíso o el infierno aun no lo tenía claro pero con toda seguridad podía decir que este era el mejor baño de mi vida. De un momento a otro mi trasero toco el frio mármol de lavado y mi cuerpo quedo apoyado de espaldas al espejo.
Dios como necesitaba esto, algunos beben para desestresarse otros fuman yo necesitó un buen sexo para liberar todas mis frustraciones y cuando es así de desenfrenado mucho mejor.
Volví a recibir mi orgasmo con felicidad mientras él estaba al límite. Cuando termino nos quedamos abrazados en la misma posición esperando recuperar un poco la cordura me fue inevitable darle una leve mordida en el cuello y el solo carcajeo con gracia.
-Ahoga tus demonios cachorra que Chan está a menos de una hora de llegar con tu hermana-
-Lamento decirte que mis demonios saben nadar a la perfección guapo- Otra carcajada de su parte me hizo despegar mi rostro de su cuello-
-No tienes remedio -Salió de mi con cuidado en busca de su ropa - Te espero en la sala - Me dio un corto beso en los labios y me quede pestañando como una tonta por tan tierno detalle, hasta que sacudí mi cabeza para dejar de pensar en lo que no debía -
Me volví a bañar y fui al encuentro con Eduardo que me esperaba sentado en el sillón con dos tazas humeantes que por el aroma era un buen café, agradecí el detalle con una sonrisa.
-Chan me llamo antes de que fuera a buscarte, todo está marchando según lo acordado- Tomo un sorbo de café- Eso era lo que iba a decirte antes que abusaras de mi-
-Ho pobre de ti, me imaginó que te debes sentir fatal- Dije con fingida tristeza- Aunque no demostraste nada de pesar mientras me empotrabas sobre el lavado- Reímos fuerte como dos malditos locos-
-En serio chica, eres única. Nunca se para donde debó arrancar contigo -
-No soy nada especial, solo soy espontanea - Reste importancia con una señal de hombros-
-Espontanea no sería la palabra para describirte- Puso la mano en su mentón como simulando pensar muy seriamente en como decirlo- Eres una mescla un tanto explosiva de perseverante y caótica pero también eres calculadora e inmutable -
-No sé si debería alegrarme por el elogio o golpearte por la ofensa-
-No lo tomes como un ofensa, eres genial pero poco común o mejor dicho única en tu especie- Levante los brazos exageradamente -
-Ya soy un bicho raro entonces-
-No yo diría que más bien eres exótico-
Pensaba contestar con mucho sarcasmo cuando una alarma comenzó a sonar en unas de las computadoras que estaban en un rincón . Eduardo se abalanzó sobre unos monitores y con solo teclear unos botones las pantallas que recién notaba que estaban en la pared mostraban todo el perímetro a la vuelta de la fábrica. Me quede viendo todo con total asombro, mientras Eduardo acercaba las imágenes con una gran definición de vista nocturna.
-Tranquila, es Chan. Las cámaras tienen reconocimiento facial y al no reconocer al conductor que contrato para la extracción segura se accionaron automáticamente. Mire la pantalla que me señalaba, el hombre la abría la puerta a Chan que salía con un bulto en sus brazos, suspire al notar que era mi hermana y avance para bajar. Fui detenida por la mano de Eduardo.
-Esperemos aquí, Chan no se va a mover hasta que la camioneta se valla-
Y como dijo se quedó plantado en el lugar hasta que la camioneta desapareció de la vista.
-Ve y trae unas cobijas del armario yo lo ayudo a subir- Nos movimos al mismo tiempo, deje las cobijas sobre el sillón mientras mi mirada quedo fija en la puerta del ascensor esperando que se abriera y esto se terminara de una maldita vez.
Cuando el sonido del caja metálica se escuchó me acerque con los nervios a flor de piel, Chan venia vestido de blanco como un enfermero y aun llevaba puesto un tapaboca puesto. Fije mi vista en sus brazos y allí estaba Analía que parecía estar profundamente dormida, sonreí inconscientemente. Ella estaba bien, estaba a salvo y era lo único que me daba calma en este instante.
-Esta sedada pero está bien- Hablo Chan solo asentí sin dejar de ver el rostro de mi hermana-
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EL Diario de Analía
Romance¿ Que serias capaz de hacer por tu hermana ? Pues Gabriela seria capas de todo por ella, nadie lastima a su hermana y sale de rosas, pero cuidado si levantas una venganza contra los príncipes de las mafias más peligrosas en el mundo.