CAPITULO 26

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-Solo un ladrón , Eduardo lo llevara a las autoridades- Bueno estaba debatiéndome en mirarlo incrédulamente o en preguntarle si pensaba que era idiota - 

-¿Un ladrón? ¿En un auto de alta gama?- Me cruce de brazos-  ¿Y en vez de llamar a la policía solo decidiste noquearlo? - Como si fuera algo insignificante solo movió sus hombros sacándole importancia a toda la situación- 

- No pienses mucho en esto, mejor entremos tengo muy buena información de tu hermana- Bien jugado, pero retomare el tema más tarde, pensé-  

Fui primero a la camioneta a buscar las bolsas de postres ya que nuevamente tenía hambre y aunque mi amigo no parecía que tuviera malas noticias tampoco estábamos en una situación que tuviera una vista de mejorar.  Él se quedó en la entrada de la casa esperándome con tranquilidad, si él era inmutable no existía una persona que pudiera ponerlo nervioso en este mundo o por lo menos eso parecía. 

Nos sentamos en el sillón de la sala  de estar, mientras yo habría las bolsas note la mirada golosa de Chan sobre los postres.

-Bueno  Analía ha permanecido sedada toda esta semana - Fruncí el ceño- 

-¿No se supone que deberían estar tratándola para su mejoramiento? - 

-Si deberían, pero dado el hecho de que están pagando para mantenerla encerrada y callada, no veo cual sería el motivo para ayudarla - Dijo con tranquilidad mientras me quitaba un pedazo de pastel de chocolate que estaba a punto de morder y sin más se lo comió- 

-¿Sabes quién exactamente? - Interrogue, pues yo sabía que él ya tenía todo claro -

-Leon... o mejor dicho su familia .. Las cuentas bancarias del director del geriátrico a aumentada considerablemente desde el ingreso de tu hermana y de casualidad el depósito esta hecho de la cuenta bancaria de su familia-

-O pero si esto cada vez se pone mejor - Suspire fastidiada-

-¿No vas a preguntar?- 

-No, si te preguntara como es que averiguaste todo eso, no me dirías la verdad. Así que para mi salud mental voy a hacerme creer que mi amigo casi hermano es un agente secreto o tal vez un delincuente buscado internacionalmente por la interpol. Solo te pido que para tu próximo golpe millonario, me tengas en cuenta en caso solo que seas un delincuente- Su carcajada fue ruidosa y sincera-

-Bien lo pensare- Me guiño el ojo con una gran sonrisa- Sigamos, ya tengo dos enfermeros dentro del lugar ellos se encargaran de cuidarla y me informaran de cualquier amenaza-

- ¿Cuándo podremos sacarla?-

-Dos semanas aproximadamente - Mis postres desaparecían entre cada oración- ¿Y cómo les fue a ustedes?- 

-Humm .. Bien, pues solo vimos al tal Aldo del otro ni señales- Me miro desconfiado mientras tragaba - Lo sabía no me creía absolutamente nada-

-¿Segura que todo bien?-

- Si, por que saldría algo mal - La puerta fue abierta y suspire al ver a Eduardo, salvada por la campana pensé-

-Esta hecho jefazo- Levante una ceja interrogativa, pero fui ignorada exitosamente por los dos hombres-  

-Bien ya es tarde - Chan se levantó esquivando mi mirada y fulminando con advertencia al Sr sonrisas- Deberíamos irnos a dormir, mañana tendremos un día largo- Y sin más salió rumbo a su cuarto-   

No me moví, me quede perdida en mis pensamientos y no note cuando Eduardo se sentó frente de mi hasta que sentí su mirada sobre mí.  

-Si me tomas una foto te durara más- Dije casi en susurro- 

-No necesito una foto cuando te tengo aquí servida- Hablo en el mismo tono, solo bufe y me fui a mi recamara- 

Al otro día me desperté por la claridad, estaba sudada y agitada. Y como no estarlo si pase parte de la noche soñando con el adonis de Adrián  - Mierda debó dejar de ser tan pervertida- Me levante y dirigí hacia la ducha, necesitaba un baño de agua fría y tal vez mi vibrador pepe más tarde. Solo tome un conjunto de ropa interior de encaje negro para ponerme. 

Mientras salía del baño en busca de ropa para ponerme la puerta fue abierta y un gran grito se escuchó. 

-Arriba perezosa el desayuno ya está...- No termino de hablar al verme parada frente al armario con tan poca ropa. Su mirada se escureció tan rápido que apenas lo note pero pude asegurar que no se perdió detalle de mi cuerpo y como si una lamparita se prendiera en mi cabeza una diablura se me ocurrió de repente.    

Sonreí con maldad, él no podía dejar de mirarme y aunque hoy no estaba vestido para matar como anoche había que admitir que no estaba nada mal el condenado, pero yo no buscaba eso de él, solo quería picarlo un poco.

-Mierda cachorra, el jefa...-

- El jefazo va a matarte, lo sé,  lo sé - Dije con voz seductora mientras me acercaba a él moviendo de más mis caderas- Pude notar que dejo de respirar y yo lo disfrutaba de más-

Lo acórale contra la pared, pasando mis manos sobre su pecho, suavemente- Una lástima - Susurre en su oído luego mordí con suavidad su oreja- Que le tengas miedo a mi amigo - Baje mi mano a su paquete y como lo suponía estaba muy duro pero fue una sorpresa para mi sentir el tamaño de ese chico. Tuve que repetirme mentalmente que solo estaba jugando con él y no lo dejaría llegar más lejos de lo necesario-  

-Estas jugando con fuego pequeña - Mierda su voz era ronca y de más sésil- Y Chan no está en este momento para apagar el incendio- Trague duro. Sus manos me tomaron por las caderas pegándome más a el - Y ahora era yo quien no respiraba mientras trataba de pensar como mierda salía de esto intacta- 

Cuando su lengua recorrió mi cuello me fue inevitable gemir y darle más aseso para que siguiera con lo que estaba haciendo, el me tomo de las nalgas y sin poder evitarlo enrollé mis piernas en sus caderas. Un segundo después era yo quien se encontraba contra la pared, siendo devorada por la boca de Eduardo que dejaba besos y lambidas de camino a mis senos. Estaba completamente nublada por ese acto, mordí mi labio para no gritar cuando atrapo mi pozón en sus labios.  

-¡¡Estoy en casa!!-

-Mierda- Dijimos al mismo tiempo- 

Eduardo se escondió en el cuarto de baño mientras yo me metí a la cama tapándome hasta la cabeza para que viera mi pelo aun húmedo por el reciente baño que tendría que volver a repetir.

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