CAPITULO 53

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Gabriela

Me quede de rodillas en el suelo mirando mis muñecas que cada vez estaban más rojas. ¿En qué estaba pensando? Claro que lo sé, de repente cuando vi el avión la idea de que en vez de estar yendo con Chan me estaban alejando más de él, me hizo entrar en un estado de pánico, que sin pensarlo detenidamente me impulso a solo correr al lado contrario. -Tonta- 

Y ahora lo único que pensaba era ¿Y si los matan por mí? No, si lo hace sabrá que no lo obedeceré, sonreí como idiota ¿Como si el no pudiera obligarme de todas maneras? Tal vez no dañe a Chan ¿Pero y a Eduardo?. 

Mi cabeza parecía girar con tantas preguntas sin respuestas, un ruido en la puerta logró que levantara la cabeza. Una joven entró con una bandeja en sus mano y detrás de ella estaba el peón de Adrián.

Él se quedó parado en la puerta esperando tal vez que intentará escapar, como si pudiera saltar de un avión en pleno vuelo. Ella coloco la bandeja sobre la cama y pude apreciar que contenía algunos medicamentos, bandas y lo necesario para una curación.

-Sra, si me permite voy a curar su herida- La detuve con un movimiento rápido.

-Solo déjelo ahí yo puedo hacerlo- Mis modales se habían ido a la mierda y mis palabras cargaban una amenaza latente "Me tocas y corto tus lindas manos" Terry resoplo con molestia-

-No seas terca mujer, solo quiere ayudarte- Lo mire con una mirada de odio puro-

-¿Ayudarme? - Levante una ceja casi en burla- Si quieren ayudarme aléjense de mi - Una mueca queriendo parecer una sonrisa se me formo en el rostro- 

-No lograras nada con esa actitud- 

-Ja ja ja - dije con burla- Acaso no vez mi rostro, con suerte lograre que me mate antes de llegar a mi destino y eso sería realmente bueno viendo en la posición que me encuentro- Él se abrió paso hacia mí y se arrodillo a mi altura, el hombre era alto e intimidante sin ninguna duda pero yo estaba lo suficientemente cabreada como para dejar que me afectara -

- Princesa te recomiendo que cambies de actitud, por que tu no serás la que salga herida de esto- ¿Princesa? Pero que se creía este imbécil-

-Cabrón,  tú y tu jefe se  creen muy machito por amenazarme con la vida de mi hermano e amigo, pues te diré una cosa... -Sonreí con pesades- Mis amigos preferirían estar muertos antes de verme lamberle las botas a tu jefe, eso es seguro.. Así que no intentes ese jueguito conmigo .. No funciona - Mi voz sonaba suabe pero realmente trataba de contener las ganas de llorar como una niña chiquita.    

-¿Y tu madre y hermana piensan igual? - Pum golpe bajo. Cerré mis manos en puño mientras ejercía presión en mis muñecas -

-Eres un hijo de puta - Seguí hablando sin exaltarme como Chan siempre me dijo "El que se enoja primero pierde"  - Pero uno muy hábil mis felicitaciones a tu dueño, te entreno bien y si ya terminaste mejor ve a moverle la cola a Adrián con suerte te tira un huesito por tu lealtad-  

-Chica lista, comienzo a entender por qué te eligió - Aunque no lo demostró su rostro mostro una notable molestia con lo que dije- Вы будете хорошим боссом-  Salió del cuarto susurrándole algo a la joven que solo asintió-  

La joven dejo la bandeja sobre la cama y aproveche para hablarle. 

-¿Qué fue lo que dijo?- Ella me miro con una pisca de lastima y no era para menos en la posición que me encontraba-

-Algo referido a que será una buena jefa- Agacho un poco la cabeza- Lo siento mucho señorita - Lo último lo susurro- Aun podría curarla si así lo quiere-   

-No, llévate esa bandeja no me entereza curarme una herida tan pequeña - Ella solo asintió y se retiró -  

Me levante con ayuda de mis piernas ya que era extremadamente incomodo no poder usar mis manos para  hacerlo. Me moví a la cabecera de la cama y me apoye en ella. Tendría que controlar mis arranques de ira y mis ganas de lanzarme a la yugular de Adrián cada vez que lo vea, algo que me sería muy difícil conociendo mi carácter. El esperaba que me sometiera como una perra y eso sería difícil para mí.  

Pero ahora mi preocupación mayor estaba en mi familia y Eduardo ¿ Como saldríamos de esto? A mi parecer estábamos perdidos aunque conocía lo terco que podían llegar hacer esos dos. Estaba tan perdida en mis pensamientos que cuando racione tenia a Adrián frente a mí con una bolsa en las manos mirándome ¿Con culpa? No seguramente estaba delirando o el golpe me había afectado el cerebro. 

Se acercó a mí con lento como si esperara que me lanzara a atacarlo, que coste que ganas no me faltaban pero preferí realizar la ley del hielo por ahora. El tomo mi mano abriendo las esposas, el alivio en mis muñecas fue instantáneo.      

-Te traje ropa limpia, dúchate - Señalo una pequeña puerta con un movimiento de cabeza - Y luego comeremos -  Sin decir una sola palabra me levante tomando las bolsas de su mano que de hecho el no soltó.  Me quede quieta mientras sentía su mirada sobre mi pero la mía seguía puesta en la pequeña puerta, llámenlo orgullo o tal vez  rencor contra el hombre a mi lado pero me negaba a darle el brazo a torcer- 

Segundos después  y él  no decía nada y yo seguía en la misma posición mientras parecía que él me estaba evaluando. Comenzaba a inquietarme tanto silencio de su parte, así que voltee mi rostro hacia el esperando que soltara la bolsa de una puta vez. 

- Ve a ducharte y te vistes aquí- Desvié nuevamente la mirad, para controlar mi instinto asesino - No me hagas repetirlo-    

Solté la bolsa de mala manera y entre al pequeño baño que solo contaba con un inodoro, pileta y ducha. Me duche rápidamente, tome una toalla que apenas tapaba mi trasera para envolverme en ella.  

Él se encontraba sobre la cama con una tranquilidad envidiable y podría decir que sésil si no fuera por lo bastardo que yo sabía que era.  Recorrido mi cuerpo apenas cubierto con una mirada hambrienta y mordió su labio dándome a entender lo que quería. Maldecí a todos los dioses por esto y luego pensé que tendría que pagarle a Eduardo por usar su imagen desde ahora en adelante para esto. 

El me extendió la bolsa con picardía y lo entendí apenas le di un vistazo. Dentro solo se encontraba un juego de lencería rojo muy provocativo hasta para mí.   

-Póntelo - 

-Si quieres una puta, búscala en un burdel- Su expresión no cambio, tomo su celular y comenzó a buscar algo en el- Esto es lo que pasa cuando no obedeces - Extendió su celular hacia mí con una foto de Eduardo golpeado y por lo menos tres hombres sujetándolo-  El próximo será tu hermanito- 

Tome la bolsa respirando lo mejor que pude para ponerme la porquería de ropa que me había dado, bajo su mirada.  

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