«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©

Capítulo 02: Fuera de mis límites.

Josephine

Allí estaba yo; escuchando las numerosas cualidades y acciones que el novio de mi mejor amiga había hecho por ella. 

No me mal entiendan, me gusta escucharla. Es mi parte favorita del día, cuándo no estoy ahogada en libros de anatomía o recitando elementos químicos y sus composiciones como una demente, pero, a veces me cuesta hacerlo y obligarme a no pensar en él.

Y por él, no me refiero a Ross Hamilton, —mi cuñado en términos generales— sino, a su mejor amigo y mi amor platónico hace un año.

¡Ex, Josephine!

Debo recordar que es mi ex. Y sí, yo, Josephine Wilson me había dejado vender la imagen de Dann McDuggents, y había caído como todas en su red.

—Y está noche tendremos otra cita. Aún no puedo creer que llevemos tantos meses juntos. Y pensar qué a mí no me gustaban las relaciones serias enfatizando lo serio. —menciona Maya con una sonrisa en sus labios mientras bebe de su café. 

Café que hace poco menos de veinte minutos, Ross, trajo personalmente para ella.

—¿Y cómo vas con lo tuyo? —pregunta ella y decido alzar mi rostro por segunda vez para fijarme en esos ojos marrones inquisidores.

—Pues sin ningún posible romance a la vista. Viendo como está empezando este año. —murmuro. 

Suelto un suspiro dramático para fastidiar a Maya.

—Cameron, mi muy atractivo profesor fue transferido. Liam Howland ha iniciado sus movimientos hacia cierta rubia que no soy yo, y.... a fin de cuentas todos mis flechazos han desaparecido. —agrego.

—¿Todos? Me parece que te falta alguien. Ese alguien es muy molesto, tiene ojos grises, y tiene una estúpida sonrisa de idiota que a ti te fascina.

¿Cómo le digo?

¿Cómo decirle a mi mejor amiga que le he mentido?

Maya no lo sabe, de hecho, nadie lo sabe, a excepción de Bucky.

Y sí no se lo he dicho aún es porque tengo vergüenza y me compadezco a mí misma por lo estúpida que fui. Mientras ella conseguía a Ross sin hacer ningún esfuerzo, yo me humillaba por un chico.

—No que va. Eso ya está superado. —murmuro, sosteniendo la liga de color azul con puntos blancos en mi muñeca. 

Excelente ahora recoge tu cabello y ella lo notará. 

Quiero creer que no, así que, llevo mi mano derecha hacia los mechones de mi cabello teñido de rubio y comienzo a peinarlo para hacer una coleta alta.

—Estás atando tú cabello. ¿Qué es lo que te molesta?

Como siempre, Maya me conoce lo suficiente como para saber cuándo quiero distraerla o evadir un tema, y Dann McDuggents es un tema que quiero evadir a mil.

—Mi examen de bacteriología el cual voy a suspender, posiblemente. —miento.

De manera inmediata, me siento fatal por mentirle, y no sé cómo he llegado a este punto. 

No quiero ser la amiga mentirosa, pero, sucede, estoy siéndolo, y cada vez que la miro, solo puedo ver todas las mentiras que le he dicho desde hace meses.

—No vas a suspender nada. Eres super inteligente, Jo. Sé que sacarás un sobresaliente. —declara entusiasta, Maya.

Prefiero cerrar mi boca, y fingir que todo está bien, que no me desvele hasta las tres de la madrugada estudiando y que no entendí nada de lo que repetía para memorizar, como, que también estuve pensando en dimitir de la carrera porque estoy siendo una cobarde.