Capítulo 21: Escépticamente no es un arresto.

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Theodore

Todos deben tener un físico favorito si estás estudiando la carrera en la que estoy o sí te gusta la Física en general. Algunos pueden decir que es Galileo porque fue electo como el padre de la Física. Inclusive puede que te respondan que es Roger Bacon, el sujeto es super famoso por ser un padre también, pero, del método científico moderno. Para mí, por supuesto, que no es ni uno ni otro más que Isaac Newton. Así que, es más que seguro que te daré un montón de información sobre este hombre porque compartía la misma admiración que mi padre sentía hacia él.

¿Algo loco?

Mi padre comparte su fecha de nacimiento.

¡Por todo lo poderoso, sí! ¡4 de Enero!

Uno de mis conceptos favoritos sobre este físico sería las leyes de movimiento direccionado en 1687. Es aquella que dice que todo cuerpo preserva un estado de reposo o de movimiento uniforme siempre y cuando esté en línea recta, sin embargo, cuando se combina con las fuerzas exteriores; este estado se ve obligado a mudarse, es decir, que un cambio de movimiento puede ser proporcional a la fuerza motriz que se ha impreso, y qué ha sido efectuada según la línea recta a la dirección en la que se imprime está fuerza, así mismo, toda acción que se ejecute tendrá una reacción contraria o igual, por tanto, en lenguaje entendible sería que dos cuerpos qué accionan tendrán igualdades entre sí dirigidas en un sentido contrario podemos decir que estos se asemejaría a las leyes de acción y reacción, aunque tienen diversas cosas que las hacen diferentes.

—¡Tiro alto! ¡Tiro bajo! ¡Floyd! ¡Floyd! ¡Solo lánzalo, maldita sea! —escucho el grito del entrenador Simmons que hace que limpie mi campo de visión nubloso por el sudor y cansancio. 

Presiono mis manos contra los guantes que se entornan al bastón de hockey con fuerza, y lanzo el puck directo hacia arriba en un tiro alto que logra marcar un punto faltante para que ganemos el partido.

Sí, la ley de movimiento entro en juego.

¿Acaban de verlo? ¡Theodore Floyd ha dejado un tiro alto precioso! Nunca se ha visto un lanzamiento tan recto como este. Ha sido lo más increíble de la noche. ¡Extrañaba decir esto! ¡Columbia, gana! —anuncian por los altavoces de la pista de hockey. Sonrío hacia mi equipo.

—¡En sus caras presumidos de Northeastern! —proclama el entrenador desde su asiento con una risa triunfante.

Deslizo mis patines sobre el hielo, ubicándome en posición junto a mis compañeros. Observamos a los jugadores de Northeastern salir de la pista con furia. Agitamos las caderas para levantar el palo de hockey en lo alto con nuestra mano derecha y luego, golpeamos el suelo al ritmo de We Will Rock You de Queens. Si no lo han adivinado aún, se los diré. Este es nuestro baile de la victoria, justo después de ganar; nos colocamos en una fila, nuestros palos de hockey son el ruido del hielo y coreamos un: "Rockeamos como ganadores porque somos ganadores". Sí, algo raro que se le ocurrió al equipo hace años como un ritual de suerte después de cada juego para que así el siguiente se gane.

🏒🩺

Suelto un suspiro que se evapora en el ambiente frio del lugar, a mi lado, Cody comienza a darme las quejas que tiene contra el profesor Warnerbek de Comunicación Intercultural. Parlotea mucho sobre el tema que ha estado tratando de exponer desde hace semanas, el cual es la relevancia de la diversidad cultural para la democracia y el desarrollo; es una lástima que no pueda desarrollar más que lo básico porque las vagas platicas del profesor sobre ellos se centran en eso; palabras flojas. Inmiscuyo una que otra opinión sobre eso hasta que me detengo un segundo admirando a la dulce rubia que para mi sorpresa ha dejado el tono rubio a un lado. El castaño oscuro con reflejos del rubio es algo que me deja sin aliento.

«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora