Josephine
No me está gustando el rumbo que mis impulsos están tomando.
Dann McDuggents nos observa desde las escaleras que dan con el sótano de la casa de fraternidad.
Odio que su sola presencia me haga una marioneta que pinta acciones en mí que no me gustan realizar.
De nuevo, me quedo muda sin saber que decirle. Aunque una explicación no es lo que obtendrá de mí.
Entonces, Theo decide hablar por mí.
¡Dioses!, aún tengo grabadas sus palabras en mi mente.
Cada una de ellas siguen haciendo estragos dentro de mí, en estos momentos puedo concebirme como una lámpara de lava. Mis malditos sentidos están flotando sobre mi lógica.
Como desee contestarle, como desee decirle algo a Theo, pero, el maldito de McDuggents tenía que deambular por aquí para arruinar todo como siempre.
—Deberías salir de aquí, amigo. Estábamos algo ocupados, si nos concedes privacidad, gracias. —remarca la frase con absoluta incomodidad.
Aun sigo sobre su regazo, y sus manos no dejan de acariciar con lentitud mi cadera y espalda sin ningún grado de aprovechamiento sobre esta situación.
¡Dioses! Estoy disfrutando del toque de Theo sobre mi cuerpo.
—Sí, tanta privacidad quieres... quieren. No deberían estar enrollándose en público. —contesta Dann, con suma atención en mí. —No tienes una puta idea de la decencia, payaso del hockey. —afila sus palabras Dann, clavándolas con odio para Theo.
—No luces en tus cinco sentidos, Jo. Apártate, te llevaré a casa, sin duda, no quieres esto. —murmura haciendo una mueca mientras se abre paso hacia mí.
Oh, mierda que tan equivocado estás McDuggents.
—¿Qué estás insinuando? ¿Qué está siendo acosada o qué? —pregunta, Theo debajo de mí con el rostro enrojecido y formando puños detrás de mí.
Con certeza, sonó así, y es lo que quiere el maldito, pero, él no decidirá por mí.
No de nuevo, mucho menos intentará colocar a Theo Floyd como un abusador cuando no lo es.
—Estoy aquí porque quiero, y hago lo que me dé la gana. Que te quede claro de una vez, eso. Cierra la boca, y largo. —ni siquiera me di cuenta cuando abrí mi boca para expulsar aquello, pero, estoy contenta con mi cometido.
Dann titubea un par de segundos antes de clavar sus ojos en mí por última vez y girarse de regreso a la fiesta, dejándome sola con Theo.
—Lo lamento, Theo. No... yo no quise que... Perdón. —balbuceo, avergonzada por todo mientras me bajo de su cuerpo para sentarme a un lado de él, y brindarle espacio.
Esta es la segunda vez que sucede algo así, pero, la diferencia de la primera vez y esta es que, con Theo no lo lamento, no lo hago ni un poco.
La primera vez que hice algo estúpido por Dann McDuggents fue cuando todo acabo con él y terminé besando a Bucky en mi estado de abandono, lo cual lamento, sí, porque es mi mejor amigo, porque estuvo mal, y se sintió horrible porque es como un hermano para mí, no hubo nada de sentimiento tonto revoloteando con él, ni una pisca como lo hubo con Theo, así que, más que nada lo lamento por haber actuado impulsivamente.
Pero, esta vez, no lo hago porque es Theo, y sí, lo utilicé, eso me está cobrando factura con rapidez porque este hombre del hockey que es extremadamente maravilloso.
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«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©
RomanceUna ruptura nunca es fácil. Y sobre todo sí solo fue un "Casi algo". Josephine ha tenido un crush con Dann McDuggents desde que puso un pie en el afamado campus de Columbia. Dann es un auténtico playboy rompe corazones de primera. Una noche Josephin...