Capítulo 30: Explosión I.

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Josephine

Nada nunca está bien, y debería haberme acostumbrado ya, pero, fingir se ha vuelto difícil.

Los gritos nunca cesan y está semana ha sido mucho peor; entre las clases pesadas, las discusiones e intentar que Theo no se dé cuenta de nada estoy totalmente agotada que cuando me desplomo en el asiento de las mesas de descanso me recuesto cerrando mis ojos tratando de descansar un minuto o eso intento hasta que Bucky procede a revolver mi cabello; coloco una sonrisa entre la bruma del agotamiento.

—¿Malteadas de chocolate y pelis tristes? —me pregunta. Alzo mi cabeza, abriendo mis ojos para enfocarlo.

—Más bien una cama y tu almohada poderosa. —contesto.

Bucky suelta una risa y frente a mí me deja mi caja de Donuts. Tomo una de las que tienen chispas de colores y bebo de la lata de Coca-Cola que Bucky abre para mí.

—Sabías que eres el mejor. —menciono.

—Claro que lo sé. —asegura con un toque de presunción que me hace soltar una carcajada.

—Bucky... —murmuro.

Su mirada me detiene a decir cualquier cosa; es como si con decírselo todo va a hacerse realidad así que me quedo callada.

—No es nada. —agrego.

Medio hora después Bucky se levanta y me deja sola porque tiene que ir a clases, presiona sus labios sobre mi cabeza y con una sonrisa corretea hacia la facultad de diseño gráfico. Solo entonces, puedo soltar un gran suspiro que me deja doliendo la cabeza, y me levanto para retirarme del campus directo a mi casa. Coloco una excusa para Theo porque no quiero retener mi estado de ánimo con él, teniendo que fingir estar bien con todo lo que ocurre en mi familia disfuncional.

Viajar en metro no fue una pesadilla del todo, sin embargo, cuando llegó, las hermanas Orbinson se encuentran sentadas en el sofá más largo de la sala, Abby está sentada con un cuaderno en sus manos escribiendo mientras que Ellis tiene un montón de crayones en su regazo y una hoja blanca en la que tira rayas de colores y sonríe.

—¡Clare! ¡Ve a cambiarte que Beau te está esperando! —grita mamá desde la cocina.

Puedo percibir el tono molesto en su voz, pero, no digo nada, sino que subo a mi habitación.

Sustituyo la falda larga que llevaba por unos vaqueros sueltos y recojo mi cabello hacia atrás en una coleta.

Mi mano tiembla cuando termino el nudo; evito mirarme en el espejo y camino fuera del lugar en busca de mi hermano. Pronto, estamos marchándonos con mi padre que llega diez minutos después a casa de su madre.

Las palabras de mamá taladran mi cabeza de manera incesante, mientras mis piernas se mueven frenéticamente y mi corazón se agita horriblemente en mi pecho. Los nervios están acabando conmigo y tengo miedo de desmayarme en cualquier momento.

El ruido del motor cesa y cuando alzo mi mirada, me doy cuenta de que ya hemos llegado, y que ese demasiado pronto para enfrentarme a esto, sin embargo, finjo que puedo hacerlo y por primera vez en mucho tiempo me regaño por hacerlo porque esto me destruye.

Verla a ella me destruye recordándome como las cosas se torcieron hace unos años, sobre todo, a mamá sufriendo con nosotros sin saber que hacer.

🏒🩺

Hace una semana su presencia desato un caos en mi casa.

Sus ojos marrones claros me dan de lleno tan pronto ingreso a esa casa con Beau pisándome los talones junto a mi padre.

«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora