Capítulo 31: Estar para alguien & Nadie para mí.

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Josephine

Regreso la mirada hacia mi cuaderno de apuntes mientras escucho la clase del profesor Perbentong; anoto todo lo indispensable de esta clase, a pesar de, que me siento cansada y la cabeza está a punto de explotarme.

Anoche me dormí a la una de la mañana estudiando para mi próximo examen y escuchando las discusiones frecuentes que se construyen por cualquier mínima cosa.

Lo único que me mantiene en un punto intermedio es el campus porque me escabullo de intervenir, después de todo, nunca tendré el valor de hablar con ellos. Beau tiene razón para llamarme cobarde, y motivos para no hablarme desde la última vez.

Llevo escondiéndome de mis amigos, también, porque no quiero escuchar sus preguntas sobre Theo y yo, puesto que, han pasado casi dos días desde que oficialmente terminamos y parece que todo el mundo dentro del campus lo sabe, ya que, me dedican unas cuántas miradas; lo cual me hace sentir mucho peor de lo que ya me siento.

Suelto un suspiro escuchando a Perbentong acabar la clase, y me levanto del asiento; recogiendo mis pertenencias para ir a tomar algo de comida porque no he desayunado y el estómago me duele. Por lo que, tan pronto, estoy fuera del salón, me encamino hacia la cafetería, sin embargo, soy interceptada por Bucky a medio camino.

Sus ojos marrones me dan una mirada interrogante antes de dejar caer su brazo sobre mis hombros.

—¿Ibas a comer? —me pregunta. No espera a que conteste, porque vuelve a hablar. —Pues que bien. Maya y los demás nos están esperando.

Me quedo callada. Trago saliva con fuerza cuándo no me deja escapar y me lleva hacia las mesas de descanso dónde la mayoría de los jugadores de fútbol americano están presentes.

Mi mejor amiga está sentada en el regazo de Ross mientras sonríe hacia Megan quién parece estarle contando algo gracioso porque suelta una risotada enseguida.

Bucky me empuja a sentarme a su lado cuando llegamos, no obstante, nadie dice nada ni me observan tanto como los chismosos del campus, lo cual agradezco.

Frente a mí aparece una bandeja con comida, y sé que ha sido obra de Maya porque sabe cuánto me ánima tomar malteadas en el desayuno. Sonrió hacia ella, y como mi estómago está gruñendo me dedico a dar el primer bocado a mi tostada.

—Bubbles. ¡Que alegría verte por aquí! —escucho decir detrás de mí.

Unos brazos me encarcelan en un abrazo y deja un beso en mi mejilla.

Prince se acomoda a mi lado mientras parlotea sobre ir a un bar está noche porque está cansado de pasar en casa e ir a fiestas de fraternidades.

—¡Oye, Dann! —exclama Megan, de la nada. Alzo mi mirada encontrándome con el mejor amigo de Ross Hamilton. —¿Es cierto lo que dicen? —pregunta.

—Es cierto, ¿qué? —habla, Ross.

—Qué un jodido idiota se ha creado una puta página de chismes y he aparecido en primera plana esta semana. —cuenta Dann. —Ya decía que había esperado poco para empezar a joder a los deportistas. —añade.

—¿Labios chismosos? —pregunta a mi lado Bucky.

—Tiene un nombre de mierda. —opina Prince riendo.

—Ya lo creo. —murmura, Dann.

Recepto el momento exacto en qué me da una mirada antes de girarse hacia Rush.

Me dedico a comer en silencio mientras el sonido de risas y voces se llena en el ambiente. Intento que mi cabeza deje de pensar en cualquier otra cosa que no sea mi comida, pero, mi ánimo se arruina aún más cuándo Prince me pregunta sobre Theo.

«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora