Capítulo 47: Seré tus fuerzas.

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Josephine

Estoy cansada de esto; estoy hastiada hasta la muerte de lo mismo.

Me levanto de mi cama y abro la habitación con prisas sin medirme nada de mis acciones; bajo las escaleras de dos en dos. 

Mis ojos atrapan a mis padres discutiendo a gritos; Beau está aquí también, pero, no reparo en él por mucho tiempo porque mi boca se está abriendo y comienzo a escupir palabra tras palabra.

—¡Basta! ¡Basta de una vez! —grito con la respiración entrecortada porque siento como mis pulmones arden por la adrenalina que me está cruzando la anatomía en estos momentos.

—No te metas en esto, es de adultos. —me discute mi padre, y entonces, exploto como un maldito incendio. 

—¿Adultos? ¿de adultos? —vocifero mientras suelto una carcajada cruda que lo deja perplejo. —Si tanto quieres discutir, papá, hazlo en silencio o cuando tus hijos no estén presentes porque esto que haces nos genera daño a Beau y a mí. ¿Crees que es bonito criarse en un ambiente hostil como este?

—Clare Wilson, ¿qué estás diciendo? —regaña papá.

Suelto un suspiro y me descontrolo totalmente.

—Estoy harta de más de lo mismo. No quiero seguir viviendo entre tus problemas con mamá. ¿No sabes lo difícil que es tener que escuchar tus gritos todos los días? ¿No sabes lo agotador que es tener que tragarme todo lo que te quiero decir y no puedo?

Siento la mirada de Beau sobre mí.

—Odio esto. Odio cada segundo que paso en casa escuchando tus reclamos cuando él problema eres tú. Tus infidelidades, tus diálogos redimidos en perdón para la hipócrita de tu hermana y todas esas patrañas baratas de ser mejor cuándo tú no lo eres. ¿No sabes lo traumante que es crecer entre discusiones y no ver amor en mis padres? ¿No sabes lo insensible que es crecer contigo presente, pero, siendo ausente en partes iguales?

Me observa perplejo como si no creyera que por fin abrí mi maldita boca.

—¡No sabes lo que es querer contarte las cosas, pero, recibir tus comentarios contradictorios y criticones sobre todo lo que hago!

—Josephine... yo... no... —tartamudea papá con los ojos desbordando lágrimas.

—Quiero ser cirujana y cuando te lo conté me dijiste que perdía el tiempo con eso. Cuando intentaba decirte cosas después de ello, temí. No quería escuchar cosas como: "No es bueno para ti", "piensa mejor en ello", "estás perdiendo el tiempo". Y cuando te pedía un favor, renegabas por ello. Nunca conté con mi papá para nada, pero, aun así, te amaba.

No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que siento las lágrimas cayendo por mi barbilla.

—Lo mejor que puedes hacer es divorciarte de una vez y dejar tranquila a mamá que no ha hecho nada más que amarte y soportar las humillaciones que tu familia quiso dejar caer en ella. Amo a mamá, amo que siempre ha sido valiente y ha sabido luchar contra todo los obstáculos, pero, no amo que ella siga pasando malos ratos por tus palabras. 

Me quedo respirando con fuerza por mi boca mientras mi familia acaba de caerse por completo; mamá me mira con orgullo, y creo que es la primera vez que no me siento incomoda por ello. 

Beau no dice nada, pero, su mirada me dice que está alegre de que por fin expresará mis emociones en vez de callarlas mientras que papá solo baja la cabeza. 

No me quedo para más drama, sino que, me encamino hacia las escaleras; mis pasos se arrastran hasta que ingreso a mi habitación, y comienzo a cambiarme de prisa porque lo que necesito ahora es salir.

«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora