Capítulo 20: Conociendo a Topanga.

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Josephine

La única vez que he sentido que mi adrenalina y todo de mí iba a mil por hora fue cuando tenía siete años y probé una Red Bull que papá tenía escondida en el frigorífico de la cochera.

Besar a Theo Floyd teniendo una de mis piernas enganchada a su cadera, mi respiración jadeando y sus manos en mi culo empujando contra su anatomía es como beber una Red Bull, de nuevo.

«Estoy enamorado de ti. Estoy enamorado de ti. Estoy enamorado de ti.»

Eso fue lo que Theo pronuncio arrancándome más de una emoción; recuerdo parpadear totalmente abatida sin poder procesar a velocidad sus palabras hasta que caí en cuenta de que lo que estaba diciendo y lo que eso significa. Ni siquiera me tomo mucho más lanzarme a sus brazos en busca de sus labios, como tampoco, percibí la valentía de mis palabras al confesarle lo que estaba sintiendo en el momento en que ese mega beso batió mis sentidos.

Estoy enamorada de Theo Floyd.

¡Dioses! ¡Lo hice! ¡Sí, lo hice! ¡Se lo dije!

Ahora, ¿Cómo se actúa luego de besar al hombre unicornio y dejar en claro que la relación falsa se acabó?

Sentí un calor irrumpiendo mis mejillas mientras el capitán de hockey me observaba con fijeza; había un brillo peculiar en sus orbes avellanas, como si hubieran dejado polvo mágico en ellos, es bueno que aún crea en las hadas supongo. Theo aparto mis mechones rubios, dejando mi cabello rubio caer sobre mi espalda, la yema de sus dedos se sintió como electricidad pura, es como si hubieran dejado el breque de 220 Watts a mi favor y se encendiera cada vez que el castaño me tocaba dejando que me queme.

Entonces, después de tan mágico momento, estoy temiendo de hacer algo incorrecto. La cosa es que todo paso tan rápido que no hablamos de eso, más bien, no tuvimos tiempo porque nos besamos tanto que perdí la cuenta después del beso número tres, así que, luego, me dejo en casa con un beso de despedida muy bueno que me ha durado en un recuerdo desgastado hasta hoy.

Mis piernas están temblando mientras camino fuera de mi facultad dando por terminada mi jornada de clases esta tarde. Me aferro a la planta de mis pies contra el suelo porque no ha sido buena idea usar plataformas altas el día de hoy solo porque tenía una exposición breve sobre un tema que no he concertado del todo.

Estoy odiando un poco este vestido de aire veraniego. Estoy usando una mierda de atuendo, a pesar de estar en un frío de jodidatemperatura alta en vísperas de otoño;claramente es una tontería más, cometida a finales de julio.

Mis tetas muy bien podrían salirse del vestido, es algo que no me está gustando, podría considerar romper el cuello de Bucky y Maya por elegir este vestido para la presentación. Observo en mis pies las enredaderas color azul que pertenecen a mis tacones menos favoritos. En fin, estoy por quejarme un poco más, pero, en mi cartera, mi teléfono emite un ruido.

Decido hacer la cosa más coherente que es detenerme a mitad de las escaleras para sentarme cruzando mis piernas y evitando que algún pervertido pueda verme la ropa interior, aunque llevo un short corto alicrado para evitar ese tipo de cosas, aun así, no sería agradable tener a un mirón, como decía, tomo asiento y reviso mi bandeja de mensajería.

Theo «Jodidamente caliente» Floyd 🔥: "¡Luces espectacular!".

Theo «Jodidamente caliente» Floyd 🔥: "Siempre lo eres... no es... pero, hoy luces más..."

Theo «Jodidamente caliente» Floyd 🔥: "Olvida mi mensaje anterior".

Theo «Jodidamente caliente» Floyd 🔥: "¡Hola, dulzura!".

«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora