Josephine
¿Algunas vez se han preguntado el porqué de lo que hacemos?
Sin duda, lo he hecho un millón de veces.
Justo como ahora, pienso en que estoy siendo una jodida demente.
No puedo. No hay manera en que procese todo lo que ocurre.
Theodore Floyd se está volviendo mi maldito problema.
Me gusta estar con él; me fascina la manera en la que coordinamos con nuestros gustos, que él sea el más sensato de los dos, que me deje hablar hasta por los codos de mis libros, que no se burle de mala manera de la mayoría de las cosas que digo o hago, o de mi horrible habilidad para colorear.
Theo acepta cada parte de mí, no se queja, no pone mala cara, simplemente sonríe, y eso me tiene alerta porque estoy esperando el segundo en que todo se desmorone, que me escupa alguna maldición, que se cansé de mí, pero, él no lo hace.
Entonces, quiero sollozar, y también quiero besarle mucho, demasiado, hasta cansarme.
Los besos de Theo son como estrellas plasmadas en un cielo desnudo, me llenan de una manera que no conocía. Son chispeantes, me hacen suspirar y me tienen pendiendo de un hilo a la locura total.
Nunca he salido con nadie, no realmente, es decir, no tuve ningún novio en todos mis casi diecinueve años hasta hace unos meses atrás, entonces, fue cuando caí por Dann McDuggents. Así que, él se llevó mi primer beso, y muchas otras primeras veces como; acurrucarse con tu pareja, tener citas, y todas esas experiencias, aunque, siempre nos mantuvo como un secreto para el resto del mundo, en esos pequeños momentos, yo enserio era feliz o creía serlo.
¿Cómo me acerque a Dann?
Sí. Eso no lo hice yo.
No soy valiente, no tengo ninguna vena buena de valentía, por lo que, la primera vez que coincidimos en algo, estábamos huyendo de una posible escena inculpatoria, y mi habilidad de resistencia es un chiste, así que, él me coloco sobre su hombro mientras huíamos, así que, después este guapo atleta que fue mi flechazo por meses me estaba invitando un aventón a casa, y lo rechacé con una calma que ni la persona más paciente tendría.
Maya suele decir que mi primera impresión en las personas puede causar un temor porque suelo ser muy seria y fría, y aunque eso no me lo tomo como malo viniendo de ella porque lo dijo en un tono agradable y solo porque se lo pregunte una vez, puedo decir totalmente que Dann entendía que no quería nada.
Claro hasta unos meses atrás cuando Maya y Ross se volvieron una total pareja acaramelada, y sí, Bucky y yo fuimos arrastrados a una fiesta, no estaba con la mejor intención de ir como todas las anteriores, aún procesaba mi desplante con un chico al que obviamente no le interese; en las primeras salidas con Maya, sí soy lenta en muchas cosas.
Pero, aquí estaba, este corredor del equipo explicando las reglas de Beer Pong para mí, intentando coquetear, y pronto, justo después de eso, empecé a dejarme envolver por las frases de McDuggents, y es así como termine en un romance o más bien uno del estilo pasajero porque lo máximo que duró fueron tres miserables meses, dónde, me mantuvo oculta, por eso, nadie lo sabe a excepción de Bucky que se llevó toda la parte mala de mi ruptura con mi "Casi algo", porque aunque yo lo llamará novio, sé que realmente no lo fue porque no creo que en ningún maldito segundo de esos meses, lo fuera.
Como sea, eso acabo, seguí con mi vida, levanté mis muros hechos trizas y me recuperé.
Ahora, estaba en la habitación de Ada, con su hermano escuchando atentamente cada palabra que tengo por leer del libro.
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«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©
RomansaUna ruptura nunca es fácil. Y sobre todo sí solo fue un "Casi algo". Josephine ha tenido un crush con Dann McDuggents desde que puso un pie en el afamado campus de Columbia. Dann es un auténtico playboy rompe corazones de primera. Una noche Josephin...