Capítulo 52: Por nuevos comienzos.

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Theodore

La cabeza me da vueltas.

Mis ojos no se apartan de los suyos mientras mis manos se deslizan a tientas por el dobladillo de la falda hasta dejarla enrollada en sus caderas, y el nivel de adrenalina recorriendo mi cuerpo es enorme como si fuera la morfina que le administras a un moribundo para que no sienta dolor antes de morir, o en todo caso para que no se descontrole por el mismo.

Mi piel se siente caliente, y es un incendio de proporciones mayores al dejar mis manos sobre su cálida y suave anatomía del hemisferio sur; siento que esto bien podría catalogarse como tocar el cielo, y es así para mí siempre que Josephine me permite tenerla de manera carnal.

Todo este momento es como una melodía de rock sonando sin parar que incentiva al descontrol hormonal y estoy atento a la puerta para que no, nos pillen porque estamos en su casa; en su habitación con el tiempo sobre nosotros como un reloj contabilizando el minuto de nuestras travesuras.

Su boca sabe a dulce como siempre, sobre todo a chocolate por las donas, y se mezcla con mi sabor a gomitas.

En el momento en que entro a su cuerpo la cuerda de tensión explota como el coro de una melodía de AC/DC con un solo de bajo eléctrico que te sacude los huesos.

No pierdo ningún detalle de su rostro mientras beso su piel para llevarla al límite, y aunque esté caliente y queriendo ser un desalmado para obtener mi placer junto al de ella, no dejo que eso me ciegue para adorarla como lo merece; con calma y momentos de fuego. 

🏒🩺

Toda la temporada ha sido un subir y bajar de emociones por saber si seguiremos como campeones invictos para la Frozen Four y finalmente puedo decir que todos nuestros esfuerzos han servido para este momento que estábamos esperando más que nada.

El tercer semestre se acaba para dar por sentado, y dentro de otros cuatro meses terminaremos el tercer año de carrera y pasaremos a otro escalón; junto a eso, este partido que marcará un antes y después.

El ambiente furtivo se siente en este vestuario mientras mis amigos se colocan sus equipos de protección; los novatos están entusiasmados por ser fichados por alguien importante y más que nada porque el entrenador Simmons está nervioso junto a Allen quién está aquí para vernos ganar según sus palabras. 

Cody a mi lado solo refunfuña, parece que es el único que no está de buen humor y no pregunto por nada porque probablemente se comporte como un idiota y no quiero que el ánimo se arruine antes de ir al hielo; sobre todo cuando recibo un mensaje de dulzura deseándome suerte y que estará desde la tribuna mirando. 

—Esté es el último partido, amigos. —habla Allen acercándose a nosotros. 

La mayoría ya tiene su equipaje puesto, por lo que, me apresuró a terminar con mi jersey, y estar listo como un capitán. Hace unos años, Allen dio está charla como un capitán, y aunque ahora yo lo sea, esto no deja de sentirse como los nervios y emoción de aquel tiempo.

—No estén estresados, que lo que tenga que pasar en hielo es el destino. —menciona Allen. El entrenador Simmons cruza sus brazos mientras asiente. —Pero, no olviden dar lo mejor de ustedes. Olvídense de los matones de Stanford jodiendo aquí con sus comentarios de imbéciles. Solo tengan concentración en el disco y anotar lo que más puedan en el primer tiempo. 

No tengo las energías para hablar porque esto me da miedo; hace un año Allen tenía la carga, pero, ganamos y no hubo expectación sobre eso, sin embargo, ahora que yo lo soy esperan la misma buena racha que Allen dejo y no estoy seguro si podemos hacer eso, más no porque no estemos preparados, sino que, me aterroriza darme cuenta en estos momentos que quiero volver a seguir sintiendo esta sensación de pertenecer al hielo más que cualquier otra cosa.

«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora