Capítulo 43: ¿Noche de novios?

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Josephine

Aún sigo alucinando con la locura que Theo y yo hicimos mientras estábamos ebrios. 

Me llevó a casa, y por suerte mis padres no estaban a la vista, así que, cuando nos despedimos en el pórtico entre enseguida para bañarme, darme un cambio de ropa y dormir un poco. 

Dejo guardado el bonito vestido de novia en una caja de mi armario; aún puedo sonreír cuando recuerdo nuestras caras esta mañana. 

Realmente soy muy feliz, y quiero seguir estándolo con Theo, pero, aquello se desmorona al oír el auto de mi padre estacionándose en el frente de la casa; el sonido de las llaves y un grito por parte de mi madre me hace saber que están discutiendo de nuevo.

Cierro la puerta de mi habitación con seguro mientras me siento en el suelo con mi espalda pegada a la puerta escuchando los demás gritos que se amontonan y los pasos de Beau en el pasillo, entonces, comienza a tocar mi puerta, pero, me quedo en silencio mientras las lágrimas comienzan a aparecer en mis mejillas, y cierro mis ojos.

—¡Abre la maldita puerta, Jo! ¡Sé que estás ahí! —grita Beau. 

Me niego a salir porque no quiero cargarme todo el ambiente feliz de mi burbuja con sus problemas, pero, es algo que no consigo porque Beau comienza a despotricar. 

Necesito salir de mi casa cuánto antes porque si sigo aquí un segundo más tendré un estallido mental. 

Pienso en escribirle a Bucky o a Maya, pero, declino esa opción enseguida porque el único lugar que se me viene a la mente es la casa de Theo, así que, me preparó enviando un mensaje. 

Yo: "Puedes venir a recogerme. No quiero quedarme en casa". 

Theo «Jodidamente caliente» Floyd 🔥: "Enseguida, dulzura".

Me levanto del suelo y tomó la cartera que suelo usar para ir a la universidad; riego todo lo que lleva dentro en mi cama y comienzo a tomar ropa para dejarla dentro de la cartera. 

Suelto una respiración larga que me deja temblando, pero, enseguida me recupero; abro la puerta de mi habitación y bajo las escaleras con prisas. Reparo en que mamá está en sala sentada en el sofá con su teléfono en la mano, no hay rastro de papá y Beau me clava la mirada asesina de siempre desde la cocina. 

—Iré a casa de Maya. —murmuro hacia mamá, quién me da una mirada rápida y asiente enseguida.

Una opresión se me incrusta en el pecho, pero, aun así, salgo de casa justo a tiempo de que el Jeep de Theo se estaciona y entonces, abro la puerta del auto y subo en cuestión de segundos. 

No me pregunta nada e internamente lo agradezco; me inclino hacia la caja de casetes y busco algo de música que ubicar porque mi cabeza da vueltas y no quiero seguir pensando en los miles de problemas que se formarán más adelante. 

—Sabes que me está empezando a encantar el country. —menciono hacia Theo con una sonrisa divertida que él devuelve. —Ya sabes a lo Zig zag 'cross the floor. Shuffle in diagonal. When the drum hits hands on your hips. One-footed 180 twist. —bromeo.

Theo suelta una carcajada enorme antes de negar con la cabeza y detener el Jeep.

—Oye, mujer desastre. Me acabas de destrozar todas las canciones de country con lo que acabas de cantar. —ríe haciendo que le sonría ampliamente. 

Me cubro la boca con las manos mientras sigo riendo.

—Me acabo de vengar de lo que dijiste hace tiempo sobre American Authors. —chillo desde mi asiento. 

«Todo lo que quiero» (GC #2)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora