Pacta Sunt Servanda

Capítulo 47: El concurso de Talentos - Segunda, Tercera y Cuarta Ronda

Fran tuvo que aguantarse las ganas de mirar que era lo que habían escrito Nana y Aria, y simplemente, confiar en lo que ellas puntuarían. Dominga se apoderó del centro del escenario, por lo que Fran se enderezó, pues empezaría la segunda ronda.

—Para la segunda ronda comenzaremos con el flautista de Vongola, ¡Asari!

El pelinegro subió sonriente con su flauta y tocó una hermosa pieza de música, que hizo que las tres juezas se relajaran mientras le escuchaban. Era una pieza tradicional japonesa que calmó muchísimo el ambiente.

Cuando hubo terminado, todos aplaudieron mientras él daba una pequeña reverencia.

—El siguiente, es el hermano menor de Asari, ¡el pequeño Takeshi! —dijo Dominga.

Yamamoto subió entusiasmado al escenario con su bate en mano.

—Esto es algo que hacemos con mi equipo de baseball luego de entrenar —dijo el chico, y con ello se puso el bate sobre la cabeza y comenzó a hacer equilibrio con ello, caminando de un lado a otro y dando vueltas, sorprendiendo a las juezas quienes aplaudieron con entusiasmo.

—¡Genial, Takeshi! —exclamó Fran.

Dominga volvió al centro del escenario para presentar al siguiente.

—Viene el tiburoncín más enojón de Varia, ¡Squalo!

—¡VOI! —gritó Squalo acercándose a las juezas y poniendo a todos en alerta al acercar su mano al mango de su espada—. ¿Qué les parece? —preguntó con soberbia.

Y encima de la espada apareció un pequeño trompo que hacía equilibrio perfecto sobre el filo.

—¡Wow!

—¡Increíble!

Matilda se acercó a relevar a su amiga en el centro del escenario.

—Aquí viene la pequeña de la familia Sasagawa, ¡Kyoko!

Kyoko subió al escenario con un plato que tenía diferentes mini pasteles que había reunido de la mesa de comida, puso el plato frente a las juezas y tomó uno al azar para comerlo. Lo saboreó un segundo y habló.

—Vainilla con canela.

Fran volteó hacia Matilda y Dominga que habían preparado la fiesta y ambas estaban con la boca abierta Kyko tomó otro y se lo echó a la boca.

—Fresa y miel —tomó otro—. Chocolate y naranja.

—¡Los adivina todos! —exclamó Aria.

Kyoko sonrió.

—Me encanta los pasteles, así que tengo un buen paladar.

—Kyoko-chan será una gran esposa —dijo Nana con una sonrisa.

Kyoko terminó de adivinar todos los sabores y bajó del escenario.

—El último de esta ronda es ¡Bono!

El castaño subió al escenario con varios teléfonos en las manos y comenzó a hacer malabares con ellos sin ningún problema.

—¡Ohh!

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Tercera ronda.

—Aquí viene el ¿la...? ¿Lacayo? De los arcobalenos, ¡Skull, el inmortal! —exclamó Dominga leyendo la tarjeta dada por Reborn.

Skull subió con una gran sonrisa y mostró hacia las juezas una caja de fósforos que había pedido a las organizadoras.

Aria ya se imaginaba a donde iba Skull, pero sonrió al ver lo atentas que estaban Nana y Fran mirando al chico de cabello morado. Skull sacó uno de los fósforos y lo encendió, y así lo acercó a las juezas.