-Pero, ¡Decimo!
-Es mi última palabra, Daemon- dijo Giotto sobándose las sienes -Te exijo máxima discreción con lo que me acabas de contar.
-Pero eso puede ser considerado trai...
-Es mi hermano, Daemon- le interrumpió el rubio serio -Al igual que yo abogué ante Vindice para que tú te hicieras cargo de tu hermano, yo me haré cargo del mío.
Daemon tensó la mandíbula recordando los variados delitos contra la mafia que había cometido Mukuro durante los años. Y que si no fuera por la intervención de Giotto ante Vindice, Mukuro estaría sumergido en una cámara de agua por muchos años.
-De acuerdo- dijo Daemon reprimiendo sus emociones y dirigiéndose a la salida de la oficina -Como quieras, Decimo.
-----------------------------------
-Fran, por favor- Tsuna llevaba toda la mañana de ese fin de semana rogándole a la puerta.
Francesca se había negado a salir desde la noche que llegaron de Kokuyo, todo el día siguiente y ahora en domingo tampoco quería salir. Nana le había dicho que la dejaran sola, que si no quería salir no podían obligarla.
-¿Cómo que Fran no quiere salir? ¿Le pasó algo, Tsu?- preguntó Giotto el día anterior preocupado ante la videollamada de su hermanito.
Tsuna negó avergonzado, pues pensaba que era porque la había subestimado, y no quería que su hermano supiera que se había comportado de esa manera. Si era su culpa, él debía arreglarlo.
-¡Reborn! ¡Ayúdame!- exclamó cuando el hitman pasó por su lado, quien había estado todo el fin de semana obviando el hecho de que Fran se había encerrado.
-Arréglatelas solo, Dame-Tsuna- dijo Reborn pasando de largo.
-Quizá yo pueda ayudar- dijo una voz desde abajo de las escaleras. Tsuna volteó encontrándose con un hombre alto y de rubios cabellos rodeado por hombres en traje.
-¡Dino-san!
-Dos dames no hacen uno bueno- comentó Reborn yéndose a la cocina.
-Yo también me alegro de verte, Reborn- dijo Dino con una sonrisa.
-Ara, ¡Dino-kun!- habló Nana llegando junto al capo Cavallone -Hace mucho que no venías aquí.
-Hola, Nana- dijo el rubio con una sonrisa -Vengo por algo puntual, ¿puedo pasar a ver a Francesca?
-¡Claro! Romario-kun, Iván-kun, Bono-kun, pasen a tomarse un café.
-¡Muchas gracias!- exclamaron los tres al mismo tiempo dirigiéndose a la cocina.
El capo Cavallone comenzó a subir las escaleras, pero tropezó dándose de bruces contra uno de los escalones haciendo que Tsuna cerrara los ojos comprendiendo su dolor.
-¡Dolió!- exclamó Dino sobándose y subiendo apenas las escaleras.
-Dino-san, ¿estás bien?- preguntó Tsuna cuando el rubio llegó hasta él.
-Sí, tranquilo, Tsuna- respondió Dino con una sonrisa, entonces tocó la puerta frente a él con suaves golpecitos- Kika, abre, soy yo- dijo en italiano.
"¿Kika?" se preguntó Tsuna. En menos de un segundo la puerta se abrió dejando ver a Fran arreglada como si supiera que Dino iba a venir.
-Vayamos a otro lugar, D- dijo Fran también en italiano saliendo de la habitación ignorando por completo a Tsuna. Dino simplemente asintió y se acercaron a las escaleras. Sin embargo, al no estar sus subordinados cerca, el rubio tropezó e iba a llevarse a Fran con él, si no fuera porque la chica tenía la fuerza suficiente para tomarlo del brazo y enderezarlo.
![](https://img.wattpad.com/cover/197330702-288-k211922.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Pacta Sunt Servanda
FanfictionFrancesca es la donna que lleva la décima generación Vongola junto a su marido Giotto. Aunque ocupa ese cargo, prefiere quedarse en la superficie viviendo una vida normal alejada de la mafia. Pero cuando su adicción al trabajo termine por pasarle l...