Más tarde Francesca estaba terminando de arreglar sus cosas en la habitación que Tsuna le había indicado como suya, y luego bajaría a hablar unos minutos con Giotto.
Su hermano había sido muy claro con Nana que ella tuviera solo una determinada cuota de minutos en que podría hablar por teléfono, y era tan restringida que solo pensaba usarla para hablar con su marido.
-Chaos.
-Reborn- dijo ella sin siquiera voltear mientras terminaba de acomodar unos calcetines.
-No puedo creer que te haya enviado aquí sola- la voz tras ella la hizo rodar los ojos-Bueno, después de todo hablamos de Dame-Giotto.
-Yo también me alegro de verte- dijo sarcásticamente mientras volteaba a mirarlo.
El pelinegro de patillas rizadas estaba apoyado en el marco de la puerta con la mirada escondida bajo su fedora, pero sonriente, siempre sonriente con ella, y eso le daba escalofríos.
-Le diré a Nana que te prepare algo de comer, parece que Dame-Giotto no te alimenta- dijo cuando la vio acercarse a él.
-No necesito que me alimenten- dijo ella con una sonrisa pasando por el lado del sicario para salir de la habitación- Hola, León- dijo dándole una ligera caricia al camaleón en el sombrero del pelinegro.
-Estás flaca- dijo Reborn en español.
-¿Disculpa?- dijo ella volteándose.
-Perdiste todas tus curvas- dijo el pelinegro pasando por al lado de ella y bajando al comedor dejando a la chica estupefacta.
Tsuna estaba acostumbrado ya a que su familia se agradara de un momento a otro, que hubieran dramas, diversiones, peleas, etc. Todo eso había ocurrido desde el día que Reborn pisó su casa hace años para entrenar a su hermano; para luego desaparecer un tiempo para entrenar a Dino; para finalmente regresar a entrenarlo a él.
Por ello la llegada de Francesca no fue sorpresiva y a pesar de no conocerla mucho, pues ella y su hermano vivían juntos en Italia, tenía una intuición que le indicaba que era una persona amable y de confiar.
Y fue su misma intuición la que quedó confundida al notar el recelo en la mirada de la chica hacia Reborn, mientras él (que "todo lo sabía") no se daba ni por aludido.
Por suerte Bianchi no se encontraba en ese lugar, pues de lo contrario ya estaría atacando a la chica por mirar de esa forma a su amado.
-Fran-chan, ¿quieres un poco más?- preguntó Nana viendo como la menor ya había terminado su comida.
-No, grac...
-Sírvele más, mamá- dijo Reborn mientras sorbeteaba de su sopa-Parece que tu hijo no le da de comer.
Tsuna se extrañó ante la declaración de Reborn y observó como Francesca rodaba los ojos con fastidio. Era cierto que ella estaba mucho más delgada que la última vez que la había visto, pero no tendría nada que ver con su hermano, ¿verdad?
-¡Reborn-san!- exclamó Gokudera sorprendido, aunque llevaba años con ellos le seguía sorprendiendo la soltura con la que el sicario se refería al décimo.
-¿Seguirás con eso?- preguntó Fran molesta, si había alguien que lograba sacarla de sus casillas siempre era Reborn, y ella que había sido tan feliz esos años sin encontrárselo.
-Ara, ara, no peleen- dijo Nana con una pequeña risa- Pero es verdad que estás muy delgada, Fran-chan, te traeré algo de postre, ¿tienes la lista de lo que debes comer?
-Mi cielo se la enviará- dijo la chica con una sonrisa para que Nana se adentrara sonriente en la cocina.
-Uy "mi cielo~"- dijo el pelinegro remedándola.
-¿Quieres callarte?- dijo la castaña molesta mirando al de las patillas.
Entonces la situación le hizo click a Tsuna.
-¿Ustedes se conocen?
Fran miró a Tsuna sorprendida, la verdad había olvidado que el pequeño castaño no sabía prácticamente nada de ella y de su vida, y no es como que Giotto le fuera a contar mucho tampoco.
La pregunta también le incomodó pues le recordó otro reencuentro similar que había tenido con el sicario.
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-Gracias por explicarme todo, Teo- dijo la castaña mientras el noveno terminaba de presentarle a todo el mundo en la mansión Vongola.
-No es nada, pequeña.
-¿Noveno?- Francesca sintió un escalofrío recorrer su espalda al reconocer a la perfección esa voz.
-Ah, Reborn- dijo el anciano volteando hacia su más fiel subordinado- Solo faltabas tú. Francesca, permiteme presentarte al mejor hitman del mundo.
-Chaos.
-¿Por qué no me extraña que este psicópata sea parte de todo esto- dijo ella negando con la cabeza.
El haber mencionado ese comentario en frente de Timoteo, que solamente se quedó callado, provocó que por la noche su entonces novio le preguntara aquello.
"¿Conoces a Reborn?"
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-Algo así- fue la respuesta de la castaña mientras desviaba la mirada.
-Ay, no tienes porqué avergonzarte de mí, Fran-chan~- dijo Reborn para seguir molestándola.
-¡Que te calles!
Entonces Tsuna miró a Gokudera y ambos tácitamente decidieron que no era momento de preguntar nada más.
-Que felicidad tener la casa llena de vida otra vez- canturreaba Nana mientras preparaba los postres.
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Nota final: Hola todo mundo! Presentamos a Reborn como el alivio cómico de este fic xD ¿O talvez sea algo más? :O
Disfruten de este capítulo!
*Pregunta: ¿De dónde se conocerán Francesca y Reborn?*
Nos estamos leyendo,
Bye! <3
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Pacta Sunt Servanda
Fiksi PenggemarFrancesca es la donna que lleva la décima generación Vongola junto a su marido Giotto. Aunque ocupa ese cargo, prefiere quedarse en la superficie viviendo una vida normal alejada de la mafia. Pero cuando su adicción al trabajo termine por pasarle l...