-¿Quieres soltarme?- preguntó Fran intentado quitar el brazo de Reborn a su alrededor.
-Nah, estamos bien así- dijo Reborn apretando ligeramente su agarre.
-¿Que diría Giotto?- preguntó ella levantando una ceja.
-Solo se reiría- respondió Reborn con una sonrisa haciendo reír a la castaña.
-Es verdad- dijo asintiendo con la cabeza.
-Así que... ¿qué vamos a comprar?- preguntó Reborn viendo como la chica se cambiaba de zapatos en la entrada-¿Lencería? ¿Algún pijama interesante?- la chica volvió a reír.
-Un dobok.*
-Sigues siendo una friki del taekwondo- dijo Reborn negando con la cabeza.
---------------------------------------------
-¿Quieres ir a almorzar?- preguntó Reborn una vez salieron de la tienda deportiva.
-Es buena idea- reflexionó la chica, entonces sacó su teléfono y miró la hora- pero que sea cerca de la escuela, tengo una clase después de almuerzo.
-No sé para que traes esa cosa si no puedes usarla- dijo Reborn con una sonrisa.
-Me sirve de reloj- respondió Fran guardando su teléfono mientras reía ligeramente.
-Si mal no recuerdo, Dame-Giotto te regaló un reloj de oro en uno de tus cumpleaños, ¿por qué no lo usas?
-No me gusta usar ese tipo de cosas- respondió la chica tocándose inconscientemente el lóbulo de la oreja.
Reborn la observó un segundo y sonrió, dándose cuenta que la chica no había cambiado lo más mínimo desde el día que la había conocido.
-Si quieres puedo entregarte un chip- por un segundo la castaña pareció pensarlo, pero luego simplemente negó con la cabeza.
-Quiero mejorarme pronto.
-No has tenido ningún mareo desde que llegaste- respondió Reborn.
-Por lo mismo, si permanezco así me iré pronto a casa- dijo ella con una sonrisa.
-Ahora definitivamente te compraré el chip- dijo Reborn haciendo reír a la chica.
---------------------------------------------
-Bueno muchachos, hasta la próxima- dijo Fran con una sonrisa cuando sonó el timbre que indicaba el fin de su clase.
La chica observó su teléfono, era hora de ir a cambiarse para encontrarse con Ryohei, así que se acercó a una de sus estudiantes y le preguntó si la podía llevar hasta los vestidores y luego indicarle donde practicaba el equipo de boxeo.
La muchacha aceptó sin problemas y llevó a Fran hasta los vestidores donde esperó a que ella se cambiara. Fran rápidamente se arregló quedando con el pantalón de taekwondo y simplemente un sujetador deportivo, tomándose el cabello en una coleta.
-Solano-sensei- la llamó la chica mientras iban de camino a la sala que usaba el club de boxeo.
-Dime- le dijo Fran.
-¿Usted es boxeadora?- la mayor la miró con diversión antes de responder.
-No- respondió estirándose un poco-Solo voy a jugar un poco con Ryo... digo, Sasagawa-sensei.
-¿Sasagawa-sensei?- preguntó la chica sorprendida, sabía que el peligris andaba diciéndole a todo el mundo que se uniera al club de boxeo, pero nunca se imaginó que su nueva profesora cayera en su trampa-Aquí es- dijo cuando llegaron al lugar.

ESTÁS LEYENDO
Pacta Sunt Servanda
Hayran KurguFrancesca es la donna que lleva la décima generación Vongola junto a su marido Giotto. Aunque ocupa ese cargo, prefiere quedarse en la superficie viviendo una vida normal alejada de la mafia. Pero cuando su adicción al trabajo termine por pasarle l...