Capítulo 49: Nada va bien si nada va mal

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—¡Voi! ¡Esto está arreglado! —gritó Squalo alterado sacando su espada.

Todos voltearon hacia Squalo y notaron que todos en Varia lucían molestos. Tsuna y los de su edad comenzaron a sudar frío, los miembros de Varia eran tan intimidantes, que solo podían sentir miedo.

—¿Sus cálculos son correctos, escorias? —preguntó Xanxus levantando una de sus x-gun hacia Matilda y Dominga.

—S... sí —respondió Matilda con temor.

—Entonces, las responsables son ustedes —dijo Xanxus levantando su otra x-gun y apuntando ambas hacia donde estaban Fran, Aria y Nana.

Aria rápidamente dio un paso adelante con mirada desafiante, llegando Gamma tras ella. Iemitsu se puso delante de Nana totalmente serio y con la mano lista para desenfundar su arma. Mientras que Giotto tomó de la mano a Fran y miró a Xanxus con la misma expresión de Aria.

Xanxus soltó una carcajada descolocando a todos a su alrededor.

—Xanxus —lo llamó Giotto y suavizó su mirada para sonreírle—. Tómate una copa de vino y deja a los demás disfrutar de la fiesta.

El pelinegro dejó de reír y giró la cabeza en señal de desprecio.

—Deja la botella —dijo y bajó las x-gun.

—Ya escuchaste al boss —dijo Levi acercándose a Giotto—. Ve por la botella.

Giotto quitó su sonrisa por un segundo frunciendo el ceño y Levi sintió un escalofrío recorrerle por lo que se echó atrás rápidamente.

—I... iré yo —dijo Levi y salió corriendo.

Dominga se dirigió a poner música, habían planeado poner música en español, dándole a Francesca un poco de su idioma natal, por lo que comenzó a sonar Caraluna.

—Me encanta esta música —dijo Giotto arrastrando a Fran a la pista de baile.

—¡Haru! ¡Ven! —exclamó Fran haciéndole un gesto con la mano a la menor, que fue tímidamente hacia ella.

Mientras bailaban juntas, Haru le preguntó de que trataba la canción, ya que no entendía el idioma.

—Es una canción de desamor —explicó Fran.

—¡Hahi! ¿Entonces por qué es tan alegre? —Fran se encogió de hombros riendo. En realidad nunca había pensado en ello.

Mientras Haru iba agarrando confianza nuevamente, Fran arrastró sutilmente a Yamamoto más cerca.

—Ah... Haru-chan, ¿quieres bailar?

—¡Hahi! —Haru se volteó a ver a Fran, quien le guiñó el ojo mientras levantaba ambos pulgares como diciendo "ve"—. Etto... de acuerdo.

Yamamoto sonrió dulcemente y continuó bailando con Haru, mientras Fran se giraba para acercarse a Alaude.

—¿Me concedes, Tori? —Alaude levantó una ceja al ver la mano de Fran estirada frente a él, para luego mostrar una sonrisa sutil y tomar su mano.

Kyoya que observaba todo de lejos no podía creer lo que estaba viendo. Su hermano bailando. ¿Qué tenía Fran que lograba milagros como ese?

La música fue cambiando mientras todos seguían bailando, hasta que una música de guitarra comenzó a sonar haciendo que Fran, Dominga y Matilda se reunieran para gritar como colegialas:

—¡JUANES!

Fran acercó a Kyoko para que bailara con ella moviendo sus brazos por sobre lo de la pelinaranja para que fuera agarrando ritmo y no se sintiera excluida.

Pacta Sunt ServandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora