Capítulo 8: A Nami-Chuu Parte 1

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-Tsu-kun- la voz de su madre despertó al pequeño castaño de su profundo sueño.

-¿Eh?- susurró buscando con la mirada el reloj para fijarse en la hora, cuando lo notó, debía de haberse despertado hace 45 minutos-¡Mamá!- exclamó levantándose de golpe de la cama.

-Tsu-kun, ya es tarde, Fran-chan y Reborn-chan ya están desayunando- dijo Nana cruzándose de brazos y luego sonriendo al ver como Tsuna salía corriendo al baño.

El castaño ya vestido con su uniforme y su maleta bajó para encontrarse una escena más que extraña, esperaba que por la charla del día anterior Reborn y Francesca estarían discutiendo a la hora del desayuno, pero al contrario de ello, ambos se encontraban sentados uno al lado del otro en absoluto silencio mientras comían.

-¿Buenos días?- dijo tímidamente mientras se acercaba a ellos, ante su voz Fran volteó y le sonrió.

-Buen día, Tsunayoshi- dijo para seguir comiendo.

-Tarde como siempre Dame-Tsuna- dijo Reborn tomando un poco de su café. Tsuna optó por ignorarlo en ese momento, si hay algo que le había emocionado era ese día.

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-Así que Fran se quedará unos días con ustedes- terminó de explicarle su hermano por la videollamada que estaban realizando.

-Entiendo.

-Y ya está todo arreglado para que trabaje por un tiempo en Nami-chuu como profesora de inglés.

-¿Cómo alguna vez lo hizo Dino-san?- preguntó Tsuna curioso.

-Exactamente- respondió el rubio con una sonrisa- Así que espero que cuides de ella en la escuela- dijo guiñándole un ojo.

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-¿Ya nos vamos, Tsunayoshi?- preguntó la chica.

-Sí- dijo Tsuna sirviendose algo de jugo para tomarlo rápidamente.

-Bien, voy por mi bolso- dijo Fran poniéndose de pie y yendo escaleras arriba.

Por un momento Tsuna se quedó mirando a Reborn que hasta el momento no había hecho ningún otro comentario, le sorprendió como parecía que Fran y él se estaban ignorando el uno al otro.

-¿Tengo algo en la cara?- la pregunta tosca de Reborn lo hizo dejar de pensar y solo desviar la mirada.

Ahí Tsuna se avergonzó, lo que estaba sintiendo estaba mal, no debía involucrarse más de la cuenta. Fran era la mujer de su hermano, y así es como debía ser, un amor platónico que solo se quedara en el mundo de las ideas.

Reborn sonrió burlesca, pero sutilmente. Tenía más que claros los sentimientos del pequeño castaño por su cuñada. No podía evitar que le pareciera sumamente divertido.

Reborn sabía que aunque Tsuna tenía un "enamoramiento" por Kyoko, los sentimientos que sentía por una y por la otra eran totalmente diferentes. Lo de Kyoko era un juego de niños, un "me gusta la chica más linda de la escuela", un "que kawaii que es", y ponerse nervioso como un tonto. 

En cambio, por Fran sus sentimientos eran... más maduros, la veía como la mujer que era, le gustaba como lo hacía sentir y no solo mirarla, despertaba cada una de las sensaciones adultas que no estaba acostumbrado a experimentar, y eso lo aterraba.

Reborn volvió a reír para si, nunca pensó que él y Dame-Tsuna compartirían un mismo deseo por alguien, por un momento se cuestionó si tenía mal gusto, pero cuando vio bajar nuevamente a Fran desechó por completo esa idea. 

Tenía excelente gusto.

-¿Vamos, Tsunayoshi?

-Sí- respondió el castaño tomando su maleta de la escuela-¡Nos vamos, mamá!- gritó para avisarle a su madre que seguía en el segundo piso.

-¡Que les vaya bien!- respondió Nana.

Al salir de la casa ambos castaños se encontraron con que había dos personas esperándolos pacientemente afuera, a Fran le llamó la atención, la única vez que había estado en Namimori Tsuna parecía bastante solitario. Aunque creyó recordar a Giotto hablándole de que Tsuna había hecho buenos amigos los últimos años.

Fran reconoció al peliplata que había conocido el día anterior, cuando habló un poco con él se había presentado como el hermano menor de G. 

Y a su lado vio a un moreno de cabello negro con una gran sonrisa que de inmediato imaginó que se trataba del pequeño hermano de Asari, reconocería la sonrisa de esa familia en cualquier lugar.

-¡Yo, Tsuna!- dijo el moreno alegre, pero abrió los ojos con sorpresa al ver a la castaña tras su amigo.

-Buen día, Tsuna- dijo Gokudera con una sonrisa-¡Buen día, donna!

-¿Donna?- preguntó Yamamoto al no conocer a la muchacha.

-No seas sin respeto, ¡es la mujer del décimo!- exclamó Gokudera enfadado.

-Bueno- dijo Yamamoto con una risa- Hola donna- dijo con un tono que hizo reír a la castaña.

-¡Tú, maldito...!- comenzó a decir Gokudera furioso, pero fue interrumpido por Fran.

-Eres muy gracioso- dijo aun riendo ligeramente- Olvida los títulos, me llamo Francesca.

-Entonces, hola Fran-chan- dijo con una sonrisa, provocando que la castaña le sonriera de vuelta y logrando sacar más de sus casillas al peliplata, mientras Tsuna los observaba con una sonrisa. 

Sabía que Fran se llevaría bien con sus amigos.


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Nota final: Hola todo mundo! Este capítulo está dividido en 3 partes que iré subiendo de a poco x3

Disfruten de este capítulo!

*Pregunta: ¿Quién estará esperando en Nami-Chuu?*

Nos estamos leyendo,

Bye! <3

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