Capítulo 19: ¿Secuestro?

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-¡Ese maldito de Mukuro!- exclamó Gokudera furioso -¡¿Cómo se atreve a secuestrar a la Donna?!

-¡Cálmate, Gokudera!- dijo Yamamoto, sabía que cuando Gokudera perdía el control no pasaban cosas buenas.

-Chicos...- susurró Tsuna.

-¿Tsuna?- preguntaron Gokudera y Yamamoto preocupados al ver al castaño escondiendo la mirada bajo el flequillo.

-A Kokuyo... ahora.

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-Tsunayoshi Sawada, creí haberte pedido que trajeras al Von...- pero Mukuro no terminó de hablar pues en menos de un segundo Tsuna (ya en hyper última voluntad) había volado en su dirección para estrellarlo contra un muro.

-¡Tsuna!- exclamó Gokudera preocupado, pero se relajó al notar al castaño de pie entre el montón de polvo que había levantado.

Cuando el grupo de amigos entró a la escuela Kokuyo, de inmediato se encontraron con Ken y Chikusa que querían detenerles el paso, sin embargo, Gokudera se dirigió a enfrentarse a Chikusa, mientras Yamamoto sacó su espada para enfrentarse a Ken. Por lo que Tsuna rápidamente entró en hyper última voluntad para esperar a Mukuro.

-Oya, oya, que agresivo estás Tsunayoshi- dijo Mukuro poniéndose de pie y haciendo resplandecer uno de sus anillos con la llama de la niebla -Pero esto recién comienza.

Mukuro recubrió su tridente de su llama de la niebla para correr a atacar a Tsuna, quien al ver venir su ataque rápidamente lo esquivó para posicionarse tras de él y darle un puño recubierto de su llama del cielo empujándolo lejos y dejando un agujero en la chaqueta del peliazul.

-¿Dónde está?- preguntó Tsuna totalmente serio. Entonces al ver nuevamente a Mukuro dispuesto a atacarlo con su tridente, Tsuna lanzó un puño que alcanzaría su rostro, haciéndolo sentir el calor de su llama de la última voluntad.

-Kufufufu, estás muy apasionado por tu cuñada, Tsunayoshi- dijo Mukuro riendo y volviendo a ponerse en posición de ataque -Pero ahora que no trajiste a tu hermano, nunca volverás a...

-Mukuro, traje las películas y... ¿qué pasa aquí?

La voz de Fran resonó con eco en el lugar mientras todos se quedaban paralizados. 

Ken se encontraba transformado en un gorila gigante mientras quedó a medio camino de lanzar un puño, mientras Yamamoto iba a bloquearlo con la parte sin filo de su espada.

Chikusa tenía los brazos cruzados listos para lanzar sus yo-yos, mientras Gokudera tenía sus dinamitas encendidas en sus manos.

-¿Fran?- preguntó Tsuna volando en su dirección y abrazando a la mujer -Estás a salvo.

-Claro- dijo ella como una obviedad -¿Por qué no lo estaría?

-Es que Mukuro dijo que...- entonces Tsuna se dio cuenta, todo aquello fue una trampa para llevar a su hermano hasta ese lugar -Mukuro...- dijo volteando -¿Acaso es un nuevo intento por tomar el cuerpo de mi hermano?

-Kufufufu... que perspicaz, Tsunayoshi- dijo Mukuro con una sonrisa -Lástima que la señora Solano es encantadora, podría haber tomado posesión de su cuerpo también.

Tanto Gokudera como Yamamoto, pero especialmente Tsuna tensaron las mandíbulas ante el evidente doble sentido de las palabras de Mukuro.

-Nos vamos a casa- dijo Tsuna determinado tomando la mano de Fran para dirigirse a la salida.

-Espera, Yoshi- dijo Fran soltándose haciendo que Tsuna volviera a su actitud tímida y vergonzosa por el apodo y al recordar el como había nacido -Con Mukuro teníamos planes- dijo levantando la bolsa con los dvds.

Pacta Sunt ServandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora