Capítulo 40: ¿Cuál es el mejor regalo? Parte 3

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Finalmente Fran pudo llegar a la entrada de la escuela tal como Alaude había pedido, y es que Fran pensaba que si el platinado había sido tan insistente en que la llevaran allá, debía ser que tenía su regalo allí. Aunque de todas maneras era extraño, no es que Alaude soliera ponerse ansioso por entregar su regalo, era muy paciente. Algo pasaba.

Llegaron con los armarios zapateros, Fran fue la primera en ponerse sus zapatos para poder salir del edificio, y así fue como se escuchó una voz conocida que comenzaba a cantar.

Parecía sonar a través de parlantes, ¿una grabación? No, era una voz en vivo. Estaba allí, él estaba allí.

"Boca,

tejidos atrevidos como un libro de aventuras

que ha puesto ante mi boca tanta locura"

Los niños se miraron confundidos, sentimiento que también compartía Kyoya, nadie excepto Reborn, había entendido que era lo que estaba pasando. El sicario se tensó con esto, no se había imaginado que él iba a escabullirse hasta Japón, aunque debía haberlo esperado, después de todo era el cumpleaños de Fran.

Fran sin pensar en nada salió corriendo empujando las puertas con fuerza siendo seguida de cerca por los niños, y por Kyoya, quien quería entender que ocurría.

Reborn, sin embargo, los siguió más lento. No estaba seguro de querer ver lo que venía, pues si era como el día en que él le había pedido matrimonio a Fran, terminaría por vomitar.

"Tu boca loca, penetra por mi boca

y llega a ser más que mi vida

que ha dejado mi boca tan derretida

ay, qué boca que me sofoca"

Las lágrimas de emoción y alegría se acumularon en los ojos de Fran, al verlo ahí, vestido con unos simples jeans y una camisa, esos cabellos rubios y esos hermosos ojos que había añorado tanto. Definidamente habían estado demasiado tiempo separados.

"Yo no puedo pasarme un día sin ver tu boca

sin que algo conspire en mi contra

y me hable de tu boca, de tu boca

he intentado ganarle al tiempo una batalla

pero tu boca prepara una emboscada

y se me encarna en la mirada

tan carnosa, tan sobrada"

Fran no podía dejar de sonreír, estaba completamente embobada ante la imagen de su marido con micrófono en mano, sin el más mínimo miedo al ridículo, con una orquesta de carnaval en la entrada de la escuela y con sus guardianes, Dino y el jefe de la familia Shimon bailando sutilmente tras él. Sus mejores amigos acompañándolo en una más de sus locuras.

"Esa boca

esa boca me tiene hasta el cuello

esa boca me dice mi cielo

me hace bailar, me hace la boca un mar

Pacta Sunt ServandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora