Storm Blue || Riverdale

23

Reconciliación, arrestos y celos

El ambiente estaba animado, tanto que parecía sólo una carrera amigable, pero nada más lejos de lo que pasaba. Era un todo por todo, estábamos apostando todo un legado, perder era un lujo que no podíamos darnos.

—¿Qué tal quedó? —le pregunté a Tony quien hacía los últimos chequeos al carro.

—Lo hicieron muy bien, sólo le di unos ajustes —respondió cerrando el cobre del carro, inmediatamente le pasé un trapo para que limpiará su rostro y sus manos.

—Tengo que decir que el aceite en tu cara y esa blusa negra ajustada te dan un aire muy sexi —solté sonriendo, él me miró de reojo con picardía y me pasó un brazo por los hombros.

—Lo sé —respondió con su tremenda humildad.

—Ególatra —acusé.

—Eso también lo sé.

Mientras caminábamos observé un poco el panorama, se veía demasiado inocente, había hieleras llenas de bebidas de colores y varias cervezas, algunos llevaban bolsas llenas de papas y comida, parecía tan relajante y normal que por un momento mis nervios desaparecieron.

—Miren a quien tenemos aquí —la voz de ese chico me llenó de emoción—. Una de mis parejas favoritas de Riverdale, Jony.

—¡Kevin! —sonreí apresurando mi paso para abrazarlo.

—Yo también existo —se quejó Reggie a nuestro lado.

Rodé los ojos, y en replica metió la mano a una de las hierelas para luego salpicarme. La fría agua me despertó todos los sensores de inmediato, intenté acercarme a la hielera para vengarme, pero él no me dejó por lo que la única opción que me quedó fue sacarle la lengua.

—Se nota el ambiente repleto de madurez —la voz sarcástica de Jughead hizo presencia.

—¿Ya van a empezar? —preguntó Betty.

—Sí, en cuanto los diablos terminen de darle los últimos ajustes a su auto —informó el pelirrojo.

Jughead se acercó a mí y me tomó del brazo para alejarme de los demás y crear un círculo confidencial entre ambos.

—¿Ya viste quienes están ahí?

—Si lo dices por William y Ralph sí, ya los ví.

—Deberías arreglar las cosas con ellos, gane quien gane esta carrera las cosas se van a complicar con los diablos, más vale tenerlos como aliados que como enemigos.

—No me importa, yo no fui la que se alejó fueron ellos, además no haré las places solo por conveniencia —dije firme.

—¿Ellos se alejaron? Por lo que yo e visto no se han despegado de ti, siempre están cerca, cuidando de ti, aun más que las serpientes.

Mi pecho se estrujó, yo no lo había notado, pero tenía sentido, todas las veces que me los había topado en los pasillos o en alguna parte de la escuela parecían haber sido coincidencias hasta en ese momento.

—No quiero que lo hagas por conveniencia —la voz de Jughead detuvo mi procesamiento de información—. Lo que quiero es que entiendas, Jen —me tomó de los hombros para darle más impacto a sus palabras—: es que amistades así no hay muchas, no puedes dejarlas así como así. Esto es tu decisión, pero quiero que lo pienses bien y rápido, porque la vida no perdona ni un segundo.

Dicho eso Jughead me soltó y se alejó, dejándome con un lío mental y sentimental revolviendo cada centímetro de mi cabeza. Levanté la mirada y los observé, Ralph y William había apartado la mirada de mi apenas me enfoque en ellos, Jughead tenía razón, casi siempre la tenía. Tomé la decisión de inmediato.