Capítulo 8: problemas y más problemas

355 40 23
                                    

Cuando empezaron a tomar el té, tus abuelos contaban lo que hacías cada vez que ibas a visitarlos en el verano y como Sam y tú, se la pasaban bien en un lago que visitaban todos.

Tu padre de repente recibió una llamada. Perdonen, debo contestar algo.

Tus abuelitos asentían y tú le sonreías.

Abuelita Senjuro la miraba curioso ¿Éste año tambien van a hacer el festival de octubre? Es que ya falta poco y quiero que (t/n)-chan lo vea. ¡Es genial!

Cierto... Recordaste que llegaste casi al inicio del nuevo año escolar. Aún era agosto, el calor aún estaba a su máximo y tú solo querías estar en el refrigerador a momentos.

Ya sabes que si, mi niño. Es una tradición, aunque me sorprende que no te asustes como los niños del pueblo.

Tú solo veías la escena confundida. Tu abuelita ríe y te toma de la mano. Cada 31 de octubre, durante la noche, las personas se disfrazan de Oni y asustan a los niños mal portados y los malos espíritus. Es todo lo contrario a lo que haces en dónde vivías antes, ¿Verdad? Asientes

Entonces, ¿Debemos disfrazarnos de demonios esa noche, Nainai? Los tres más grandes asienten y te sonríen. A que es divertido... ¿No?

Senjuro te veía emocionado (t/n)-chan, ¿Podrías venir con nosotros ese día? Prometo cuidarte la ternura de su rostro te encantó tanto, al grado de que lo abrazas fuerte y sonríes. ¡Claro que sí! ¡Sería divertido pasarla con mi familia y mis mejores amigos!

Kyojuro veía la escena con una gran sonrisa cálida. Tu padre al regresar, se sienta tratando de calmarse, pero cierra la mano molesto y se da un puñetazo en la pierna.

Todos lo veían sorprendido. ¿Pasa algo papá? ¿Estás...

Tu madre quiere tu custodia... No sé porque o para qué, pero quiere tenerte con ella... Tenemos cita en el juzgado mañana en Tokio.... Me dijo que si te quería, que debía luchar por ti.

Tu solo borraste tus expresión, apretaste los dientes a tal grado, que se escuchó un crack y Kyojuro te veía. Ella.... Ella... No me quiere solo por ser su hija... Ella no... Apretabas las manos y respirabas hondo cerrando tus ojos.

Tenemos que ir, papá. Ya no estoy tan pequeña para que no tomen en cuenta mi palabra. ¿No? Yo no quiero ir con ella, seguramente quiere regresar a Inglaterra pero no puede sin el divorcio. Sería un premio para ella.

Tu padre te mira impresionado. Aiko te veía con una gran sonrisa. Vamos pequeña, ese espíritu en alto.

Por eso es mi nieta, Aiko-san tu abuelita lleva su mano a su barbilla y Senjuro te mira.

¿Entonces no estarás con nosotros para ese día? Sus ojos se veían tristes.

Hey, no creo que tome mucho tiempo... Además, voy a pelear por estar aquí... Me siento en casa, sería tonto irme sin cuidar de ti, ¿No crees?

Lo miras por el rabillo del ojo con una gran sonrisa. Senjuro sonríe y asiente.

Decidido, deben regresar a casa. Pequeña Aiko tomaba tus manos ve siempre con la frente en alto. Si se pone difícil, aprieta los dientes y avanza... Mantén encendida la llama de tu corazón. ¿De acuerdo?

Asientes y todos comenzaban a despedirse. Mientras esperaban a qué un taxi llegara por ustedes, veías al rededor.

Los árboles, el camino que llevaba a las otras fincas. Era como si el tiempo se hubiese congelado allí, esperando... Disfrutando de sus días de gloria.

En Mi Otra Vida(Kyojuro X Lectora) 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora