Capítulo 35: Siempre presente

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Pov (T/n)

Ya han pasado unos cuántos días desde que papá no está... Me siento vacía, quiero llorar todo el tiempo, voy a su recámara por las noches y abrazo su almohada tratando de no dejar escapar su aroma, los recuerdos y sobre todo, la vida que tuve con él... Me duele que ya no esté, con Sam me dolió y mucho... Mi madre me dolió, no lo negaré, pero él... Siento que algo de mí murió con él ese día... Algo mejor dicho, terminó de morir con su partida...

Me acabo de enterar, también, que Kyōjurō y Senjurō se irán a casa con su padre... Shinjirō-san al fin salió de su depresión y dejó de tomar con tal de ser un padre honorable... Estaré sola con mis abuelos aquí... Mi padre ya no está... El sentimiento de querer regresar el tiempo y portegerlo, me inunda a diario.

(T/n)-chan... ¿Quieres salir con nosotros? Senjurō, Shinjirō, tu abuelo, Kyōjurō y yo iremos a comer algo a otro lado para despegarnos de aquí un rato...

No Nainai, gracias... Estaré bien... No quiero arruinarles el momento y mucho menos, incomodarlos si vuelvo a llorar... Ja... Ni siquiera mi madre preguntó por él... Vino mejor mi tío Kevin y su prometida Mitsuki... Estaré bien, confía en mí...

Tu abuelita te abraza, besa tu frente y sale de la recámara.

Te recuestas en la cama y miras el techo. Al poco tiempo, entra Kyōjurō con dos sopas instantáneas y se sienta a tu lado.

¿Me hace el honor de cenar con éste joven perdido, señorita?

¿Perdido?, pero si estás aquí... Pones tu mano en su mejilla y éste la toma con cuidado.

Es que me hace falta tu sonrisa, tus ganas de vivir, tus bromas, verte bailar y sobre todo, dibujar.

Lo siento tanto... Suspiras, te sientas a su lado y él deja las sopas en el suelo, recargas tu cabeza en su hombro y suspiras mientras tomas su mano.

Gracias por estar aquí... Pero... A todo esto.... ¿No debías ir con tu hermano, padre y mis abuelitos? Te habían invitado, ¿No?

Preferí quedarme para apoyarte, (T/n)... Sé lo que sientes... Es impotencia por no haber podido ayudarle, y es normal. Pero por ellos ellos hay que seguir viviendo, ¿No crees?

Asientes, ves la foto de tu papá, sonríes y terminas abrazando a Kyōjurō.

Se separa un poco y te da una de las sopas que traía consigo, empezaban a comer y él decía UMAI por lo bajo... Al verlo a tu lado, creías que era un sueño tener a alguien así a tu lado. Empiezas a comer en silencio.

Al terminar las sopas, te estiras y te dejas caer a la cama y ves el techo cubierto por las estrellas. Kyōjurō se acercaba a ti con cuidado y te daba un pequeño beso los labios.

Lo miraste sonrojada y sonreíste levemente. Él te abrazó y te pegó a su cuerpo empezando a acariciar tu cabello. Te aferras a él se quedan dormidos y comienzas a soñar que estabas corriendo entre cerezos. Escuchabas la risa de un niño, y al voltear a verlo, era Kyōjurō.

Pero tenía una yukata en un tono rojizo y tenía su cabello recogido en una coleta. Al otro lado, estaba Senjurō jugando con una mujer aventando los pétalos hacia arriba mientras Shinjirō veía con orgullo aquella escena.

Azumi... Quiero pedirte algo... Mirabas al pequeño a los ojos

¿Qué sucede, Kyo?

Cuando sea más grande, sea como papá, un pilar fuerte y confiable, ¿Te quedarías conmigo para siempre? El pequeño sacaba un hilo rojo de la misma tela de su yukata, tomaba tu mano y lo ponía en el meñique y te sonreía.

Mamá dice que los hilos rojos significan que jamás se separarán pase lo que pase. Se hace nudos, se estira, puede mojarse o hasta arder, pero jamás se rompe. ¿Prometes estar conmigo?

¡Si! Lo abrazas y caen juntos al suelo.

Te desiertas acelerada y miras tus manos, al ver a tu lado, estaba Kyōjurō durmiendo. Tú acomodaste su cabello, él suspiró y sonreíste mientras te sentabas cruzando tus piernas con una gran sonrisa.

Recuerdas el sueño, vez el meñique dónde él te había puesto el hilo rojo de su yukata y presionas tus manos con fuerza contra tu pecho.

Lo cumpliste, Kyo... Veniste por mí... Besabas su mejilla y te levantadas con cuidado.

Tomaste con cuidado tu cuaderno, y como estaba abrazando la almohada al ya no estar a su lado, comenzaste a dibujarlo tal y como estaba.


Suspiraste y él despertó. Te miró adormilado y talló levemente su ojo.

¿No te dejé dormir?

No es eso... Aproveché para capturar el momento...

Le enseñas el dibujo y sonríe abrazándote de nuevo.

Se quedaron viendo mientras Kyōjurō pasaba un mechón de tu cabello detrás de tu oreja y tomaste su mano para besarla y éste, a su vez, sonrió a más no poder.

Si... Te sentías vacía, te sentías perdida sin tu padre, pero... Estabas rodeada de personas a las que le preocupabas, y por él, tenías que seguir doliera lo que doliera.

Ambos se abrazaron con fuerza dejando el cuaderno entre ambos y se quedaron dormidos de nuevo...

¿Volverían a atacar de esa manera a los que más querías? ¿Que podías hacer para evitarlo?

Esas preguntas se esfumaban al momento de estar a su lado.

Nada te daba más paz que estar con él.

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Perdonen si está muy cortito ésta vez, pero no quería dejarlos sin lectura 😂❤️

Espero y les guste.

Si tienen ideas o comentarios, sientan la libertad de expresarse ❤️

Los tqm, tomen awita ❤️

¡Cuidense!

En Mi Otra Vida(Kyojuro X Lectora) 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora